Abengoa España prepara ventas por más de US$1.800 millones




Abengoa España quiere dar un impulso a su plan de venta de activos por unos US$1.200 millones que aprobó a finales de septiembre, dos meses antes de solicitar el preconcurso de acreedores. Este importe debería ampliarse en unos US$700 millones, según fuentes del sector si finalmente logra el préstamo de más de US$800 millones de liquidez que la banca acreedora estudia inyectarle para que mantenga su actividad durante 2016, una vez cuantificada la deuda de la compañía, tarea que está desempeñando KPMG.

La compañía está trabajando en un plan para poner en valor todas sus filiales y proyectos para poner en marcha una reestructuración, y de hecho ya ha contratado a un negociador de postín, Álvarez y Marsal, para que se pelee con las entidades financieras. “El objetivo es acelerar esas ventas, ya en proceso, para lograr la mayor cantidad de liquidez posible hasta marzo”, explican fuentes conocedoras de la situación.

El objetivo de este estudio, que avanza en paralelo con las negociaciones con la banca acreedora y los bonistas, es priorizar los proyectos y áreas de negocio más relevantes, ahondando en los planes de rotación de activos que Abengoa puso en marcha a finales de 2014. Así protegerá su viabilidad a largo plazo.

Abengoa tiene a la venta plantas solares, de cogeneración, ciclos combinados, líneas de transmisión eléctrica y plantas de tratamiento de agua en países como México, EE UU y España. Ahora se sumarán activos que no puedan autofinanciarse y no sean estratégicas.

La sevillana ha ido reduciendo su presencia en Abengoa Yield, hasta el 47,63% actual –en su salida a Bolsa tenía un 64%– y ha contratado los servicios de JPMorgan para encontrar un comprador para el porcentaje que mantiene, valorado en unos US$700 millones.

Abengoa facturó en los nueve primeros meses del año US$5.138 millones. De ellos, un 59% provienen de la división de ingeniería y construcción, la actividad que aporta más ingresos a la empresa, y un 33% de la filial de bioenergía. Su tercera pata, la de infraestructuras concesionales, tiene un papel menor. Sin embargo, el margen sobre ebitda de la filial de bionergía fue de un exiguo 2% en el tercer trimestre, con el petróleo en 44 dólares por Brent, cerca de sus mínimos desde 2009. En cambio, el margen de los negocios de ingeniería es 10 veces superior, de un 20,9%.

Esta filial, creada en 2002, está dedicada a la producción de biocombustibles, como el bioetanol y el biodiésel, y agrupa los negocios con mayor componente tecnológico, y se ha visto penalizada por la caída del etanol, que ronda los 1,49 dólares por galón, un 39% por debajo de los niveles alcanzados a finales de 2014.

Se trata de la división que cuenta con una mayor deuda bruta asignada según las cuentas hasta septiembre, US$3.353 millones, frente a los US$9386 totales. La revisión de los proyectos afectará a la plantilla de la compañía, de cerca de 29.000 personas. En la última semana, los sindicatos han anunciado la salida de 2.000 trabajadores en Brasil y la finalización del contrato de 50 empleados en Sevilla. Cifras que podrían incrementarse a medida que avancen las desinversiones.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.