El trimestre negro de las viñas chilenas
Una economía desacelerada, distribuidores sobrestockeados, alza de tasas e inflación. Todo, una mezcla de factores que tiene a las viñas nacionales enfrentando el peor escenario en años. Las utilidades de las principales compañías del rubro cayeron fuertemente en el primer trimestre de 2023 incluso algunas cerraron en rojo. Ahora, diseñan profundos planes de ahorro y eficiencias para sortear este mal momento.
-”El desempeño de este periodo no estuvo en línea con nuestras proyecciones”, señaló el gerente general de Concha y Toro, Eduardo Guilisasti, en los balances del primer trimestre. “El segmento de operación Vinos enfrentó un escenario particularmente desafiante durante el trimestre”, complementó CCU, matriz de Viña San Pedro Tarapacá (VSPT), en el mismo marco.
Fueron los peores tres meses en décadas para las viñas nacionales. Si el cierre de 2022 ya había sido complejo, el comienzo de 2023 marcó una profundización del deterioro experimentado previamente. Las utilidades de Concha y Toro cayeron un 82%, hasta los $3.151 millones, un dato peor que el mostrado en instancias de la aprobación del Brexit en Inglaterra, donde la compañía de la familia Guilisasti fue prácticamente la más afectadas de todas las chilenas que operaban en ese país: sus ganancias se contrajeron hasta un 48% en esa oportunidad.
Tal situación no fue aislada. Viña San Pedro Tarapacá (VSPT) reportó una caída aún más importante: de un 92%, totalizando $441 millones, la mayor baja en la historia reciente. Mientras que Santa Rita llegó a los números rojos: perdió $1.059 millones; si bien en 2019 y 2020 había mostrado resultados negativos en ciertos trimestres, estos fueron de la mitad de las actuales.
“Tras la pandemia el escenario internacional ha continuado muy inestable debido, entre otras cosas, a la situación bélica en Europa, los problemas en la cadena de distribución y la subida de la inflación y de las tasas de interés en la mayor parte de los países. Estos fenómenos han tenido repercusiones en la venta y el consumo de vino, lo que ha hecho que el escenario post pandemia sea mucho más desafiante que el prepandemia”, dijo a Pulso el gerente general de Viña Santa Rita, Andrés Lavados.
Eduardo Guilisasti lo resumió así: “Compleja situación mundial marcada por presiones inflacionarias, sobre stock buscando cubrir disrupciones logísticas, desaceleración económica, mayores tasas de interés, alzas de costos de insumos y fletes, y menor consumo”.
Fuerte baja en ventas
Entre enero y marzo, las exportaciones de la industria cayeron un 17,4% en volumen y un 19,6% en valor, frente a igual lapso de 2022, según cifras de Vinos de Chile. El gremio lo calificó como: “Un deprimido primer trimestre”. Y las razones fueron generalizadas entre las compañías del sector.
Actualmente, un 74% de las ventas de la industria responde a los envíos al exterior. En algunos casos es más -en Concha y Toro es un 80%-, y en otros menos -en Santa Rita es un 55%-...pero en líneas generales, el sector depende del mundo. Y ahí está el primer problema. “Las exportaciones disminuyeron su facturación producto de un menor volumen de cajas embarcadas a causa de la acumulación de stocks en la cadena de distribución y una baja en la demanda de vinos en la mayor parte de los países relevantes”, explica Andrés Lavados.
Desde septiembre que el desempeño de las exportaciones ha sido deficiente. La desaceleración del consumo ha golpeado las ventas. Unos de los principales mercado es China, y los envíos a ese destino han caído del orden de un 50% a nivel industria. “La baja de las exportaciones hacia China, junto con el retroceso de Reino Unido y Canadá, que han perdido un porcentaje similar, explican la mayor parte del resultado en términos absolutos”, señala Vinos de Chile. Tal es así, que Brasil se ha ido consolidando como el principal destino, compitiéndole a China.
A Estados Unidos, los embarques han bajado un leve 1,8%; sin embargo, en el caso de Concha y Toro, por ejemplo, la contracción a ese destino ha sido de un 15,3% en valor, y 11,9% en volumen. Básicamente, la caída en ventas se ha dado en los vinos bajo los US$10.
Aunque a nivel general -dice Vinos de Chile- el único segmento de precios que presenta crecimiento es el de los vinos de menos de US$20 la caja, con una modesta alza de 1,7% en volumen y 2,6% en valor. Todos los demás caen hasta 37%, como es el caso de los vinos de US$50 a US$60 la caja.
Todo esto, apuntalado por el alza de la inflación y de las tasas de interés, que han implicado avances en el valor del producto para hacerle frente: VSPT da cuenta de un incremento de 3,9% en el mercado doméstico de Chile y de un 54,2% en Argentina, ambos explicados por alzas de precio ejecutadas para mitigar los efectos de la inflación; mientras que Santa Rita apunta a un alza de un 18,1%, lo que responde también al mix. Los avances en los precios también han golpeado los volúmenes en medio de una economía desacelerada.
El gremio del sector mide el tipo de cambio multilateral del vino, el cual pondera la variación de una canasta de monedas donde están los principales mercados de destino. En marzo, el indicador registró un leve aumento, derivado de la mayor incertidumbre a nivel global, aunque está en un nivel menor al registrado en 2022. “Esto, sin embargo, para las exportaciones, representa una pérdida de competitividad”, señala Vinos de Chile.
Todo este panorama ha generado una acumulación de los inventarios. Concha y Toro envío stock abundante a diferentes destinos ante la posibilidad de que se complejizará nuevamente la cadena logística, y ese producto quedó ahí, sin ser vendido en su totalidad, por una estrategia de disminución de inventario de los distribuidores y retailers. “Fuerte acumulación de inventarios a lo largo de la cadena logística por temores a desabastecimiento y una estimación de ventas a diciembre no alcanzada”, señaló la firma en sus balances.
A nivel nacional, de acuerdo al último informe de emitido por el Servicio Agrícola y Ganadero, los volúmenes de vino presentes en bodega al 31 de diciembre de 2022, aumentaron un 9,7%, hasta los 1.416.554 millones de litros respecto al año anterior.
El mercado doméstico también he experimentado una contracción, aunque menor; de hecho, Concha y Toro muestra un alza en el país de 1,7% en valor y 2,7% en volumen. La ventas de VSPT en el país, en tanto, han bajado 0,6% en valor y 4,3% en volumen. Santa Rita tiene una exposición mayor: un 45% de sus ventas se generan acá. Los retornos para este última en el país, han descendido un 33,9%. Todas las empresas ponen el punto en la desaceleración.
La compañía del grupo Claro tiene, no obstante, un componente adicional. En 2021, Santa Rita firmó un acuerdo con el sistema de Coca-Cola -puntualmente Andina y Embonor- para distribuir sus productos. Tal alianza no ha dado los resultados proyectados. “El volumen de facturación ha disminuido a pesar de su aumento significativo de los puntos de distribución”, cuenta Lavados. En los balances explican que ello responde a tamaños de compra menor al estimado. Incluso están trabajando con las embotelladoras para revertir la situación, capacitando a la fuerza de venta, de manera de alcanzar las metas proyectadas en el cambio de modelo.
Ello, en un contexto donde los costos siguen siendo importantes. De hecho, los márgenes de todas las empresas se contrajeron. “El margen bruto total cae 700 pb, pasando de 39,1% en 2022 a 32,1% en 2023, producto de mayores costos de vino e insumos”, dice VSPT. El 72% del abastecimiento de la compañía -vino y uva- es comprado a productores.
En Concha y Toro, el margen operacional fue de 4,1% frente a un 13,8% de un año atrás. “La contracción del margen operacional responde a la importante alza de costos que ha afectado los costos operativos y logísticos, en un contexto de volúmenes de venta más débiles. Esto no alcanzó a ser compensado por los aumentos de precios llevados a cabo en todo el portafolio, ni por el efecto tipo de cambio que vimos en meses anteriores”, señaló Concha y Toro. La firma de la familia Guilisasti reveló que el avance en el valor de los insumos y la operativa, han significado alzas en el costo por litro de un 7,4% en Chile en pesos; de un 29,9% en EE.UU. en dólares, y de un 74,1% en Argentina en su moneda.
Así, el costo financiero de Santa Rita al primer trimestre subió un 45%, por el aumento de las tasas de interés de créditos obtenidos en Chile y en Argentina, el alza en el valor de la UF y a un mayor nivel de endeudamiento producto de la disminución de la venta.
Sorteando la ola
“Esperamos un repunte en las ventas, con mayor notoriedad a partir de la segunda mitad del año, a medida que las condiciones extraordinarias que han afectado al mundo y a la industria comiencen a ceder, y las acciones adoptadas por la empresa den frutos”, subyara el gerente corporativo de finanzas y asuntos corporativos de Concha y Toro, Osvaldo Solar. De hecho, proyectan un crecimiento de entre 3% y 5% en ventas para este ejercicio.
Un estricto control de gastos han estado impulsando las compañías del sector. Concuerdan en que mercados como China ya están empezando poco a poco a despertar, y que el valor de los fletes va en bajada -ha caído un 14% este trimestre frente el anterior-, por lo que ahora todo se reduce a sortear este mal momento. En Concha y Toro han impulsado ahorros por $ 18.000 millones este año. De ellos, $13.000 millones son por menores gastos extraordinarios, y $5.000 millones por nuevas eficiencias. Además, han incrementado un 19,4% el gasto de marketing para fortalecer el posicionamiento de las principales marcas. Todo, dentro del nuevo Plan Estratégico para el trienio 2023-2025, cuyo foco está en acelerar el crecimiento rentable de marcas premium.
Santa Rita está trabajando de igual forma en un plan de ahorro para alcanzar los niveles adecuados de gastos acordes a las ventas que tienen proyectadas para los próximos períodos. “En la medida que vayamos saliendo de stocks de vinos más antiguos, nuestra posición de costos mejorará y con ello nuestros márgenes. Al mismo tiempo, estamos implementando planes comerciales especiales en mercados clave, poniendo el foco en mejorar nuestro mix y nuestro market share en esos mercados”, señala el gerente general de la firma.
Pese a ello, su visión no es tan auspiciosa como su competencia. Siguen viendo una baja en la demanda de la categoría a nivel industria que no sólo respondería -dicen- a temas coyunturales, si no también a razones más estructurales en cambios de consumo. “Tenemos una proyección de cierre de año conservadora, que estamos trabajando para suavizar, poniendo especial énfasis en aquellos mercados donde nuestras marcas son más potentes”, subrayan.
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