Bancos centrales deben proveer seguridad sin importar la definición
Como si los bancos centrales del mundo no tuvieran ya suficiente que hacer.
Con la economía global todavía muy dañada por las crisis financieras sucesivas, otro trabajo está recayendo hoy en los maestros del universo: asegurar que haya suficientes activos “seguros” para mantener el sistema financiero en funcionamiento.
Supervisar el suministro de activos que puede usarse como colateral o proveer dinero rápido puede no encajar de manera obvia en las responsabilidades de los bancos centrales post crisis para apoyar el crecimiento y ayudar a los bancos en las emergencias, mientras cuidan la inflación. Pero la tarea está ganando importancia. El nerviosismo de los inversionistas está desalentando los préstamos sin garantía. De manera más importante, los reguladores están exigiendo fuertes colchones de activos seguros integrados en el sistema bancario. El riesgo de una repentina escasez de activos de alta calidad da lugar a una “crisis de colaterales” y paraliza los flujos de crédito a la economía real.
El peligro puede no ser inmediato; todavía hay muchos bonos de gobierno de alta calidad circulando, por ejemplo. Pero es una preocupación legítima en la eurozona, donde las percepciones acerca de la seguridad de la deuda soberana han empeorado.
El reconocimiento oficial de que esto se ha transformado en un tema real fue la semana pasada, cuando los banqueros centrales y reguladores se reunieron en Basilea, Suiza, y acordaron cómo se deben aplicar los estándares globales de liquidez a los bancos.
El plan original era mantener la definición de “activos líquidos de calidad” relativamente ajustada, enfocada en bonos del gobierno, efectivo y las reservas de los bancos centrales.
Pero luego Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra quien está a cargo del grupo Basilea, anunció una definición mucho mayor a lo esperado, que también incluía bonos corporativos con una nota BBB- e incluso valores residenciales respaldados por hipotecas.
Esta fue la gran publicidad para la industria de la securitización, todavía manchada por su rol en la activación de la crisis financiera de 2007. Pero con el debido respeto para los valores respaldados por hipotecas - sin duda ha mejorado mucho - su designación oficial entre los activos que se consideran de la más alta calidad señalaron cierta devaluación en el sentidode “seguro”.
Para algunos críticos, los reguladores han cedido ante el poder del lobby bancario, actualizando las nuevas reglas como salvavidas para el futuro de la estabilidad financiera. Mervyn lo dijo de forma distinta: los cambios no eran sobre hacer reglas más fuertes o más débiles, sino “más reales”.
Por ahora, las reglas de cobertura de liquidez no van a marcar mucha diferencia. La mayoría de los grandes bancos ya cumplen con los requisitos, no porque sus libros están llenos de saludables valores respaldados por hipotecas o bonos corporativos, sino porque los bancos centrales han inundado el sistema financiero con liquidez.
Un acercamiento más simple a las reglas de liquidez pudo haber sido incluir cualquier cosa que pudiera usarse como colateral para endeudarse con los bancos centrales. Pero Mervyn está esperando el día en que el banco central pueda echar abajo sus propios balances y volver a operaciones más normales. Como él lo dijo el domingo, el banco central debería actuar como prestamista del último recurso - no como primer recurso.
La dificultad es que el sector privado no puede sustituirse por los bancos centrales como anclas de la estabilidad financiera. Exactamente en este punto se hizo hincapié en la investigación publicada en Basilea así como los detalles de las normas de liquidez de esta semana.
En un paper sobre los “activos globales seguros”, Pierre-Olivier Gourinchas de la Universidad de California en Berkeley, y Oliver Jeanne de Johns Hopkins University, argumentaron que los bancos centrales tienen un rol que jugar en asegurar la deuda de los gobiernos.
La advertencia es saludable para el Banco Central Europeo, que el año pasado se enfrascó en una batalla con los gobiernos sobre la crisis de deuda de la región, pese a tomar medidas fuertes para frenar la desintegración de la unión monetaria. Los bonos griegos, por ejemplo, fueron por algún tiempo prohibidos como colateral para obtener liquidez del BCE.
Pero en otros aspectos, el BCE ha sido ejemplar. Por lo general, sus reglas se han relajado porque los bancos ahora pueden ofrecer una amplia gama de activos de menor calidad como garantía para obtener liquidez esencial. La economía de Europa estaría en peligro de nuevo si el BCE descuida la oferta de activos seguros.
COPY RIGHT FINANCIAL TIMES
© The Financial Times Ltd, 2011.
Debes saber
¿Qué ha pasado?
Con la economía global todavía muy dañada por las crisis financieras sucesivas, otro trabajo recae hoy en los maestros del universo: asegurar que haya suficientes activos "seguros" para mantener el sistema en funcionamiento.
¿Por qué ha pasado?
El nerviosismo de los inversionistas está desalentando los préstamos sin garantías y los reguladores están exigiendo fuertes colchones de activos seguros integrados en el sistema bancario.
¿Qué consecuencias tiene?
La economía de Europa estaría en peligro de nuevo si el BCE descuida la oferta de activos seguros.
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