La economía de Brasil tiene que sacarle ventaja al Mundial de Fútbol 2014




Un anuncio publicado por el gobierno de Brasil este mes expone los beneficios económicos a un público escéptico de la Copa del Mundo, que comienza la próxima semana. Para disipar los temores de que el gobierno está perdiendo dinero en los estadios, habrá 17.600 millones de reales (US$7.800 millones) invertidos en transporte público, dice el anuncio. El gasto en salud y educación es 100 veces mayor que el costo de 8 mil millones de reales en las sedes . “Apoyamos a Brasil, no sólo a nuestra selección”, indica.

Si la mitad de los anuncios acerca de los beneficios de la Copa del Mundo a la economía brasileña resultan ser ciertos - como que el evento va a crear 710.000 puestos de trabajo - la actividad extra no podría haber llegado en mejor momento.

No se trata sólo de que el crecimiento del PIB en el primer trimestre fue preocupantemente frágil; ni que la tasa de desempleo para el mismo período, publicado el lunes, haya marcado 7,1%, desde 6,2% el último trimestre de 2013. A medio plazo,  el panorama es sombrío.

Muchos economistas creen que sin importar quién gane las elecciones presidenciales de octubre, el gobierno se verá obligado a tomar algunas decisiones difíciles en 2015 para dar fin a las distorsiones en la economía, que incluyen el aumento del gasto fiscal, inflación persistente y controles de precios.

“Todo el mundo espera un cierto ajuste el próximo año”, dijo Ilan Goldfajn, economista jefe de Itaú- Unibanco.

La economía de Brasil ha perdido su espíritu animal.

El crecimiento del PIB en el primer trimestre fue 0,2% en comparación con el cuarto trimestre. La mayor parte del crecimiento en el primer trimestre vino de gastos del gobierno -  el consumo privado disminuyó por primera vez desde la crisis de la eurozona en el tercer trimestre de 2011- . La inversión también se redujo por debajo 5% en nueve meses.

La tasa de inversión es de 17,7% del PIB, la menor en cuatro años, mientras que la tasa de ahorro es de 12,7%, la más baja en al menos 15 años. Los economistas creen que Brasil necesita una tasa de inversión de alrededor de 22% para sostener un mayor crecimiento.

Alberto Ramos, economista de Goldman Sachs, dijo que el principal culpable de la baja tasa de ahorro fue el gobierno, que sigue aumentando los gastos no relacionados con inversiones.

La mayoría de los economistas se muestran escépticos de que el gobierno sea capaz de cumplir su objetivo de un superávit fiscal primario (el superávit antes del pago de intereses) de 1,9% para 2014, y culpan de los problemas de Brasil a una estrategia por parte del gobierno de centro-izquierda de la presidenta Dilma Rousseff de tratar de impulsar el crecimiento a través del control de la dirección de las divisas, tipos de interés y la inflación. Para ella, dado el estado de la economía, ganar las elecciones dependerá de cómo los brasileños evalúen el mundial.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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