El disímil perfil de los ejecutivos reclutados por los sectores privado y público

Lenta ha sido la entrada de los profesionales del mundo privado al Estado. En diciembre del 2011, el Centro de Sistemas Públicos (CSP) de la Universidad de Chile reveló que sólo el 18% de los cargos provistos a través del sistema de Alta Dirección Pública (ADP) han sido asignados a personas ajenas al aparato gubernamental.

Una situación que, según los expertos, se debe principalmente a las diferencias en la naturaleza de ambos sectores. De hecho, las consultoras de recursos humanos Mandomedio.com y Transearch, realizaron una comparación de los disímiles perfiles que buscan ambos sectores para los cargos intermedios.

"En general las competencias laborales en los niveles medios coinciden en ambos mundos. Sin embargo, hay algunas que son propias del mundo público que es la capacidad de gestionar y motivar en un ambiente regulado, donde poco se puede hacer para cambiarlo, mientras que en el caso privado el ejecutivo tiene que generar las condiciones para predecir que con una determinada acción se lograrán los objetivos ya que por esto lo medirán", señaló Ignacio González, gerente general del sitio web.

MUNDOS OPUESTOS
Según el estudio, son claves las diferencias que se requieren entre las jefaturas y subgerencias del ámbito privado y los jefes de departamento en el caso del Estado.

Por ejemplo, algunas de las principales características que se requieren en el sector público son la formalidad, rigurosidad, la diplomacia y la seriedad en su labor, mientras que en el mundo privado se busca empatía, espontaneidad y una actitud más relajada.

"La formalidad y regulación de la toma de decisiones y el accionar del ámbito público generan distancia en los directivos privados e inhiben su interés de participar en procesos de postulación. Todo unido a la tolerancia que se debe tener a las presiones políticas que vienen de todos lados", afirmó Cristián Duarte, gerente general de Transearch, quien además aseguró que dentro del Estado se requiere de la capacidad de articular redes dentro del ámbito público, la paciencia y la tolerancia a la frustración frente a la burocracia.

Esto mientras que en el sector privado hay una orientación a mayor fluidez y empoderamiento en la toma de decisiones y una política interna de menos complejidad que la pública.

LAS EVALUACONES
El estudio también constata las diferencias en los sistemas de medición para el desempeño de los directivos. En el mundo privado hay una orientación a resultados en "plazos más acotados", ya que generalmente al ser empresas con fines de lucro, el indicador más importante es la rentabilidad.

Por el contrario, en el sector público este análisis se hace más complejo, según Duarte, "en el afán de medir el desempeño, se ha incorporado mediciones e indicadores más allá de lo inimaginable, por lo que no es raro que se pierdan de vista los fines de la medición".

Un análisis que fue complementado por Ignacio González, quien ve que la evaluación muchas veces es sobrepasada por la política, "ya que a veces por temas ajenos a la gestión propia de sus ejecutivos, los cambian perdiendo personas que aportan mucho a esas instituciones", afirmó, a lo que se sumarían revisiones constantes de autoridades como Contraloría y otros entes fiscalizadores.

1 ¿Hay muchas barreras de entrada para el ingreso de profesionales privados al Estado?
Formalmente, no. Creo que hay más una automarginación de los profesionales para postular a los cargos estatales. Se cuentan muchos mitos como la burocracia y la inestabilidad política, por lo que habría que hacer más marketing de estos puestos.

2 ¿Son temores fundados?
Respecto a la burocracia, con el promedio de las empresas, sí. Pero hay empresas como las transnacionales y mineras que pueden tener una mayor burocracia. Aquí lo que pasa es que hay un desconocimiento del mundo Estatal.

3 ¿En las universidades sólo se prepara para el mundo privado?
Sin duda, los estudiantes no conocen los sistemas del Estado y el sesgo es súper privado, están entrenados para esto. Aquí tenemos un curso que es de los más populares, pero es sólo uno.