Corfo-SQM: un acuerdo que beneficia al país

DIEGO-HERNÁNDEZ

Por Diego Hernández. El litio es objeto de interés gracias al aumento en la demanda de baterías utilizadas en los vehículos eléctricos y en los sistemas de almacenamiento de energía. Las discrepancias que mantenían Corfo y SQM ponían en duda el rol clave de Chile en el desarrollo de la electromovilidad.




Hemos observado con satisfacción, el acuerdo suscrito por Corfo y SQM que pone fin al litigio que mantenían las partes por discrepancias en los contratos de arrendamientos y proyectos relacionados con la explotación de mineral de litio desde el Salar de Atacama. Han primado el diálogo y la disposición de llegar a acuerdos en beneficio no sólo de la empresa, sus accionistas y el Estado, sino también de todo el país.

SQM nace en el año 1968, como la heredera de las distintas empresas salitreras que operaron en Chile durante la primera mitad del siglo XX. A lo largo de su existencia de casi 50 años, ha jugado un rol clave en el desarrollo de la minería no metálica, constituyéndose en una compañía con fuerte presencia a nivel internacional. Es así como en 1996, SQM comenzó su producción de carbonato de litio, y se espera que este año alcance una capacidad de producción de 63.000 Ton/año de carbonato de litio y 13.500 Ton/año de hidróxido de litio.

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El país tiene gran potencialidad en la producción de este mineral, pues posee las mayores reservas del mundo que, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, representan actualmente el 54% del total mundial.

En el Salar de Atacama están las mayores y mejores reservas de este mineral en Chile. Las salmueras de este salar poseen altas concentraciones de litio, lo que es una relevante ventaja competitiva respecto de otras regiones del mundo, a lo que se agregan bajos costos de procesamiento debido a su muy buena distribución de iones.

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Asimismo, el salar tiene excelentes índices de evaporación y permite operar todo el año, debido a sus excepcionales condiciones climáticas, lo que junto con la cercanía a los puertos lo sitúan como la más relevante fuente para obtener litio a nivel mundial.

Estas importantes condiciones del Salar de Atacama permitieron que Chile se transformara en el principal productor de químicos de litio del orbe hacia fines de la década de los años noventa, abasteciendo alrededor de dos tercios de la demanda mundial.

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Lamentablemente, con el tiempo, Chile fue perdiendo importancia en la producción de este mineral a nivel mundial y hoy ocupa el segundo lugar después de Australia, con menos del 40%. En un escenario en que Corfo no renovara la cuota de explotación a SQM, la participación de Chile en la producción mundial de litio podría haber seguido cayendo a alrededor de 25%.

Considerando que este acuerdo permite aumentar significativamente la capacidad actual de producción de SQM, esto significa que, junto con Albemarle, hacia 2025 nuestro país podría concentrar entre el 30% y el 40% de la producción mundial de litio.

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Al igual como ocurre con el cobre hoy, se está generando una ventana de oportunidades para el litio que Chile no puede darse el lujo de desperdiciar y, por el contrario, debe generar las condiciones para el desarrollo de esta industria.

Como lo han advertido diversos analistas, el litio está siendo objeto de interés gracias a los aumentos en la demanda de baterías de iones de litio utilizadas en los vehículos eléctricos y en los sistemas de almacenamiento de energía. Las discrepancias que mantenían Corfo y SQM ponían en duda la posibilidad de que Chile pudiese jugar un rol clave en el desarrollo de la electromovilidad.

Asimismo, se estima que hacia 2027 se producirán alrededor de 20 millones de vehículos eléctricos, en tanto que en 2040 conformarán más de la mitad de las nuevas ventas a nivel mundial. Y la incertidumbre sobre el crecimiento de la producción en el mundo hace que los fabricantes de autos traten de asegurarse los suministros futuros del metal.

Chile, considerando sus ventajas competitivas, requiere invertir en la explotación de este mineral para aprovechar la creciente demanda mundial por litio, y avanzar en la recuperación del sitial como el principal productor de este mineral en el mundo.

Nuestro país no puede ser un mero espectador, y el acuerdo entre Corfo y SQM demuestra que ambas partes lo han entendido y han suscrito un convenio que satisface no sólo sus intereses, sino los de todo el país en su conjunto.

*El autor es presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami).

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