Los factores que incidieron en el exitoso crecimiento con el que China terminó 2017

China

El gigante asiático superó las expectativas económicas del FMI e incluso de la propia administración china, que se había propuesto como piso de 6,5% para el año pasado.




En términos de expansión, 2017 dejó un registro récord para China. La segunda economía a nivel mundial creció 6,9%, superando todas las expectativas, de acuerdo a lo informado por la oficina nacional de estadísticas del país asiático.

De esta forma dejó atrás el 6,8% que pronosticó el FMI, así como el 6,5% que se autoimpuso el Gobierno de Xi Jinping.

La cifra de 6,9%, que muestra una nueva fase de aceleración, la primera desde 2010, superó en dos puntos porcentuales a la lectura de 2016.

El resultado

China tuvo un positivo cuarto trimestre, con un aumento de su PIB en 6,8%, respecto al año anterior. Ese resultado fue suficiente para lograr el promedio anual que terminó por superar a las expectativas.

Para Anthony Saich, economista de la U. de Harvard, "los dos factores principales son el impacto de la financiación del estímulo continuado, es decir, la inversión estatal que podría aumentar los niveles de deuda futura y el repunte de la economía mundial, que ha llevado a una mejora en las exportaciones". Por otro lado, y en forma paradójica, agrega que "estas son precisamente las medidas de las que China intentaba alejarse como el principal motor del crecimiento".

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De acuerdo a un indicador de la consultora Capital Economics, China tuvo el nivel de expansión más rápido desde 2013, con un aumento que llegó a 6% desde 5,1% en 2016 y sólo 4,1% en 2016. Siguiendo esa línea, subrayaron que los países con que China mantiene relaciones comerciales atraviesan por una situación parecida: "el resto de las exportaciones mundiales a China aumentaron el año pasado a la tasa más rápida desde 2011", indicaron.

Además, señala que las exportaciones brutas de bienes y servicios corresponden en valor a menos del 20% del PIB del país asiático el año pasado, en comparación a un máximo de 36% en 2006. Estas cifras se asimilan a India, pero son menores ante Reino Unido (28%) o Alemania (46%), aunque superan a EEUU (12%).

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Una lectura menos alentadora realiza Nicholas Lardy, del Peterson Institute for International Economics, quien plantea que la diferencia entre el crecimiento logrado por China y la cifra que manejaban las proyecciones no es significativa.

El economista señaló que "todo lo que realmente podemos decir es que la economía parece haberse fortalecido un poco en 2017 y que entrará en 2018 con mayor fuerza que en el inicio de 2018".

Por su parte, Saich no cree que la actual cifra pueda decir mucho sobre el futuro de la segunda mayor economía, pese a destacar que fue el primer aumento en el crecimiento del PIB durante varios años.

Mark Williams, de Capital Economics, destaca los buenos resultados, destacando que "un cambio en China contribuyó a un amplio repunte de la economía mundial en 2017".

Por otro lado, el economista estadounidense es cauto en su mirada al futuro, considerando que el FMI proyectó para 2018 un crecimiento de 6,5%.

Por esto, agrega que "la continua fortaleza de la demanda externa debería ayudar a amortiguar parte de la desaceleración que esperamos en la economía interna de China este año. Pero no evitará que el crecimiento se debilite".

De hecho, los pronósticos no sólo anticipan una caída del PIB este año, sino que ven una contracción gradual al menos hasta 2022, cuando crecería 5,8%.

Efectos para el cobre

Si bien los datos de crecimiento de la economía de China no generaron variaciones en el precio del cobre, frente al cierre del miércoles, sí hubo leves alzas en contratos futuros y a tres meses hubo un aumento de 0,2%, mientras que al 18 de diciembre de 2019 el alza fue de 0,28%. Finalmente, proyectado al 16 de diciembre de 2020, el incremento también fue de 0,28%.

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