Bernardo Fontaine y Place Vendôme: "La compañía se vendió en casi cuatro veces lo que habíamos invertido"

Conforme con el resultado que consiguieron es el balance que hace Bernardo Fontaine -ex presidente de Place Vendôme- junto a su socio Cristóbal Hurtado -gerente general de la óptica-  y los otros 8 inversionistas con quienes conformaron el fondo que les permitió concretar la compra de la óptica Place Vendôme a mediados de 2010, resultado que resume en dos palabras: buena gestión. Respecto del futuro de la compañía confía en que el nuevo controlador -Essinor, gigante francés en la industria- sabrá potenciar la estrategia que tenían en mente y asegurará un exitoso futuro al negocio.

¿Siempre fue su idea vender la óptica? 

Sí, porque es un private equity, pero no teníamos por qué hacerlo en este momento. Surgió una buena oportunidad para nosotros, la compañía y sus trabajadores, de poder desarrollar el negocio de mejor manera con el apoyo de Essinor.

¿Cómo fue la evolución de la estrategia para sacar adelante a Place Vendôme?

Cuando llegamos cambiamos el equipo gerencial y gran parte de los jefes, los sistemas, el modelo de operación, la logística, invertimos mucho en capacitar. Hicimos un trabajo muy grande para que los trabajadores sintieran que estaban en una empresa ganadora. Viajamos mucho a Europa para conseguir los diseños y la moda más de punta. Trajimos marcas como Tom Ford, Disney, Persol. Cambiamos el marketing de la compañía para que fuera consistente con la moda, además de que fuera asequible, porque Place Vendôme era vista como una marca muy de elite antes de que entráramos nosotros. Esto terminó en que la compañía haya sido vendida en casi 4 veces lo que habíamos invertido.

¿Les interesa que el nuevo controlador siga con la estrategia que ustedes planearon? 

Parte de lo que queríamos era alguien que pudiera darle una mayor proyección a la compañía, los trabajadores, sus ejecutivos y coincide con que Essilor es innovadora y puede aportar a Place Vendôme especialmente en la tecnología óptica. Nosotros como administradores y dueños veníamos del área retail, entonces la experiencia que podíamos aportar era más en esa área que en la otra.

El 2010 tenían dos fondos de inversión, ¿cuántos tienen hoy?

La misma cantidad. Tenemos inclinación por los negocios retail, hemos visto muchos y  vamos a continuar evaluando y viendo, qué nos tienta más, pero a todo hay que darle su tiempo. Además operamos de una forma distinta a otros fondos porque (con Cristóbal Hurtado) primero nos gusta identificar oportunidades y después convidar a los grupos de inversionistas, entre los que obligatoriamente tenemos que estar nosotros, porque uno tiene que poner la plata donde pone la lengua.

¿Surgen oportunidades en este momento donde la economía está pasando por un momento más difícil?

Hay menos oportunidades de crecimiento porque el consumo crece menos y desalienta comprar una empresa, mueve a ser más cautos y a postergar inversiones. Por el otro lado los precios de las compañías están y van a cambiar, puede haber oportunidades de comprar a precios que incorporen esta situación económica más mala, o empresas que nunca se habían vendido antes hoy o mañana sus dueños se puedan ver interesados en vender. Esto depende de la gestión.

¿Cuál es la perspectiva del panorama económico del país este año?

En el mejor de los casos será parecida al 2015, hay una alta probabilidad de que crezcamos menos del 2% y lo que desalienta es, tal como dijo el ministro de Hacienda en Icare la semana antepasada, que Chile fue capaz de crecer en situaciones de precio del cobre más bajo o precio del petróleo más alto, y en condiciones internacionales más malas, entonces la pregunta es por qué no estamos creciendo más si las condiciones no son desastrosas. Creo que lo que falta es una conducción del Gobierno hacia el crecimiento.

¿Cree que el ministro de Hacienda está tomando buenas decisiones?

Valdés no anunció ni esbozó ninguna medida que el Gobierno esté tomando para impulsar el crecimiento, no pasó del diagnóstico. Hoy existe una opinión mayoritaria de que las reformas han sido fatales para el crecimiento, incluso el mejor resumen lo hizo ese grupo de dirigentes de la DC que dijo que el progresismo sin progreso era un fracaso.

¿Cómo se resuelve esta situación con la presión de las reformas que se tienen que resolver en el corto plazo?

Ese es el gran desafío para el ministro Valdés, que es un gran  economista y tiene todas las capacidades, pero todavía no lo enfrenta, todavía no se convence de que hacer una Reforma Laboral equilibrada, que fortalezca el poder sindical, pero no lo desequilibre es la forma de llevar una reforma a buen término. Resulta inexplicable que el Partido Comunista o un grupo de interés como la CUT pauteen al Gobierno y le impidan gobernar en beneficio de todos los ciudadanos.

El ministro dijo que la Reforma Laboral será aprobada en marzo, ¿es tiempo suficiente para reparar esos puntos?

Tengo la esperanza que si. Cuando hay todas estas personas, Eduardo Engel, Andrea Repetto, todos técnicos, no empresarios, que coinciden en lo que decimos nosotros... Me parece que lo único racional es darse más tiempo.

¿Chile pierde competitividad con este panorama?

El país pierde ventajas, la economía se va a ajustar, ninguna reforma representa el fin de las empresas, son más perniciosas para los ciudadanos que para las empresas.

¿Cómo afectan los conflictos ligados a la libre competencia? 

Una buena noticia es que el país está funcionando y que los consumidores están dispuestos a defender su derecho a elegir. Colusión hay en todo el mundo, lo importante es que haya la persecución y las penas adecuadas, pero no se puede caer en que todas las acusaciones deriven en linchamiento público. No creo que las empresas duden en invertir en Chile por estos casos.