Aterrizaje forzoso
"Chile enfrentará uno de los años más desafiantes en décadas en 2022. El necesario ajuste fiscal, que implicará una caída en el gasto público de 22,5% real el próximo año, y la dilución progresiva de la abundante liquidez, obligará a las familias y a las empresas a enfrentar un nuevo clima económico sin el maquillaje temporal que implicaron los bonos fiscales y los retiros de las AFP".
Los datos del tercer trimestre revelan que la economía chilena está volando. A punta de retiros de los fondos previsionales y de ayudas fiscales, la expansión anualizada respecto al segundo trimestre de este año -usando la serie desestacionalizada- llegó a 21%, impulsado por una demanda interna descontrolada y revelando una reaceleración respecto al registro inmediatamente anterior (de 6,6%).
¿Es sostenible este ritmo de crecimiento? Lo cierto es que Chile enfrentará uno de los años más desafiantes en décadas en 2022. El necesario ajuste fiscal, que implicará una caída en el gasto público de 22,5% real el próximo año, y la dilución progresiva de la abundante liquidez, obligará a las familias y a las empresas a enfrentar un nuevo clima económico sin el maquillaje temporal que implicaron los bonos fiscales y los retiros de las AFP.
Por su parte, el empleo parece haber recuperado buena parte de lo perdido ya que, según los datos conocidos por la encuesta de la UC, a octubre se ha recuperado el 90% de lo perdido durante la pandemia. Sin embargo, nada asegura que los puestos de trabajo creados en los últimos meses serán permanentes, sobre todo si se materializan las expectativas de una ralentización del crecimiento en el segundo semestre de 2022.
La situación externa para Chile también es desafiante. Los datos de actividad de China -principal socio comercial de Chile- muestran señales preocupantes en el sector inmobiliario, mientras la actividad industrial crece, pero a un ritmo muy por debajo de su registro prepandemia. Europa, por su parte, nos recuerda que la pandemia todavía no ha desaparecido y una cuarta ola amenaza su recuperación económica. Los indicadores líderes en Estados Unidos, y en particular los datos de empleo, revelan una rápida recuperación económica, pero paradójicamente este mayor dinamismo puede acelerar el retiro de estímulos monetarios y fiscales con efectos negativos sobre los países emergentes.
Pero quizás el principal riesgo que enfrenta la economía chilena es la inflación. En octubre el precio de alimentos que calcula la FAO registró un alza interanual de 31,8%, su nivel más elevado desde julio de 2011. El petróleo escala a niveles en torno a los US$80 dólares el barril y fuerza a los países industrializados a coordinarse para contener alzas adicionales. En el plano local, el IPC escaló en octubre al 6% -el doble del objetivo del Banco Central- a su mayor nivel en más de una década.
El boom de gasto interno se esfumará el próximo año y en el escenario más probable tendremos una recesión económica en el segundo semestre, con escaso margen fiscal y con una política monetaria intentando contener presiones inflacionarias.
Cuando un avión se ve forzado a aterrizar se prueban como nunca las competencias del capitán. Ya veremos cómo se maneja el próximo piloto económico.
* El autor es economista
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