EE.UU. lidera destino de exportaciones chilenas forestales y de salmón a 20 años del TLC

madera

A dos décadas del Tratado de Libre Comercio, el intercambio bilateral se quintuplicó y superó los US$35 mil millones. En este período EE.UU. no sólo se consolidó como el principal destino de los envíos chilenos de alimentos y uno de los mayores para las exportaciones no cobre, sino también como el segundo inversionista más relevante en Chile. “El acuerdo ha sido una herramienta que ha entregado confianza a empresas de ambos países, las que se han atrevido a ingresar a los mercados con importantes inversiones, gracias a la certeza jurídica y política contenida en él”, dice la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales, Claudia Sanhueza.


El martes 6 de junio pasado el clave Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y Estados Unidos, suscrito por el expresidente Ricardo Lagos y su par norteamericano George W. Bush, cumplió dos décadas. Durante este periodo el intercambio bilateral superó los US$35 mil millones, lo que es cinco veces más de lo registrado en 2003, y generó un fuerte dinamismo comercial y de inversiones para ambos países.

Según un análisis de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), el intercambio comercial en los últimos 20 años tuvo un crecimiento promedio anual del 9,3%, lo que es mayor al 8,8% registrado por los envíos de Chile al mundo para el mismo periodo. “Este fue el primer tratado firmado por nuestro país que contenía capítulos respecto de temas tan relevantes como medioambiente, asuntos laborales y comercio electrónico, aspectos muy novedosos para la época en que se firmó. Fue sin duda un hito para la modernización de la política comercial de nuestro país”, afirma la subsecretaria de la Subrei, Claudia Sanhueza, quien destaca la certidumbre que entregó el tratado para el mayor comercio bilateral.

“El acuerdo ha sido una herramienta que ha entregado confianza a empresas de ambos países, las que se han atrevido a ingresar a los mercados con importantes inversiones, gracias a la certeza jurídica y política contenida en él”, añade la autoridad.

Salmones, madera y cobre

El análisis de la Subrei detalla que el pacto, que entró en vigor el 1 de enero de 2004 y cuyo calendario de desgravación de acceso preferencial de bienes culminó el 1 de enero de 2015, convirtió a Estado Unidos en el primer destino de las exportaciones de servicios no tradicionales chilenas y de alimentos, y en la segunda plaza para los envíos nacionales de mipymes y los productos no cobre.

Asimismo, el país norteamericano se consolidó como el segundo mayor inversionista en Chile. A 2021, el stock de inversión directa ascendió a US$27.416 millones, representando un 34% del monto total de la inversión extranjera en Chile, precisan las estadísticas de la Subrei, que también revelan que las inversiones chilenas en Estados Unidos superaron los US$15 mil millones en el mismo periodo.

Las exportaciones de Chile a Estados Unidos, a su vez, se expandieron desde los US$3.782 millones en 2003, a los US$13.542 millones en 2022, lo que es un alza promedio anual del 6,9%. Con todo, la participación de Estados Unidos en las exportaciones chilenas bajó de un 17% a un 14%, entre 2003 y 2022.

Durante el año pasado, los principales productos exportados por Chile al país norteamericano fueron cátodos de cobre refinado (US$3.569 millones), filetes de salmones del Atlántico frescos, refrigerados o congelados, tableros de fibra de densidad media, neumáticos nuevos de caucho, entre otros.

Salmones
El salmón es de los importantes productos de exportación al mercado de EE.UU.

De esta forma, tanto salmones como los productos madereros exportados por Chile al mundo encontraron en el país norteamericano su principal destino. Mientras los diferentes tipos de salmones representan cerca del 18% de todos los envíos chilenos a Estados Unidos, los productos forestales como tableros, molduras y madera chapada, entre otros, equivalen a más del 8%.

Según la Subrei, desde el año 2003 los envíos no cobre a Estados Unidos han crecido un 5,8% promedio anual. Antes de la entrada en vigor del tratado, Estados Unidos concentraba el 25% de este tipo de exportaciones chilenas, participación que bajó a 18% en el año 2022.

Asimismo, Estados Unidos representó en 2022 un 34% del total exportado por Chile de servicios no tradicionales. Antes de la entrada en vigor del acuerdo, tal porcentaje era de 17% y se mantuvo en el rango de entre 16% y 20% hasta el año 2014. A partir de ahí, la participación de Estados Unidos ha ido creciendo, logrando un máximo de 39% en 2021.

Según la Subrei, el valor total exportado por las mipymes a Estados Unidos pasó de US$212 millones en 2007 a US$381 millones en 2022, observándose un comportamiento similar al que tuvieron las exportaciones de las grandes empresas al país norteamericano. Asimismo, Estados Unidos fue el principal destino de las exportaciones de este segmento entre 2007 y 2021.

Dinamismo importador

Las importaciones desde Estados Unidos a Chile, en tanto, han tenido su propio dinamismo en el lapso desde que se firmó el TLC. Así, las internaciones pasaron de US$2.765 millones en 2003 a US$21.859 millones en 2022, experimentando un alza de 11,5% promedio anual, mayor al ritmo de expansión de las importaciones totales (9,3%) en el mismo periodo. A su vez, la participación de Estados Unidos en las compras al exterior de Chile aumentó de 14% a 21% en estos últimos 20 años.

Los mayores productos importados por Chile desde Estados Unidos en 2002 estuvieron liderados por aceites combustibles destilados (gasoil, diésel oil), con US$7.529 millones, seguidos de gasolina para vehículos terrestres, gas propano licuado y kerosene para motores de aviación, entre otros.

“Uno de los principales desafíos a futuro es intensificar el trabajo conjunto en la difusión de los beneficios del libre comercio y su inclusividad, evaluando espacios de mejora que incorporen, por ejemplo, agendas de trabajo en género y comercio, o la promoción y participación de las pymes en el comercio internacional a través del intercambio de buenas prácticas y actividades cooperativas, enfocándonos así en establecer una política comercial que sea productiva, sostenible e inclusiva”, concluye la subsecretaria Sanhueza.

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