Mercado castiga acciones de bancos pero mantiene la fe en bonos del sector
La búsqueda de activos seguros sigue presionando los mercados emergentes. Y mientras el dólar se transforma en la estrella de las últimas semanas, en línea con la fuga de capitales que se dio en las últimas dos jornadas en Chile, la deuda de los bancos parece seguir atrayendo el interés de los inversionistas, en desmedro de las acciones del sector.
En lo que va del año, las acciones de Banco de Chile y Santander retroceden 3% y 11,4%, mientras que las pérdidas para Itaú - compañía en la que participa la familia Saieh, controladores de COPESA, empresa que edita pulso- y Bci alcanzan un 0,55% y 0,19%, respectivamente. A pesar del negativo arranque de año, los bonos del sector se mantienen como uno de los activos favoritos del mercado.
Esto, mientras que la Bolsa de Santiago acumula una caída de 3% en lo que va del año.
El desempeño dispar entre acciones y bonos del sector responde a las utilidades de los bancos, las cuales podrían verse impactadas por un menor dinamismo en las colocaciones. En la vereda opuesta, el apetito por la deuda se debe a la baja probabilidad de incumplimiento que se asume del sector financiero.
"Las utilidades de los bancos están moviéndose mucho por la disminución en el ritmo de crecimiento de las colocaciones y por las mayores provisiones. El mercado podría interpretarlo como una caída en los dividendos. Pero a pesar del contexto actual, los bancos siguen siendo negocios muy rentables, donde nadie cuestiona su capacidad de pago. Esto explica que las acciones tengan un mal desempeño mientras que los bonos se mantienen estables", explica el Portafolio Manager de acciones chilenas en Credicorp Capital, Felipe Herrera.
Apetito por deuda bancaria
En un escenario marcado por el incierto desarrollo del coronavirus, además de las dificultades que se podrían dar previo al plebiscito, los inversionistas buscan activos refugio, donde la deuda bancaria surge como la apuesta favorita en el mercado de renta fija.
Actualmente, los bonos de Banco de Chile con vencimiento en 2021, 2023 y 2025, transan con tasas de 0,17%, 0,31% y 0,32%, respectivamente. Una tendencia similar se observa en el papel de Itaú con plazo a julio de 2021, cuyo rendimiento de se ubica en 0,06%.
Sobre el desempeño de las acciones del sector, Pablo Solís, jefe de renta variable institucional de Tanner Investments, comenta que el mercado mira con dudas la posibilidad de mejores resultados, pues un aumento en el desempleo derivaría ralentizar las colocaciones, aumento en los gastos por créditos incobrables, y en consecuencia, presionar los márgenes de la industria.
El apetito por activos refugio también se observa en los bonos de Banco Estado: según datos de la Bolsa de Santiago, el papel con vencimiento en 2021 transa con una TIR de -0,02%, mientras que el rendimiento de la deuda con plazo a dos años se ubica en 0,10%.
En tanto, la tasa de los bonos del Banco Central en UF con vencimiento en dos y cinco años se ubica en -0,41% y -0,10%, respectivamente.
"Los bonos bancarios no lo han recogido, porque el activo es distinto. La deuda en general tiene plazos distintos (promete devolución de capital y pagos periódicos de intereses) y su valor depende de otras situaciones (riesgo de default o no pago), que debiesen de tener probabilidades de ocurrencia bajas", agrega Solís.
En tanto, la deuda de Santander con vencimiento en agosto de 2021 cuenta con una tasa de 0,10%, mientras que el rendimiento del bono con plazo a dos años se ubica en 0,14%.
"Mirado a largo plazo el castigo en las acciones debiese ir desapareciendo y ajustarse a precios mayores de los que se transan hoy, sustentado en una normalización post abril o ya al segundo semestre, donde debiésemos esperar un escenario macro mejor en términos de consumo", afirma Solís.
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