Consejero del BC afirma que no tienen un objetivo para el tipo de cambio, pero que sí les preocupa su comportamiento
Alberto Naudon explicó en qué casos el dólar podría generar un problema: uno en que “los movimientos no reflejan un mercado que se mueve hacia el equilibrio, sino (hacia) la ausencia de este”. Y dos, que “las expectativas de inflación sobrerreaccionan a los impactos del tipo de cambio”.
El dólar sigue estando en el radar de los economistas y cómo no si su tendencia ha estado marcada por el fortalecimiento que tenido durante las últimas semanas. Si bien este miércoles la divisa cerró en $978,20, lo que implicó una baja de $4,7, se ha mantenido rondado los $980 por un buen tiempo.
Esta evolución de la moneda estadounidense también ha estado presente de manera más explícita en los distintos análisis que ha hecho el Banco Central (BC). Esta vez fue el consejero Alberto Naudon quien en una presentación del último Informe de Política Monetaria (Ipom), en la Universidad de Talca, abordó la óptica que tiene el ente rector sobre el dólar.
En ese sentido, subrayó que el marco de metas de Inflación supone flexibilidad cambiaria. Por ello, la tasa de interés se fija “para que la inflación esperada se ubique en 3% en un plazo no mayor a 2 años”. Por lo mismo, explicó que el tipo de cambio es flexible, “porque permite fijar la tasa de interés de acuerdo a las necesidades del país sin una dependencia directa de lo que hagan otros bancos centrales”.
En este contexto, en su presentación enfatizó que el BC “no tiene un objetivo para el tipo de cambio”, pero sí para la tasa de interés. Por ello, espera que “el valor de la divisa fluctúe de manera que el ajuste de la economía a los diferentes shocks sea lo más rápido y eficiente posible”.
Pero Naudon puntualizó que el “no tener un objetivo para el nivel del tipo de cambio, no significa que (al BC) no le preocupe su comportamiento. El adecuado funcionamiento del mercado cambiario es clave para la conducción de la política monetaria”.
Luego detalló cuáles serían los escenarios donde los movimientos del tipo de cambio podrían ser un problema. El primero, uno en que “los movimientos no reflejan un mercado que se mueve hacia el equilibrio, sino (hacia) la ausencia de este”. Y dos, uno en que “las expectativas de inflación sobrerreaccionan a los impactos del tipo de cambio”. No obstante, para el consejero del BC “nada de eso se observa en la actualidad”.
En cuanto a la inflación, Naudon puntualizó que “en los próximos meses, estimamos que el mayor tipo de cambio y el alza reciente de algunos precios internacionales harán subir la inflación anual, hasta valores del orden de 4%”. De todos modos, acotó que “esta convergerá a la meta de 3% dentro del horizonte de política monetaria de dos años. La economía irá acercándose a tasas de expansión coherentes con su tendencia en los próximos años”.
El consejero dijo que como BC seguirán “enfrentando desafíos importantes. Llevar la inflación de vuelta a 3% es una tarea que no ha concluido”, y por lo mismo, afirmó, “la política monetaria debe ser capaz de continuar encauzando la convergencia inflacionaria, y para ello deberemos ir evaluando cuidadosamente el escenario macroeconómico y sus riesgos”.
También reforzó el mensaje de que “el Consejo prevé que, en línea con el escenario central del Ipom de marzo, la tasa de interés seguirá reduciéndose. La magnitud y temporalidad dependerá de la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria inflacionaria”.
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