Cómo Cargill, un gigante global de los alimentos, negoció y selló su ingreso a Salmones Multiexport

Los primeros acercamientos ocurrieron hace un año y fueron a iniciativa de Cargill, un gigante de la alimentación en Estados Unidos que factura al año más de US$134 mil millones. Y el jueves se selló el negocio, con la firma a distancia de los contratos. Es que la negociación fue tripartita y se desarrolló de manera virtual durante los últimos 12 meses. Cargill acordó entrar a la propiedad de la salmonera chilena Multiexport con el 24,5%, el mismo porcentaje que tendrá la japonesa Mitsui, que ya estaba en la firma._El controlador, con el 51%, seguirá siendo Multiexport Foods, una sociedad abierta en Bolsa controlada por el empresario José Ramón Gutiérrez, quien lideró las conversaciones con un equipo de gerentes y directores, apoyados por LarrainVial, en la parte financiera, y por Cariola y Cía. en lo legal.

Las negociaciones fueron telemáticas y no hubo una reunión presencial donde estuvieran todos los equipos. Es que la sede de Mitsui está en Tokio; la de Cargill, en Minessota, y la de Multiexport, en Puerto Montt. También hubo sesiones desde Santiago y desde Nueva York, donde está la sede de Creary Gottlieb, asesor legal de Mitsui, que trabajó en Chile con Claro & Cía. Cargill fue asesorado por Rabobank y Baker & McKenzie.

Cargill, una firma multiproductos presente en 70 países y con 155 mil empleados, había definido ya hace un tiempo su expansión en productos seafoods y desde un comienzo se interesó en Chile por una participación minoritaria en Multiexport, una firma que facturó US$633 millones en 2021. Los chilenos recibirán US$300 millones y Multiexport se valorizó en US$1.180 millones. Cargill celebrará un acuerdo comercial con Multiexport, la que le suministrará salmón atlántico. La chilena exporta más de la mitad de su producción a Estados Unidos.

En Salmones Multiexport, los chilenos tendrán tres directores, mientras Cargill y Mitsui designarán a uno cada uno. Además, tendrán un pacto de accionistas y derechos habituales en estos contratos: tag alone, opciones de salida y bloqueo de venta de acciones por un período de tres años.