Columna de Danilo Pavlovic: “2025, un año clave para redefinir la industria Telco”

Danilo Pavlovic

El socio líder de la industria de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de EY Chile opina sobre los desafíos y oportunidades que presentan las Telco este año en un entorno tan cambiante.


En el marco de la reciente realización del Mobile World Congress (MWC) en Barcelona, el mayor evento relacionado con la tecnología y la movilidad, es un momento ideal para analizar cómo se encuentra el sector de las telecomunicaciones.

La industria de telecomunicaciones en Chile ha enfrentado un clima desafiante durante varios años. Actualmente, una operadora se encuentra en proceso de reestructuración financiera, mientras que las demás enfrentan pérdidas o disminuciones en sus ingresos. Además, existe una presión constante por parte del regulador para mejorar la calidad y resiliencia de la red, lo que incrementa la presión financiera. En este contexto, EY ha publicado recientemente sus proyecciones sobre los 10 principales riesgos de la industria para 2025. Este informe refleja cómo la industria ha logrado sortear importantes desafíos, aunque aún persisten amenazas y problemas que deben resolverse en el corto y mediano plazo.

Una de las principales preocupaciones de la industria es su propia capacidad de adaptarse a los cambios y avances en la tecnología. La Inteligencia Artificial (IA), cuyo uso ha aumentado rápidamente con el pasar de los años, es mencionada en varios de los riesgos proyectados por el informe, tanto como una herramienta útil para la evolución del trabajo en las telecomunicaciones como una fuente de nuevas amenazas para la ciberseguridad.

A pesar de su impacto positivo en el área de soporte al consumidor, los informes indican que dos tercios de los clientes desean mayor claridad sobre cómo se está utilizando la Inteligencia Artificial en estas interacciones. Desde el lado de los trabajadores, cuatro de cada diez empleados de ese sector admiten que no están seguros de saber manejar la IA de forma responsable.

Otro de los riesgos destacados señala la necesidad de que la industria de telecomunicaciones se adapte a un panorama político y regulatorio en constante cambio. Encuestados sobre los temas regulatorios y políticos que causarán un mayor impacto en la industria en los próximos tres años, los ejecutivos apuntaron a la evolución de dominios regulatorios como la compartición del espectro y a la aparición de nuevos dominios, como la regulación de las IA y de los mercados digitales como algunas de las principales preocupaciones de la industria, lo cual indica, nuevamente, que el ámbito regulatorio es un habilitador para el desarrollo y viabilidad financiera de la industria.

Además, la industria de telecomunicaciones debe asegurar una gestión adecuada del talento, las habilidades y la cultura organizacional. Los informes resaltan la creciente relevancia de estas áreas en el sector y, a medida que los ejecutivos priorizan estos elementos, se enfrentan a desafíos significativos, como la falta de presupuesto y la escasez de habilidades, que obstaculizan la transformación necesaria.

En el ámbito competitivo, los modelos de negocio que impliquen asociación con diferentes actores, como también la rentabilización de las inversiones de la red 5G para poder afrontar los competidores internacionales y nuevos modelos disruptores, son parte de los riesgos a mitigar por parte de las empresas.

A medida que las tecnologías y regulaciones evolucionan, es fundamental que las organizaciones prioricen la formación y el desarrollo de habilidades, así como la claridad en el uso de nuevas herramientas tecnológicas. Solo a través de una transformación proactiva y una inversión en su capital humano, la industria podrá navegar con éxito estos desafíos y asegurar un futuro sostenible y competitivo en un entorno en constante cambio.

En el contexto actual en que la conectividad asume un papel cada vez más central en la digitalización de todas las industrias, es importante que las telecomunicaciones se ocupen de identificar los riesgos que están surgiendo fuera de su organización, ya sea que se relacionen con las cadenas de suministro existentes, los escenarios competitivos cambiantes o entornos políticos y regulatorios más complejos. Identificar tales riesgos requiere un monitoreo proactivo continuo del entorno externo en busca de nuevas amenazas o cambios en las existentes.

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