Las esperanzas de que la zona euro pueda evitar una recesión recibieron un impulso cuando Alemania desafió las expectativas al informar de otro trimestre de crecimiento económico, aunque el impulso se desaceleró drásticamente en Francia y España.

El aumento de los precios de la energía, la inflación récord y la subida de los tipos de interés están lastrando la producción en todo el continente en el tercer trimestre, a medida que se desvanece el derroche en ocio y turismo tras el cierre.

Pero los datos del viernes mostraron que Alemania consiguió crecer un 0,3% entre julio y septiembre. El crecimiento de los precios al consumo en la región fue desigual. En Italia, se superaron las estimaciones y se alcanzó el máximo de la era del euro, mientras que en España se situó muy por debajo de las estimaciones.

La serie de publicaciones llega justo antes de lo que se perfila como un invierno difícil para Europa. Mientras el clima inusualmente cálido da un respiro a las facturas de calefacción, los gobiernos están gastando cientos de miles de millones de euros para aliviar la crisis del coste de la vida.

El Banco Central Europeo se apresura a volver a controlar la inflación, pero pronto podría agravar el problema al elevar los tipos más allá de los niveles que favorecen el crecimiento económico. El jueves subió los costos de los préstamos en 75 puntos básicos por segunda vez consecutiva.

“La economía alemana evitó entrar en recesión en el tercer trimestre, a pesar de que la inflación, que alcanzó niveles récord, redujo el gasto de los hogares y elevó los costes de las empresas. Sin embargo, dado que es probable que aumente la repercusión del aumento de los costes energéticos en los hogares, esperamos una contracción en el cuarto trimestre y en el primer trimestre de 2023.” dijo el economista Martin Ademmer:

El crecimiento de la mayor economía europea se aceleró hasta el 0,3% respecto al trimestre anterior entre julio y septiembre, sorprendiendo a los analistas que habían estimado que la producción se había contraído un 0,2%.

Aunque el gobierno alemán está diseñando subvenciones para la mayor parte del consumo de gas natural después de que Rusia redujera los envíos, el Bundesbank ve que la producción se reducirá “considerablemente” este invierno.

La economía española se desaceleró drásticamente en el tercer trimestre, ya que la rápida inflación frenó el consumo tras el sorprendente aumento de la actividad durante el verano.

El producto interior bruto avanzó un 0,2% respecto a los tres meses anteriores, justo por debajo de la estimación media del 0,3% en una encuesta de Bloomberg entre analistas. La caída del gasto de los hogares y el debilitamiento de las exportaciones lastraron la actividad de la cuarta economía de la zona euro, según los datos publicados el viernes.

Sin embargo, la inflación se desaceleró por tercer mes consecutivo en octubre, ya que los costes de la energía siguieron disminuyendo. Los precios al consumo aumentaron un 7,3% con respecto a hace un año, por debajo del 9% de septiembre y del 8,1% que esperaban los economistas. La inflación ha descendido desde el máximo del 10,7% alcanzado en julio, ya que el gobierno intervino para limitar los costes de la energía.

El crecimiento francés se ha ralentizado hasta el 0,2% desde el 0,5%, gracias a la fuerte inversión, aunque el consumo privado se ha estancado y el comercio ha sido un lastre.

Pero la expansión se detendrá este trimestre, según la agencia de estadísticas Insee, que también prevé que la inflación alcance un récord en diciembre. Con tanta incertidumbre, el Banco de Francia ha emitido una serie de previsiones para 2023, que van desde una contracción del 0,5% de la producción hasta una expansión del 0,8%.

La reacción de los hogares a la reducción de las ayudas públicas a partir de enero será clave. Las empresas también podrían tener que lidiar con un menor apoyo después de que el ministro de Economía, Bruno Le Maire, advirtiera que sería peligroso para las finanzas públicas ofrecer garantías ilimitadas.

El viernes, una publicación separada mostró que el gasto de los consumidores en el tercer trimestre disminuyó un 0,5% respecto a los tres meses anteriores, con un gasto en alimentos que disminuyó, mientras que la proporción de energía aumentó.