El conflicto que divide a los accionistas de Citroën Chile

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En cuatro semanas más, en la Corte Suprema se llevará a cabo una audiencia de conciliación entre los socios del Euroholding -representantes en Chile de la reconocida marca francesa de automóviles- por un millonario conflicto societario. El caso pone frente a frente a accionistas mayoritarios y minoritarios. Estos últimos, dueños del 29%, quieren abandonar el grupo.


El mercado de los automóviles es uno de los sectores con mayor crecimiento en los últimos meses. En 2021 la venta de vehículos nuevos saltó un 60% y sumó 415 mil unidades. Uno de los grandes actores locales es Euroholding, grupo que controla Citroën Chile S.A.C. En el atomizado mercado local, en 2021 se vendieron 7.488 vehículos de la marca francesa, 30% más que en 2020.

Pero la buena salud del negocio no ha evitado el quiebre de los dueños de la representación de Citroën en Chile, un reservado conflicto que se inició antes del boom de ventas, que acumula dos arbitrajes y que será sometido a una audiencia conciliación en la Corte Suprema el 11 de marzo.

El quiebre de los socios del grupo de empresas Euroholding se formalizó el 26 de octubre de 2018, cuando un grupo de accionistas minoritarios de Eurodos Limitada, reunidos en Inversiones Don Alfredo S.A., renunciaron a la sociedad.

Detrás de la decisión de salir de la matriz de Citroën Chile estaban Ana María Larraín Cruz, madre de Ana María (52, diseñadora de vestuario), Macarena (43, diseñadora gráfica) y Alfredo Concha Larraín (38, ingeniero comercial). Los cuatro son la viuda y los hijos de Alfredo Concha Ureta, quien falleció en 2004 y era socio de la empresa.

La arremetida de los minoritarios no causó sorpresa en los socios mayoritarios de Eurodos Limitada, Fernán Gazmuri Plaza (77) -presidente de Citroën Chile- y Patricio Camus (79), ya que las desavenencias venían desde 2016 y surgieron tras las muerte de su socio. A mediados de los ochenta, Alfredo Concha junto a Fernán Gazmuri, Patricio Camus y Rafael Valdés, además de Jorge Serrano, quien más tarde vendió su parte, constituyeron una serie de sociedades que luego formarían parte del grupo. Todo partió en 1983, cuando compraron Citroën Chile.

Un mes después de la primera acción, el 28 de noviembre de 2018, la familia Larraín Concha, esta vez junto a Rafael Valdés y sus respectivas sociedades -Inversiones Don Alfredo S.A. y Sociedad Inversiones VG S.A.- presentaron una demanda arbitral ante el Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la Cámara de Comercio de Santiago en la que pidieron la disolución y liquidación de Eurodos Limitada. Los socios disidentes suman el 29% de la propiedad: Valdés tiene el 11,56% y los Larraín Concha, el 17,34%.

Para justificar su decisión, los accionistas minoritarios -asesorados por los abogados Pedro Pablo Gutiérrez y Alfredo Waugh- sostuvieron que existía una vulneración a los derechos sociales y cuestionaron el alto quórum de dos tercios que se exigía para realizar modificaciones de fondo a los estatutos de Eurodos Limitada.

Diez meses después, en septiembre de 2019, el juez árbitro Raúl Tavolari rechazó la demanda de disolución de Eurodos Inversiones Limitada, pero ordenó a los demandados comprar a los demandantes sus derechos sociales, determinado que el valor comercial de la compañía era de 1.000.000 de UF ($ 30.000 millones) y por lo que el 29% significaba un precio a pagar de 244.062 UF ($ 7.624 millones).

Tras el fallo, Fernán Gazmuri y Patricio Camus, representados por el abogado José Miguel Gana, recurrieron contra el fallo y lograron que la Corte de Apelaciones de Santiago, en mayo de 2021, anulara la sentencia arbitral por entender que el árbitro había excedido sus facultades, disponiendo además que no procedía la disolución.

Los minoritarios, entonces, acudieron a la Corte Suprema con un recurso de queja cuyo fallo está aún pendiente.

Tras iniciar ese primer pleito, los demandantes iniciaron otro proceso en el CAM para intentar disolver una sociedad relacionada a Eurodos, Eurofrance S.A.: el caso que terminó por acuerdo entre las partes: los demandantes, revela una persona que conoció ese pacto, habrían recibido unos $ 5.000 millones.

En la actualidad, Eurofrance y Eurodos son dueños de Citroën Chile S.A.C con un 99% y un 1%, respectivamente. Inversiones Eurodos se constituyó en 1996 tras la división de Eurofrance S.A., enfocándose en el negocio inmobiliario. Pero aunque tiene el 1% de Citroën Chile, la acción judicial, según los demandados, amenaza a todo el grupo empresarial.

El riesgo de quiebra

Patricio Camus y Fernán Gazmuri concentran el 71% del grupo de empresas Euroholding y se oponen disolución de Eurodos.En su respuesta en el juicio arbitral, calificaron la demanda como “instrumental”, sin ningún soporte jurídico y que “la verdadera motivación de los demandantes es presionar ilegítimamente para obtener que les compren sus derechos sociales” en todo el grupo empresarial.

“Existen otros negocios vigentes en otras sociedades que se verán afectados por la eventual disolución de Eurodos Limitada y no solo eso, sino que además provoca serios perjuicios vinculados a la imagen comercial y ejecutiva de las empresas que forman parte de Euroholding”, dice el texto que sitúa las diferencias a partir de 2016, cuando ingresó al directorio Alfredo Larraín Concha, quien impulsó una “política obstruccionista” que terminó 33 años de decisiones unánimes. “La descripción del conflicto se puede resumir en la siguiente frase: ‘si no me compras mis acciones y derechos, voy a demandar la disolución de las empresas”, describió Gana.

Según los socios mayoritarios, la disolución de Eurodos podría ocasionar graves efectos e incluso la quiebra de Citroën Chile. “Es posible que la disolución de Eurodos Limitada ocasione un efecto devastador en Citroën Chile, el cual podría incluso llegar a perder su calidad de importador oficial en Chile de los automóviles marca Citroën, lo que sin duda importaría la quiebra de una sociedad con más de 30 años de historia”, concluía.

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