Director del Instituto de Emprendimiento de la UDD, Hernán Cheyre: "Para que se genere productividad, no basta con que el país se llene de pequeños emprendimientos"

En el marco del Premio PwC Chile Innovación 2018, que dio como ganadores a Banco Santander y Fundación Esperanza, Hernán Cheyre, director del Instituto de Emprendimiento de la Universidad del Desarrollo (UDD), se refirió a la importancia de este ítem en las organizaciones públicas y privadas. Además, entregó sus consideraciones respecto a la modificación de la Ley de I+D con foco en las pymes y entregó su visión respecto al mensaje que deja la venta de Cornershop a Walmart.

¿Cuál es la relevancia de que se premie la innovación?

-Estos premios son clave, pues le entregan visibilidad a ciertas iniciativas innovadoras. Siempre es bueno que la opinión pública conozca quiénes están haciendo cosas distintas. Ya sean empresas consolidadas o nuevos emprendimientos.

¿Qué característica define a un innovador?

-Es una persona que ve un problema y lo transforma en una oportunidad, ofreciendo una alternativa para resolver un desafío de una forma distinta. Este es un emprendedor-innovador. Uno los puede encontrar haciendo nuevos negocios y también dentro de una empresa, ya sea privada o pública. Es clave considerar que siempre hay una oportunidad de darle una mirada distinta a una oportunidad.

¿Qué diferencia al innovador del inventor?

-El innovador crea una solución que se puede vender en el mercado y que también es sustentable en el tiempo, no es sólo una idea ingeniosa. Es decir, se trata de crear un producto, un proceso o algo nuevo, pero que sea aceptado por el comercio.

¿Cuál es la importancia de contar con elementos innovadores dentro de las organizaciones?

-El principal déficit que tiene Chile es la productividad, ya sea el sector público o privado. Se trata de un aspecto fundamental para dar el salto al desarrollo que todos anhelamos. Es por este motivo que este tema es clave. Va de la mano de la innovación y por eso la necesitamos.

¿Cómo se puede potenciar la innovación en las personas?

-Chile tiene una de las tasas de emprendimiento más altas entre todos los países de la Ocde. Por ejemplo, uno de cada cuatro chilenos, entre 18 y 64 años, declara estar realizando alguna actividad emprendedora que está en una etapa de hasta tres años. En tanto, los que no están emprendiendo, el 50% dice que le gustaría hacerlo. Es decir, existen emprendedores y lo que hace falta es la oportunidad.

¿Cómo se pueden crear las oportunidades?

-Es clave generar los incentivos para que sea fácil empezar un negocio. Esto se puede lograr eliminando trabas. Es decir, el motor de la innovación es una efectiva competencia en los mercados. Esto no sólo significa que los actuales actores compitan más entre sí, pues es esta es una parte de la película. Tan importante como lo anterior, es que sean "desafiados" por nuevos "entrantes". Estos son los que obligan a hacer las cosas distintas, como modernizarse a los más antiguos. Por ejemplo, Apple, en un mercado dominado por IBM, creo un negocio completamente distinto y revolucionó todo.

En ese sentido, ¿cómo se puede emparejar la cancha?

-Esto se puede lograr al no ahogar al emprendedor con múltiples trámites. Por ejemplo, la iniciativa "Empresa en un día", que se puso en marcha durante la primera administración del Presidente Piñera, permitió avanzar sin la necesidad de pagar abogados ni notarías, entre otras cosas. Eso ahorró tiempo y dinero. Además, también es clave que si a uno le va mal en un negocio, este se pueda cerrar rápida. En ese sentido, se reformó la Ley de Quiebras. Se trata de iniciativas que se han implementado en sucesivos gobiernos y que apuntan a eliminar estos obstáculos.

¿Estás medidas van en línea con la rapidez con la que se ha desarrollado el emprendimiento en el país?

-Chile ha tenido un salto importante, porque se han implementado muchas medidas. Por ejemplo, la agenda que está desplegando el Ministerio de Economía va en la misma dirección y pretende reforzar lo que ya se ha venido haciendo en esa materia. Eso es muy relevante. Por otra parte, también es clave que la legislación tributaria sea amigable con el emprendimiento. Es decir, que no se le ahogue con impuestos. Esa es la importancia de las reformas que se están impulsando. Por ejemplo, los nuevos emprendimientos trabajan en jornadas laborales discontinuas, a veces fuera de sus casas o países, y no tenemos una legislación laboral que sea consistente con eso. La reforma que se hizo en el pasado, se realizó mirando por el espejo retrovisor, desde la lógica de la revolución industrial.

Desde ese punto de vista, ¿qué le parece la modificación a la Ley de I+D?

-Esta ha mostrado muy buenos resultados. Pero por la forma en la que está concebida, que es a través de un crédito tributario respecto a las utilidades obtenidas, los nuevos emprendimientos y las empresas de menor tamaño, a veces se encuentran en una etapa en la que no están recibiendo utilidades y, por lo tanto, no pueden aplicar este beneficio.

Entonces, ¿cómo se debería reformar la Ley de I+D?

-Hay que crear un mecanismo que permita a los emprendimientos y empresas de menor tamaño, poder hacer uso de este beneficio. Es por este motivo que lo más adecuado sería permitirles una especie de "adelanto" o fondos por parte de Corfo, que después serían devueltos haciendo uso del crédito tributario cuando tengan utilidades.

Por otro lado, ¿existen los incentivos para que los emprendimientos se transformen en empresas consolidadas?

-Para que se genere productividad, no basta con que el país se llene de pequeños emprendimientos. Eso es bueno y necesario, pero no es suficiente. Se necesita que se creen nuevas empresas y que estas puedan ir creciendo en el tiempo, porque es esto último lo que va generando una mayor productividad. Por lo tanto, el énfasis tiene que estar en este punto y es lo que se está haciendo. En tanto, hay que avanzar más en campos como el financiamiento, el I+D y la ciencia.

¿Qué mensaje deja Cornershop y su venta a Walmart?

-Es una muestra de la importancia de la competencia para vigorizar el nacimiento de los emprendimientos y que estos puedan ir creciendo en el tiempo.