Mientras los inversionistas lidiaban con los posibles impactos económicos del coronavirus, la guerra entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) supone una nueva amenaza para la estabilidad de los mercados financieros.

Y en el plano local, la situación es aún más compleja ante el incierto escenario que enfrenta el país previo plebiscito para una nueva Constitución.

En ese sentido, no solo las acciones sufren los impactos, sino también los bonos del Banco Central, cuyo desempeño reflejan el lunes negro que vive el mundo.

Los mayores golpe se observan en los papeles de mayor plazo: en lo que va de las operaciones de hoy, el rendimiento de los bonos del BC en UF con vencimiento en 10 años apuntan un desplome de 17 puntos base y se ubican en una tasa de 0,12%.

En la misma línea, el BCP con plazo a 7 años registra una caída de 20 puntos base y se ubica en 2,44%, nivel no visto desde el 10 de octubre del año pasado. En el caso del BCU de igual plazo, el rendimiento se encuentra en-0,25%, lo que supone un retroceso diario de 12 puntos base.

En la parte corta de la curva, el rendimiento del BCP 2 sufre un desplomes de 22 puntos base y se ubica en 1,45%, menor nivel desde agosto del 2009.

La semana pasada, Arabia Saudita, líder de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), presionó de nuevo para que se reduzca la producción de crudo y así compensar el declive de la demanda mundial a causa de la epidemia del nuevo coronavirus.

Pero Rusia, segundo productor mundial después de Riad, se opuso.

En respuesta, Arabia Saudita ordenó la mayor bajada de precios en 20 años, tratando de quedarse con un segmento de la parte de mercado de Rusia y sacudiendo los mercados financieros.