El millonario fiasco de la empresa que proveerá la seguridad en los JJOO




La admisión de  G4S -la empresa que estará a cargo de la seguridad en los Juegos Olímpicos de Londres- de que va a necesitar al ejército británico para ayudar a cubrir la seguridad en los Juegos es el segundo vergonzoso contratiempo para el mayor grupo de seguridad en el mundo en menos de un año.

Hace apenas ocho meses, la compañía de seguridad perteneciente al FTSE 100 fracasó en su audaz oferta de £5.200 millones para adquirir ISS, una compañía danesa de limpieza.

Ahora Nick Buckles, el director ejecutivo, se debe estar preguntando si la compañía de nuevo ha mascado más de lo que podía tragar.

Buckles había esperado que los JJOO le entregaran un impulso en las relaciones públicas que pavimentaría el camino para más acuerdos corporativos para así apaciguar un poco a los inversionistas que todavía están recuperándose de la debacle de ISS.

Aunque el contrato para proveer la seguridad de los Juegos tiene un valor de £284 millones para la compañía y representa menos del 4% de las ventas anuales del grupo por £7.700 millones, las presentaciones a los inversionistas hicieron hincapié en las oportunidades que podrían ganarse como resultado del Mundial de fútbol en Brasil y los siguientes JJOO en Río de Janeiro en 2016. Sin embargo, la empresa ayer anunció que renunciará a presentarse al concurso para esos eventos.

El fracaso en proporcionar el equipo de seguridad entrenado amenaza con golpear la reputación del grupo y disminuir el flujo de los contratos. La empresa informó la semana pasada que esto le podría significar pérdidas por £50 millones, ya que sería incapaz de proporcionar los 14.400 guardias que se habían acordado.

Todavía no está claro si G4S logrará entrenar y acreditar una cantidad suficiente de personal a tiempo con la ceremonia realizándose la próxima semana, sin embargo una persona cercana a la compañía admitió que el grupo no está logrando ajustarse al cronograma.

“Cuando se trata de reunir a la gente ideal en el lugar correcto y en la hora adecuada, nos hemos dado cuenta de que no hemos llegado ahí en realidad”, detalló una fuente a Financial Times. “Algunas personas no tenían la acreditación correcta, algunos no tenía los uniformes correctos, algunos no tenían la especialidad correcta, como para los rayos x”, agregó.

G4S, que dirige la seguridad en seis cárceles privadas y está involucrada en servicios policiales, así como también en el programa de asistencia social para el trabajo y centros de detención de inmigrantes en el Reino Unido, ya se ha convertido en un pararrayos de las críticas del cada vez mayor rol interpretado por el sector privado en la provisión estatal.

La semana pasada, la policía de Surrey (al sudeste de Inglaterra) anunció que iba a dejar de lado su participación en el mayor contrato de privatización de policía en Gran Bretaña, una asociación de £1.500 millones con las fuerzas de West Midlans, donde G4S esperaba ser un participante importante.

Blair Gibbs, jefe de justicia y crimen en “Política de Intercambio”, un think tank con tendencia de derecha, es entusiasta sobre el involucramiento del sector privado en la justicia y los servicios de seguridad.

Sin embargo, señaló que hay “grandes temas de reputación” cuando un importante contrato como el que hay entre el Comité Olímpico de los Juegos de Londres (Locog, su sigla en inglés), y G4S al parecer terminará mal. Los analistas estuvieron divididos sobre el impacto en la firma en el largo plazo pero sugirieron que el impacto financiero inmediato será mínimo, incluso si se imponen cargos penales.

La firma ha tenido presencia en las estaciones de policía por años, entregando seguridad para 500 de éstas  y administra 30 custodias de hoteles.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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