Myanmar: el despegue económico de un país que vuelve a componerse
Cerca de la orilla del histórico río Yangon el lunes pasado, la agitación en el Centro de Intercambio de Divisas Thein Phyu vino de la noche a la mañana no sólo por la noticia de que Aung San Suu Kyi y su partido opositor Liga Nacional para la Democracia habían tenido una victoria aplastante en las elecciones parlamentarias. También fue el primer día de operaciones a una tasa de mercado recién liberalizada para el kyat, la moneda local.
La tasa de apertura de 818 kyat contra el dólar estaba muy lejos de la tasa oficial anterior de 6,4 kyat por dólar. El cambio es el más importante de una serie de reformas financieras en el país del sudeste asiático, al tiempo que sus gobernantes militares comienzan a soltar el poder.
"Es un nuevo sistema, una nueva era - y espero que también una nueva política", dice un joven en el recién inaugurado centro de intercambio, un emprendimiento de seis bancos comerciales, donde un letrero digital brillante, ocupa el lugar de honor.
En las afueras, viejos taxis pasan por los últimos edificios en ruinas. Los cortes de energía han empezado de nuevo, a pesar de las abundantes reservas de gas natural de Myanmar. En las aceras rotas, una plaza con teléfonos antiguos ofrece llamadas locales por el equivalente a 10 centavos de dólar.
En un país con un ingreso per cápita de apenas US$800 al año, los celulares y los computadores se limitan a las clases acomodadas. Las tarjetas SIM para los teléfonos móviles cuestan desde US$3.000, y la mayoría de los hogares carece de conexiones de telefonía fija e internet. No hay cajeros automáticos para el uso de los extranjeros, y sólo uno o dos para los clientes locales. Las tarjetas de crédito son aceptadas sólo por unos pocos hoteles de alto nivel. Al igual que muchas otras cosas, esto va a cambiar - particularmente si, como se espera, los gobiernos occidentales alivian las sanciones que han contribuido a paralizar la economía.
Sin embargo, ya el gobierno reformista está realizando los cambios a una velocidad vertiginosa. Una ley de inversión extranjera más liberal saldrá a sustituir el restrictivo código existente en cosa de semanas. Además, se acaba de aprobar un proyecto de ley del uso del suelo para mejorar los derechos de los agricultores, que constituyen cerca de tres cuartas partes de la población de casi 60 millones. También hay en marcha fuertes reformas en materia financiera, bancarias y otras reformas económicas.
LA RUTA HACIA EL SIGLO XXI
En conjunto, las medidas económicas constituyen la primera línea de reformas audaces desatadas por el gobierno del presidente Thein Sein, desde que tomó el poder hace poco más de un año. Thein Sein, un ex general conocido por su bajo perfil y la falta de lazos comerciales acogedores, ha asombrado a sus compatriotas y al mundo con su determinación de llevar a Myanmar al siglo 21. Este impulso se debió a una toma de conciencia de los generales: décadas de mala gestión económica, sumadas al aislamiento diplomático habían puesto al país de rodillas en 2010.
Para ese entonces, Myanmar estaba entre los países más pobres en los índices globales. Es difícil imaginar que era la estrella en ascenso de Asia a comienzos de los '60, el mayor exportador mundial de arroz, con una fuerza laboral educada y un buen funcionamiento del sistema económico y jurídico. Una agencia de la ONU describió al país en su momento como la nación con "más probabilidades de quedar completamente industrializada" frente a sus vecinos.
El gran problema vino tras el golpe de 1962 que llevó al poder a los militares, los cuales acabaron con la tendencia positiva, y llevaron a décadas de estancamiento.
Junto con esto llegaron las sanciones de Occidente, que llevaron a Myanmar a un punto donde depende de China para más de 70% de la inversión extranjera directa.
Pero ya en enero, el FMI señaló que veía "gran potencial de crecimiento" para el país. Citando mayores exportaciones de materias primas y una mayor inversión, apoyada por el robusto crecimiento del crédito y la mejora de la confianza empresarial, se estima un crecimiento económico de 5,5% en el año fiscal 2011-12 y 6% en 2012-13. Recientemente, el gobierno elevó su estimación a cerca de 7% para el año fiscal en curso.
"Myanmar se encuentra en el mismo lugar que China a principios de 1979, cuando Deng Xiaoping dijo: tenemos que hacer algo nuevo. Myanmar se está abriendo", indicó Jim Rogers, el inversionista multimillonario de EEUU, en una conferencia en Singapur. "Si yo pudiera poner todo mi dinero en Myanmar, lo haría.", agregó. El país, como Rogers señaló, está "justo entre China e India, tiene 60 millones de personas, muchos recursos naturales, agricultura, metales, energía... lo tiene todo".
Las empresas occidentales están muy interesadas en acceder al país rico en recursos. Las reformas incluyen un código de inversión extranjera, el cual ofrecerá fuertes incentivos para que las empresas se establezcan en Myanmar. "Las empresas asiáticas se están posicionando para un crecimiento económico más rápido en Myanmar a medida que se aplican las reformas económicas", plantea Rajiv Biswas de IHS Global Insight.
© The Financial Times Ltd. 2011
DEBES SABER
¿Qué ha pasado?
Tras décadas de que Myanmar estuviera sumergido en una dictadura militar, la economía de este país asiático ha vuelto a resurigir de la mano del nuevo líder, Thein Sein el cual ha liberalizado la economía del país.
¿Por qué es importante?
Antes de caer en un abismo económico, Myanmar era la gran promesa del continente asiático. Hoy la liberalización ha impulsado la inversión, generando una gran expectativa en las empresas de Asia y del resto del mundo.
¿Qué se espera a futuro?
El saldo a futuro es positivo: se espera que la demanda de empresas por entrar al país continuará creciendo este año.
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