EEUU: fuerza laboral en decadencia
Por Robin Harding. Gran parte depende de lo que personas como Fred Knopsnyder, Sandy Brady y Leanne Wilson hagan ahora: el curso de la mayor economía mundial, su propio futuro y -de una extraña e inesperada manera- el resultado de la elección presidencial.
Knopsnyder pasó 33 años haciendo trailers para acampar en Somerset, una ciudad de Pensilvania con 78 mil habitantes. “Yo supe por las noticias. Estaba en mi casa a punto de ir a dormir, y mi esposa me dice: “Cariño, no creo que tengas más trabajo”. Miré hacia arriba y sólo dijo: “Las puertas se están cerrando”.
Brady trabajaba en la planta de Fleetwood también, desde hace 40 años - el personal de 148 empleados se mantuvo en los últimos días antes de que las operaciones cesaron en enero de 2011. Leanne Wilson estaba en la administración de Gilmour, fabricante de Somerset de mangueras de jardín y aspersores que cerró sus puertas en 2009 con la pérdida de 330 empleos.
Como un mercado laboral pequeño y relativamente aislado que sufrió un fuerte shock durante la recesión, Somerset podría ayudar a responder una pregunta crucial sobre la economía de EEUU: ¿por qué la gente ha abandonado la fuerza laboral? y ¿están volviendo?
Hay cerca de 5 millones más de estadounidenses desempleados hoy que a inicios de 2008. Ellos cuentan como parte de una fuerza laboral donde la tasa de desempleo se sitúa en 8,2%. Pero la participación de la fuerza laboral también ha disminuido en dos puntos porcentuales de la población adulta civil, equivalente a otros 5 millones de estadounidenses que no están trabajando, y que no están buscando trabajo, pero están haciendo otra cosa. “Si la tasa de participación laboral no se hubiera reducido desde 66% a mediados de 2008 a menos del 64% en febrero, la tasa de desempleo seguiría siendo superior al 10%”, señaló en un discurso William Dudley, presidente de la Reserva Federal de Nueva York .
Los economistas de la Fed y de otros lugares cuentan tres historias diferentes acerca de por qué sucedió esto. La primera es una triste - que la recesión dejó a los trabajadores dañados y abatidos, sentados en casa viendo TV, porque sus habilidades no calzan con la economía actual.
La segunda es más alegre. Ésta dice que esos 5 millones de trabajadores quieren puestos de trabajo, y están muy ocupados capacitándose, pero no se molestan en buscar activamente porque la economía todavía está muy débil. Cuando mejore, van a volver a la fuerza laboral.
La tercera historia explica que 2008 fue 62 años después de 1946 y, por lo tanto, el primer año en que los baby boomers podían jubilar con la de Seguridad Social federal. Por esto, no se debería a la recesión, sino al envejecimiento.
Todo esto es importante porque la participación de mano de obra es la fuerza oculta detrás de la tasa de desempleo. Si la gente vuelve al mercado laboral mantendrá la tasa de desempleo alta y los costos laborales caerían. Eso hace que la historia dos sea mejor para la economía de EEUU en el largo plazo, ya que representa una mayor fuerza laboral en el futuro, junto con una inflación baja que permite que la Fed mantenga las tasas de interés bajas. La historia tres es peor, ya que sugiere lo contrario.
La explicación uno implica una menor capacidad económica en el corto plazo, y muchos dolores de cabeza para los trabajadores afectados, pero significa que la participación podría recuperarse con el tiempo. En los últimos meses, sin embargo, la tercera historia sobre el cambio demográfico ha ido ganando terreno.
La única manera de abordarlo es con un modelo que compare la disminución de la participación laboral con algún tipo de tendencia.
Dean Maki, de Barclays Capital es un economista que lo ha hecho. “Nuestro análisis indica que el factor más importante que reduce la tasa de participación han sido las jubilaciones de los baby boomers”, señala.
De una caída de 2,8 puntos porcentuales en la participación de la fuerza de trabajo desde el año 2002, Maki estima que 1,6% se debe a la demografía y sólo 0,9% al ciclo económico. A medida que el declive demográfico continúa a 0,3%-0,4% por año, sus cálculos sugieren que todo lo proveniente de la disminución “cíclica” podría desaparecer en un par de años.
Que millones de estadounidenses estén dispuestos a trabajar da a la economía mayor creación de trabajos para su fuerza laboral, la que sigue siendo la principal visión de la Fed. Pero unos pocos personeros de la Fed están comenzando a preguntarse si la caída en el desempleo, combinada con bajas tasas de participación puede significar que la potencial masa de trabajo es más pequeña de lo que ellos piensan. Esa es otra razón para tener precaución de más estímulo monetario como una tercera ronda de alivio cuantitativo.
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