Aeropuerto de Berlín no logra despegar y amenaza prestigio alemán




La peor pesadilla de cara a la inauguración en junio del nuevo aeropuerto de Berlín fue el colapso en su sistema de manejo de equipaje. El caos que empañó el nacimiento del terminal 5 de Heathrow, Londres, en 2008 tenía que evitarse a toda costa.

Así que 10.000 voluntarios con 15.000 maletas pusieron a prueba al Berlin Brandenburg Internacional en los últimos seis meses. Era, admite un vocero del aeropuerto, “tal vez un poquito alemán”.

La semana pasada el aeropuerto encontró que tenía nueve meses extra para refinar sus procedimientos de equipaje. Pero nadie estaba celebrando. El retraso sorpresa de la inauguración del aeropuerto hasta marzo de 2013, debido a preocupaciones por la seguridad contra incendios, es una vergüenza y amenaza la reputación de Berlín como un destino prometedor para trabajar y divertirse.

El aeropuerto de €2.500 millones -conocido como BER, gracias a su código de aeropuerto- debía dar la bienvenida a 27 millones de viajeros en su primer año, reemplazando el aeropuerto Schönefeld construido por los comunistas en el perímetro del nuevo sitio, y el Tegel construido por capitalistas. Ambos seguirán abiertos por ahora.

“Es un golpe enorme a nuestra imagen”, dice Udo Haase, alcalde de Schönefeld, una ciudad en el límite sur oriental de Berlín junto a la terminal de cristal y sus dos autopistas.

Para complementar el aeropuerto, Berlín y el estado de Brandeburgo destinaron vastas extensiones de tierra para el desarrollo. El aeropuerto debía impulsar otros €2.500 millones en inversión privada y hacer de BER el centro para 60.000 trabajos.

Por ahora, no obstante, un elegante nuevo ayuntamiento, alrededor del cual el desarrollo debería surgir, es un monolito solitario flanqueado por calles silenciosas y campos verdes. La oficina de Haase tiene vista a un potrero del que 500 departamentos y tiendas deben elevarse -aunque cuando llegarán las excavadoras es ahora una pregunta abierta.

El alcalde de Berlín, Klaus Wowereit, ha considerado el retraso como “un desastre”. Como miembro del directorio de la compañía operadora del aeropuerto, dijo que fue sorprendido por la demora. Despidió al hombre a cargo de la construcción y prometió buscar compensación para las personas y compañías afectadas.

Con los mayores aeropuertos de Alemania en Frankfurt y Münich también expandiéndose, la nueva capacidad que tendrá Berlín debería dejar al país mejor posicionado para hacerse cargo de las combinaciones en Emiratos Árabes y Turquía. De hecho, Berlín podría ser ejemplo para otras capitales europeas.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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