Clubes sociales: cómo se han adaptado al covid y al distanciamiento

Clubes sociales

Rebajas en las cuotas sociales, foco en el delivery, eventos online y deportes a través de internet son algunas de las prácticas que han tenido que realizar estos recintos para paliar el efecto de estar cerrados durante meses. Pero también ha sido la oportunidad de hacer remodelaciones. Todo, en un negocio que se basa en el relacionamiento presencial. Algo nada fácil por estos días.


La imagen clásica de un golfista se emplaza en un escenario al aire libre. Con mucho espacio y tranquilidad. Incluso, a veces solitario. Pero para jugar este deporte se necesita una serie de instalaciones y una cancha administrada por lo general por un club,el cual, al igual que cualquier actividad, tiene restricciones sanitarias producto de la pandemia.Este tipo de instalación es muchas veces un escenario ideal para… hacer negocios.

Para masticar decisiones que luego se complementan en reuniones o actividades de trabajo. Los clubes sociales viven de las cuotas de sus socios y de otras áreas como restaurantes, arriendo de canchas y eventos, por lo que también han sido muy golpeados económicamente al estar varios meses cerrados. Algunos tienen una amplia espalda financiera, como es el caso de Hacienda Santa Martina y otros -como el Club 50-, han sobrevivido gracias a la fidelidad de sus socios.

PULSO Domingo habló con cuatro de los más importantes representantes de estos lugares de la Región Metropolitana, quienes contaron cómo han “surfeado” estos tiempos y de qué forma ven la preparación de cara a abrir ciertas áreas de negocio bajo la nueva normalidad. Otros actores como el Prince of Wales Country Club, el Club de Polo y Equitación San Cristóbal o el Club de Golf Los Leones (quienes prefirieron no hablar al respecto), ya muestran en sus sitios web los espacios que están abriendo a sus socios, donde, claramente, los deportes son los protagonistas. Tímidamente ya se establecen horarios para los club house, los restaurantes e, incluso, para las piscinas, en la medida que se acercan los meses más cálidos.

Club 50: Delivery y cuotas sociales:la clave de la sobrevivencia

El Club 50 (exsede oriente del Club de la Unión), ubicado en Av. El Golf a pasos de Apoquindo, no está enfocado en la familia, sino que es un espacio donde sus mismos socios son los dueños, y tiene como objetivo, principalmente hacer negocios, lo que a su vez también lo diferencia de un centro de eventos clásico. Tampoco su foco son los deportes, como los otros clubes. Antes de la pandemia había cerca de 900 socios y hoy son unos 830, por lo que -según José Antonio Zegers, gerente general del Club 50- la baja no ha sido muy significativa.

De hecho, una de las características de este lugar es que tanto el ingreso como la salida de miembros es muy dinámica, debido a que su público objetivo son, en su mayoría, las personas que trabajan en las oficinas del ‘Sanhattan’, las que frecuentemente están cambiando de compañías o de locación. “El problema es que ahora casi no ha habido nuevos ingresos”, indica Zegers.El caso de este recinto también difiere del resto porque, debido a su ubicación, tuvieron que empezar a cerrar sus puertas desde el estallido social de octubre del año pasado. O sea, llevan casi un año en una compleja situación. Cerraron los restaurantes, el gimnasio y, lógicamente, el área de eventos presenciales, en los que se incluyen seminarios, encuentros y matrimonios, entre otras actividades."Nos hemos tenido que reinventar. Por ejemplo, nuestros mismos colaboradores están haciendo delivery de platos, con todos los protocolos necesarios.

Por otro lado, los seminarios, cursos y reuniones son todos virtuales, donde ya teníamos experiencia al respecto. Incluso, hemos logrado realizar convenios con las empresas que trabajaban con nosotros en esa línea, para llevarles comida a sus casas a los participantes de los eventos", cuenta el gerente general del Club 50. En tal contexto, Zegers estima que las actuales ventas representan cerca de un 30% de las de un periodo normal. “No es fácil sobrevivir casi un año. El delivery y la cuota social son los que nos han ayudado. Aquí ha sido importantísimo el sentido de propiedad de los socios. Ellos se sienten parte de este lugar y eso lo hemos notado”, sostiene.

En materia de colaboradores, de los 105 trabajadores que eran antes de la pandemia tuvieron que desvincular a cerca de un tercio, mientras que otro tercio se encuentra suspendido bajo la Ley de Protección al Empleo. Ahora, ya de cara a la reapertura, el timonel del Club 50 es categórico al afirmar que tienen todo listo. “No tenemos terraza, pero sí una ventaja diferenciadora con respecto a otros restaurantes: una gran cantidad de metros cuadrados y varios salones. Antes de la pandemia ya teníamos incorporado el concepto de distanciamiento. Este es un centro de negocios donde no siempre quieres que la gente de al lado oiga lo que estás conversando. Hay muchos baños, mesas más grandes, además de sistemas de higiene y desinfección, tres cocinas y protocolos de seguridad, entre otros elementos. Así que si la autoridad nos dice que abramos ¡lo hacemos mañana mismo!”, señala José AntonioZegers.

Sport Francés: Deportes online y bicicletas de spinning a domicilio

“Al principio fueron tiempos muy difíciles. Adaptamos todas nuestras reuniones de manera virtual, incluso nuestra junta anual de accionistas y asamblea de socios”. El comentario de Sebastián Vicuña, gerente general de Sport Francés, se refiere a este conocido club ubicado en la comuna de Vitacura, cuyas instalaciones para los socios quedaron totalmente cerradas desde el 16 de marzo hasta el 13 de agosto. Algo no menor para uno de los clubes más antiguos de Chile, que actualmente cuenta con cerca de 1.200 socios. “Tuvimos que reinventarnos con venta de comida delivery y todo tipo de clases de deportes online. Incluso llegamos a repartir las bicicletas de spinning a nuestros socios para que pudieran continuar con la actividad desde sus casas, guiada por nuestros profesores de forma remota”, dice Vicuña, y agrega “nos sentimos orgullosos de lo logrado y nuestros socios lo agradecieron mucho”.Uno de los factores clave, según indican en este lugar, fue que justamente los miembros siguieron apoyando con el pago de cuotas sociales, lo que les permitió continuar pagando las remuneraciones a los 150 empleados, sin tener que suspender laboralmente a ninguno o entrar en procesos de desvinculación.

También han aprovechado estos meses para hacer algunas remodelaciones, como en en la cafetería del Hoyo 9, y en la terraza del Club House donde se instalará un nuevo ascensor, según explican en su sitio web.Desde la reapertura han implementado estrictos protocolos sanitarios, incluyendo reserva de canchas y pago online, toma de temperatura, uso de mascarillas y distanciamiento social. Solamente se pueden hacer deportes al aire libre de acuerdo a normas y aforo exigidos por el Ministerio de Salud. Por ejemplo, se puede jugar tenis sólo en singles, y los jugadores de golf deben llevar ellos mismos todos sus implementos. Actualmente, los camarines se encuentran cerrados. Dado que los eventos, restaurantes, bar y todo tipo de actividades sociales se encuentran aún suspendidas, el flujo de gente en el club no debe superar el 30% con respecto a tiempos normales, según indican.

¿Cómo están viendo sus diferentes áreas de negocios en la nueva normalidad?: “Posiblemente el delivery de comida preparada se mantendrá como un servicio en el largo plazo, pero la gran mayoría de nuestras actividades, tanto sociales como deportivas son presenciales, por lo que iremos sumando nuevas en la medida que la autoridad vaya ampliando las autorizaciones”, explica Vicuña. Enfatiza que son muy respetuosos de la normativa legal, “por lo tanto, preferimos ser muy conservadores a la hora de avanzar en los pasos de desconfinamiento y damos prioridad al cuidado de la salud de colaboradores y socios”.

Por lo mismo, no tienen claro cuándo se volverá a un flujo normal de gente en el Sport Francés, ya que, como señala su gerente general, “dependerá del avance de los contagios en el país y de la vacuna”.

Hacienda Santa Martina: Pandemia, tiempo ideal para invertir y remodelar

“Hemos aprovechado este período para invertir en mejorar el club”, cuenta Pablo Marconi, gerente general de Hacienda Santa Martina, ubicada en Lo Barnechea. Y aunque prefiere no decir el monto, detalla alguno de los avances: “Resembramos pasto en la cancha de golf, cambiamos los rociadores por otros que reducen el consumo de agua y cambiamos banderas, astas, copas y las redes de protección. Remodelamos la piscina y los camarines de los socios por completo. Estamos cambiando las carpetas de las canchas de paddle y remodelando las canchas de tenis de arcilla”.

Es que este club tiene una importante espalda financiera proveniente de la familia Hazbún Rezuc, la que en junio del año pasado tomó las riendas de este buque, anunciando en esa fecha inversiones por US$ 12 millones, sin saber que vendría el estallido social y luego la pandemia. “La verdad, han sido tiempos poco normales, en los que hemos tenido que enfrentar varios retos. Pero aprovechamos que el club estuvo cerrado para hacer los trabajos”, agrega Marconi, que llegó junto con los nuevos dueños.Recién el 17 de agosto Hacienda Santa Martina abrió las puertas y con ella sus deportes: golf, tenis, equitación y paddle en singles. Todo, con los protocolos correspondientes. Incluso, desarrollaron un software para hacer reservas online y así saber exactamente cuánta gente llega cada día.

Marconi comenta que no han tenido que despedir a ninguno de sus 155 trabajadores, pero sí incluir a un porcentaje menor en la Ley de Protección al Empleo. Con respecto a los 4.000 socios y 1.200 familias, el directorio del recinto decidió hacer una rebaja de un 15% en las cuotas mensuales y “suspender” el cobro a quienes quedaron sin trabajo, “a la espera de que mejore su situación y sin cobro retroactivo”, afirma. La comuna de Lo Barnechea pasó hace algunos días a la Fase 3, con lo que proyectan comenzar a abrir el club y los restaurantes los fines de semana y así “volver un poco a la normalidad”, señala Marconi. Aunque han tenido muchos requerimientos de eventos, esa es un área que aún no abrirán, a pesar de que es una línea muy fuerte como negocio. “Cuando la reactivemos, serán eventos muy cortos y pequeños. Además, estamos generando nuevos modelos para el tema outdoor y team building, que también es clave”, concluye el gerente general de Hacienda Santa Martina.P

Club de Golf y Deportes Las Brisas de Chicureo: La reinvención debido al fuerte golpe en deportes y restaurante

Con cerca de 22 años de vida, el Club de Golf y Deportes Las Brisas de Chicureo ha tenido un fuerte golpe en estos meses de pandemia. Los ingresos generados por las escuelas, clases y usos de instalaciones relacionadas a los deportes “prácticamente se eliminaron”, según explican desde este recinto ubicado en la zona norte de Santiago. Incluso, a pesar de que el delivery ha permitido el funcionamiento del restaurante, sus ventas han bajado un 85% con respecto a un periodo normal.

Con cerca de 906 socios, el ingreso de nuevos miembros se mantuvo estancado en los primeros meses de la llegada del Covid, “reactivándose ahora gracias a atractivas condiciones y planes de ingreso. Pero el retiro de socios por el actual escenario económico aún no se detiene”, señalan. “Esta pausa permitió revaluar las necesidades de nuestros socios y la sustentabilidad de este proyecto para mejorar muchos procesos e instalaciones. Aquí se enmarca el proyecto de reestructuración de la cancha (de golf), planteándola en el futuro escenario hídrico que se proyecta para nuestro país”, indican en el club que, bajo la actual realidad, debió reestructurar su operación, migrando los servicios presenciales a plataformas online y adecuando a sus trabajadores en nuevas funciones.

Además, comentan que, para el reacomodo a esta nueva realidad, se ha trabajado en varios aspectos, como la creación de protocolos de seguridad sanitaria. “Para nuestros socios hemos tenido que desarrollar sistemas más autómatas que permitan la realización de los deportes. Se han modificado procesos de reservas y pagos en general, y se ha trabajado en potenciar la comunicación digital”, puntualizan. De cara a la reapertura, se están enfocando solamente en el área de deportes, ya que están logrando que el flujo de socios alcance el promedio de reservas de un periodo normal. “Nuestra disposición es poder entregar la totalidad de los servicios lo más pronto posible, pero dependemos de las condiciones de apertura que disponga el Minsal”, concluyendesde el Club de Golf y Deportes Las Brisas de Chicureo.

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