La Reserva Federal advierte de pruebas de esfuerzo todavía más estrictas




La Reserva Federal advirtió a los bancos en EEUU que las pruebas para medir su capacidad de sobrevivir a una crisis financiera serán más difíciles, con nuevas evaluaciones de riesgo y chequeos regulares para asegurarse de que arreglen cualquier debilidad identificada durante el proceso.

Ayer, el gobernador de la Reserva Federal, Daniel Tarullo, quien está a cargo de los asuntos regulatorios de la agencia, dijo que esperaba que se centrara mayor atención en macro elementos de los llamados tests de estrés, como las exposiciones compartidas por múltiples bancos, y el riesgo que suponen para el sistema financiero general.

Las pruebas anuales de la Fed, y los ejercicios vinculados de planificación de capital, son críticos para los bancos estadounidenses porque les dan un dictamen sobre si tienen la fortaleza suficiente para incrementar dividendos para los accionistas o recomprar más acciones. De manera similar, para subsidiarias estadounidenses de bancos extranjeros, las pruebas determinan si las empresas de EEUU pueden pagarle más dividendos al grupo de la empresa matriz.

“No consideramos a las pruebas de esfuerzo supervisoras y a los Análisis y Revisión Integral de Capital (CCAR, su sigla en inglés) como productos terminados”, mencionó Tarullo. “De hecho, nunca debiéramos considerarlos como productos terminados, ya que hacerlo sería pasar por alto los cambios en la economía real, innovaciones financieras, y cambios en las correlaciones de activos a través de empresas”.

Tarullo dijo que la Fed también podría probar si las instituciones más débiles vulnerables a shocks financieros podrían verse forzadas a “liquidaciones” en una crisis, dañando a otras compañías como resultado.

Agregó que las pruebas podrían hacer más suposiciones sobre los mayores costos de financiamiento, o la reducción de financiamiento, en escenarios de estrés.

En su discurso, Tarullo contó que los estándares para los bancos más grandes eran los más estrictos, y que no era suficiente para ellos cumplir con los estándares mínimos de planificación de capital.

También señaló que los estándares de manejo de riesgo y planificación de capital que se necesitaban para pasar las pruebas se irán incorporando cada vez más al programa de supervisión de la Fed, lo que implica que los bancos tendrán que mantener su vigilancia, en lugar de concentrar esfuerzos en pasar una prueba una vez por año.

“Los tornillos se siguen apretando, especialmente en los bancos más grandes y complejos”, dijo la analista bancaria de Portales Partners en Nueva York, Jennifer Thompson. “Verás que las reglas seguirán evolucionando, pero que no se van a poner más fáciles”, señaló.

A inicios de este año, Citigroup y las unidades estadounidenses de HSBC, Royal Bank of Scotland y Santander estuvieron entre los bancos que no pasaron las pruebas de esfuerzo de la Fed por cuestiones “cualitativas”, relacionadas a sus modelos y controles internos, y no en la cantidad de capital que tenían. El martes, la Fed dijo que aquellos bancos no tendrían que volver a presentar sus planes de capital para este año, dándoles tiempo para enfocarse en preparar bien sus propuestas para las presentaciones del próximo año, que vencerán el 5 de enero.

Pero ayer, Tarullo rechazó las sugerencias de que la Fed tenía que hacer reprobar al menos a un banco por año por razones cualitativas, para así mostrarse como estricto. “Este no es un torneo de la PGA, no hay un corte premeditado que algunos participantes echarán de menos”, contó.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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