Diplomático brasileño Roberto Azevêdo tomará el timón de la OMC




El brasileño Roberto Azevêdo emergió como el nuevo director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC) tras descartarse el candidato favorito de Estados Unidos y la Unión Europea, el mexicano Herminio Blanco, según funcionarios familiarizados con la competencia.

Ambos rivales latinoamericanos deseaban el puesto en la OMC para así elevar la influencia de su país y fortalecer su estatus como potencias en ascenso.

La competencia para suceder a Pascal Lamy, el francés que dirigió la OMC desde 2005, también fue vista por algunos como una representación de las disputas comerciales entre el mundo en desarrollo y el avanzado.

Azevêdo enfrenta el gran desafío de restaurar la credibilidad de una organización que no ha logrado concluir con la ronda de Doha de negociaciones de comercio globales.

Aunque los votos en el proceso de selección de la OMC son secretos, EEUU habría respaldado a Blanco, aunque no se opuso a Azevêdo tampoco. Los 27 estados miembros de la UE también decidieron ayer respaldar a Blanco, aunque tampoco objetaron a Azevêdo. Antes del voto final, las autoridades mexicanas aseguraron que habían logrado el apoyo de Japón y Corea del Sur, mientras funcionarios brasileños decían que China estaba de su lado.

Azevêdo, cuya victoria se confirma hoy, tomará el mando de la agrupación en septiembre, en momentos de grandes desafíos para el organismo comercial global. Será el primer líder de la OMC de Latinoamérica.

Varios de los motores del comercio global, como EEUU y la UE, han tomado medidas para cerrar acuerdos comerciales bilaterales y multilaterales por sí mismos, al margen de la OMC.

Embajador ante la OMC

Azevêdo es de carrera diplomático y es el actual embajador de Brasil ante la OMC. Sus adherentes afirman que su conocimiento de la institución y el amplio respaldo a lo largo de muchos mercados emergentes podría ayudarlo a unir la división entre sur y norte adentro de la OMC, revitalizando además las conversaciones de cara a una conferencia ministerial en Bali el próximo diciembre.

Sin embargo, Azevêdo ha defendido a menudo las posiciones adoptadas por Brasil que fueron vistas como obstrucciones al avance de negociaciones multilaterales, particularmente comparado con Blanco y México, un fuerte partidario de la liberalización del comercio. Esto hizo que se levantaran banderas rojas entre los detractores de Azevêdo, que aseguraron que la institución seguiría perdiendo relevancia bajo su liderazgo.

En las últimas seis semanas, un panel de tres personas en la OMC ha sido el responsable de la selección del nuevo director general. Los candidatos inicialmente llegaban a nueve, luego cinco y finalmente, dos. Azevêdo siempre fue visto como un competidor fuerte, aunque muchos estuvieron sorprendidos de que Blanco llegara tan lejos.

Azevêdo no será el primer jefe de la OMC que venga del mundo en desarrollo: Supachai Panitchpakdi de Tailandia tuvo esa distinción entre 2002 y 2005. No obstante, su ascenso a la mayor posición de trabajo en el comercio mundial será celebrada en Brasil como un reconocimiento de su importancia en la jerarquía económica global.

La última vez que los miembros de la OMC estuvieron cerca de lograr un acuerdo comercial multilateral de gran envergadura fue en 2008. Después de que aquellas conversaciones colapsaran, y que la recesión global se arraigara, las negociaciones de la OMC llegaron a un alto. Pero recientemente, la OMC ha estado intentando reunir consenso para un paquete más pequeño de medidas, incluyendo reglas aduaneras menos estrictas y procedimientos conocidos como "facilitación del comercio", para fines de año.

Incluso un acuerdo limitado entre esos lineamientos podría ser visto como una victoria para la OMC en esta etapa.P

© The Financial Times Ltd. 2011

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