Lejos de los grandes anuncios, el Grupo Penta ha seguido construyendo en silencio una diversificada cartera de inversiones donde el negocio crediticio sigue teniendo un protagonismo claro, aunque sin restar espacio a nuevos instrumentos.

El viernes el fondo Parque Cementerios II, de la administradora Penta Las Américas (controlada por Penta con un 70%), anunció la compra por US$38 millones a la familia Cueto de la sociedad Parques de Chile Spa, que opera 17 cementerios a lo largo del país, aumentando así la apuesta por el rubro.

En el vehículo, Empresas Penta, holding del grupo liderado por Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, tiene el 4,7% del patrimonio, aunque los mayores aportantes son Penta Compañía de Seguros de Vida con el 29,88% (controlada a través de Inversiones Banpenta), y también Inversiones Trentino Limitada, de la familia Angelini, con 19,89%.

Pero, además de Parques Cementerios,Empresas Penta participa en otros 10 fondos de inversión públicos. Según datos a marzo de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), en ellos tienen unos US$85,9 millones.

El instrumento en el que inyectaron más recursos es Marketplus Global, de Banchile, con US$34,29 millones. Adicionalmente, están en otros dos fondos de dicha entidad: Inversiones Marketplus Emergente (US$12,84 millones), y Marketplus Europa (US$2,34 millones).

A ellos, se suman los vehículos de Compass PCLO Private Deb (US$1,2 millones), y PCRED Private Debt (US$207 mil): además de dos instrumentos de MBI: Global (US$9,6 millones) y Perú (US$125 mil). En tanto, en Volcom están en Special Situation II (US$4,5 millones), y en Security participan con el fondo Renta Fija Nacional (US$10,21 millones a través de Banpenta III).

Cada cierto tiempo, en el mercado vuelve la pregunta sobre el destino de los recursos. El grupo Penta posee una alta liquidez, luego de que en 2017 vendieran el 28,7% que tenían en Banmédica a la norteamericana UHG por cerca de US$800 millones.

A esto se suma el hecho de que tras el estallido del caso de financiamiento ilegal de la política, Délano y Lavín se deshicieron de Banco Penta, enajenando a Banco de Chile la cartera por $590 mil millones, la corredora, AGF y banca privada por otros $19.500 millones a Grupo Security, además de vender la compañía de seguros Penta-Security a Liberty por US$162 millones.

Pero el grupo ha seguido invirtiendo. De hecho, a fines del diciembre del año pasado ingresó a la propiedad de Mundo Crédito, firma controlada por Eduardo Elberg, a través de un aumento de capital por $7.000 millones que fue suscrito por Penta Financiero (controlada por Inversiones Banpenta II y Empresas Penta).

La compañía se quedó con el 44% de la propiedad y se convirtió en accionista mayoritario. Pero también mostró el hambre del grupo por el negocio crediticio.

En marzo, Penta Financiero solicitó a la CMF la inscripción de la sociedad en el registro del regulador, además de una línea de bonos por US$120 millones. En sus estados financieros, la sociedad reveló que al cierre de 2018 sus colocaciones brutas representaban el 91% de sus activos, sumando $151.479 millones.

A estas inversiones, se suma el aumento de capital en Penta Vida, acordada en mayo de 2018, por $100.000 millones (unos US$143 millones).

Con todo, el mercado sigue preguntándose qué harán con su patrimonio, pues entre los fondos, los créditos de Penta Financiero, el negocio automotriz y la aseguradora, el capital comprometido llega a US$456 millones.

Según el registro del Conservador de Santiago, para agosto el capital de Empresas Penta era de $655.314 millones (US$940 millones).