El "activismo monetario" de Pablo García bajo la lupa de los expertos

"Lo principal es observar lo que está pasando y reaccionar con la tasa de interés". Esa frase corresponde a una de intervenciones del consejero del BC Pablo García en junio de este año, el voto disidente en la decisión de mantener la TPM en 2,50% en la reunión del jueves. Y resultan indicativas de lo que se califica como "activismo monetario" del cual García sería ejemplo, y que apunta a acciones más prontas de política monetaria ante cambios del escenario económico. Es que no es la primera vez que el doctor en Economía del MIT rompe el consenso con sus pares del Consejo: también ocurrió en diciembre de 2016 y en dos ocasiones en 2017 -julio y agosto- y en todas, votó por reducir la TPM.

Más allá del calificativo, el análisis de fondo es cómo se evalúa la decisión del BC. Y varias voces coinciden que debió bajar la tasa este jueves.

El expresidente del BC Roberto Zahler señaló en Pauta Bloomberg que "nos vamos a quedar atrás de nuevo", apuntando a que la mayoría de los bancos centrales están bajando sus tasas de instancia y que "el BC ha estado bastante atrasado" en sus decisiones.

Por su parte, Alejandro Fernández de Gemines, complementa que "es discutible si es necesario que el BC sea más activo, porque muchas veces no hay suficiente información, no obstante, en esta ocasión quizás Pablo García tenía razón, el escenario está lo suficientemente débil para bajar la tasa", opinión que comparte Patricio Rojas, de Rojas y Asociados: "Estoy mucho más de acuerdo con Pablo García, es evidente que la economía chilena se desaceleró más de lo que se estaba esperando", dijo.

Con una mirada diferente, Guillermo Le Fort del Grupo de Política Monetaria subraya la recomendación que entregaron antes de la reunión. "Dijimos que conviene tomar una pausa y ver qué decisiones toma por ejemplo la Reserva Federal y bajas más adelante. La política monetaria tiene sus límites".