CEO de Evo Payments, socio de BCI, por plebiscito: “Seguimos confiados en el futuro del país”

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James G. Kelly habla de la alianza que tienen con Bci para lanzar la red de adquirencia, cuenta por qué les interesó Chile, los planes que tienen en el país, y entrega su visión sobre los medios de pago en medio del coronavirus.


Fue en mayo de 2019 cuando Bci anunció que constituiría un joint venture con Evo Payments para lanzar su propia red de adquirencia, empresa estadounidense que cotiza en Wall Street (Nasdaq: EVOP), opera en más de 50 mercados, y tiene una capitalización bursátil de US$1.998 millones.

El CEO de Evo Payments, James G. Kelly, cuenta que fue hace poco más de dos años cuando se pusieron en contacto con Bci.

“Desde que compramos el negocio de adquirencia de Citibanamex, en septiembre de 2015, hemos mantenido nuestro interés por continuar expandiéndonos en América Latina. Chile siempre ha representado una atractiva oportunidad de inversión, dada la salud de su economía, el alto nivel de comercio exterior y sus sólidas instituciones financieras, así como el nivel de uso de tarjetas por parte de los consumidores y la aceptación de éstas por parte de los comercios”, detalla.

Actualmente Evo Payments obtiene cerca del 60% de sus ingresos de mercados fuera de EEUU. “Tenemos un compromiso financiero significativo con Chile como nuevo socio, lo que incluye la contratación de personal a nivel local y el traslado de nuestras capacidades al mercado chileno. La nueva empresa ya tiene a varios miembros de Bci dentro del equipo senior de liderazgo. Esto permitirá una alineación continua entre Evo y Bci”, dice Kelly.

Asimismo, explica que “una vez que hayamos recibido la aprobación regulatoria para iniciar operaciones, contrataremos un completo equipo local, que incluirá fuerza de ventas local, profesionales de producto y otras funciones de apoyo. Asimismo, ya hemos habilitado nuestros sistemas para poder procesar transacciones en Chile”.

Consultado respecto de si les preocupa lo ocurrido en el país con el estallido social y la discusión de una nueva Constitución, Kelly afirma: “Seguimos confiados en el futuro del país. Chile es una economía orientada al mercado con fuertes instituciones financieras y un alto nivel de comercio exterior, y seguimos creyendo que habrá muchas oportunidades para satisfacer las necesidades de los comercios en todo el país”.

En esa línea, agrega: “Nuestra asociación con Bci es un compromiso a largo plazo para apoyar la facilitación de los medios de pago en el mercado. Hoy hay más de 600.000 comercios en Chile y se estima que solo el 40% acepta pagos con tarjeta”.

Sobre lo que implica la pandemia para la solución que quieren entregar, dice que “Evo también tiene diferentes productos que resuelven los problemas de los comercios a medida que los negocios se adaptan a la nueva realidad del Covid. Hemos tenido éxito al proporcionar a los comercios presenciales las herramientas necesarias para establecer una presencia en línea, o al ofrecer a los retailers la posibilidad de aceptar pagos a través de dispositivos móviles, así los consumidores pueden ser recibidos fuera de las tiendas o son menos propensos a entregar sus tarjetas a los vendedores, evitando el contacto físico (...) En nuestro negocio mexicano, hemos visto fuertes tendencias de adopción del comercio electrónico, incluyendo nuevos comercios que adoptan el comercio electrónico y un aumento significativo en las transacciones e-commerce, a medida que el mercado se ajusta al entorno de Covid”.

Hoy en Chile está Transbank; Compraquí, de BancoEstado; Multicaja, también se sumó Santander, y Evo Payments con Bci.

¿Existe espacio para que ingresen más actores con redes de adquirencia? Kelly cree que “Chile tiene actualmente un número relativamente pequeño de adquirentes, pero como se trata de un líder en América del Sur, la apertura de su mercado de pagos seguirá atrayendo la competencia, como lo ha hecho en otros países. En este sentido, creemos que la entrada de nuevos actores ayudará al mercado en lo que respecta a la ampliación de la aceptación de las tarjetas y la ampliación de la amplitud de las soluciones disponibles, que era el objetivo inicial de los reguladores. Además, creemos que la apertura del mercado de pagos chileno podría ser un catalizador para que otros países de la región adopten un modelo similar”.

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