Emilio Santelices, coordinador del comité técnico por crisis de isapres: “En ningún caso hay un perdonazo. Lo que estamos haciendo es generar certeza”
El exministro de Salud fue uno de los encargados de organizar el trabajo del ente formado por la Comisión de Salud del Senado con el objetivo de buscar alternativas para llevar a cabo el fallo que mandata a las aseguradoras a aplicar una tabla de factores única y a restituir los cobros en exceso. El hoy académico explica que pese a las diferentes visiones, hubo consenso. Además, insiste en la necesidad de reformar el sistema sanitario.
Encontrar la manera de aplicar el fallo de la Corte Suprema que mandata a las isapres a utilizar la nueva tabla de factores con todos los afiliados y restituir los cobros en exceso sin perjudicar el sistema sanitario o quebrar a la industria, aún es tema de debate y lo ha sido por meses. Dada esa complejidad la Comisión de Salud del Senado conformó en junio un comité técnico que tenía como objetivo entregar un informe para que los parlamentarios de esa instancia revisen las propuestas, propongan indicaciones y se busque así una salida a la crisis del sector.
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Después de tres meses de trabajo, los 16 expertos entregaron este martes ese texto final. En ese contexto, el exministro de Salud y miembro del comité ejecutivo de Centro de Políticas Públicas e Innovación en Salud (CIPS) de la U. del Desarrollo y coordinador del ente técnico, Emilio Santelices, afirma que el trabajo que realizaron tuvo un buen recibimiento: “Es un informe que entrega tranquilidad, en el sentido de que están sentadas las bases para que la discusión política se pueda hacer bajo el alero de cálculos, análisis y de los lineamientos jurídicos que hay que resguardar, pero sobre todo bajo fórmulas para que el sistema puede tener tiempo para que se pueda reformar”.
En más de una ocasión los plazos se extendieron, ¿Cómo salpicó eso al trabajo de estos tres meses?
-Fue una dinámica intensa. Las primeras semanas nos reunimos tres veces por semana, pero luego el trabajo se fue intensificando y decidimos reunirnos casi diariamente, incluso muchos fines de semana. Teníamos una agenda y se traduce un poco en lo que refleja el documento, pues para temas de ordenamiento organizamos nuestro trabajo por fase y la parte inicial de la discusión era para afinar los fundamentos para realizar los cálculos. En paralelo había reuniones sólo con la Superintendencia de Salud para revisar la metodología de cada uno de esos cálculos.
El comité estaba compuesto por representas de todos los sectores, ¿fue muy difícil llegar a acuerdos?
-En líneas generales siempre hubo una muy buena discusión. Había temas más complejos que obligaron a tener más deliberación para entender bien qué era lo que se tenía que ajustar para resolver el problema. Igual, siempre nos fijamos en no desviarnos del mandato, pues era muy claro: traer propuestas con bases técnicas sólidas que le dieran sostenibilidad al sistema, con el objetivo de que las personas no se vieran perjudicadas en el marco que establece la Corte Suprema. Entonces, si aparecía una propuesta que no se alineaba con estos principios, se desechaba.
El monto de devolución que determinaron, de US$451 millones, fue lo que más llamó la atención, pues se aleja bastante de los US$1.400 millones determinados por la Superintendencia de Salud.
-Puede que este sea el punto que haya llamado más la atención porque había una cifra para contrastar. Sin embargo, yo diría que fue uno de los temas que más pronto logramos establecer. De hecho, cuando nos acercamos a la primera fecha que se había fijado para la entrega este punto ya lo teníamos resuelto.
¿Esta cifra es más viable que la anterior?
-Ambas son cifras de gran magnitud. De hecho, en el informe decimos que el monto que deben devolver equivale a las utilidades que la industria pudo haber tenido en los últimos ocho años. Y más que definir un valor, la idea era establecer la racionalidad por la cual se llegaba a este valor.
Hay quienes dicen que esto es un perdonazo a las isapres, ¿Qué le parece?
-Son declaraciones hechas a la ligera, y digo ‘ligera’ porque es difícil entender que alguien pueda emitir juicio de un informe que ni siquiera se ha leído y que es de tal contundencia que se realizó en tres meses por un grupo de más de 15 personas altamente calificadas. Dicho eso, aquí en ningún caso hay un perdonazo, porque cuando se analizan los impactos se ve una industria que va tener que hacer una devolución de US$45 millones anuales y que durante 10 años no va a tener utilidades y que se le va exigir una contención de gastos. Entonces, es difícil ver que haya quienes digan que es un perdonazo. Lo que nosotros estamos haciendo con este documento es generar certeza a todas esas personas de poder contar con financiamiento en las instituciones donde ellos tienen aseguramiento. Lo demás no son más que frases infundadas.
El comité también insistió en la necesidad de una reforma del sistema.
-Creemos que esto hay que verlo como un espacio de transición en donde se nos ha dado la oportunidad de poder resolver este tema, que si bien se arrastra hace años, pasó a ser una coyuntura crítica. Por esto mismo dejamos plasmado en el documento que una vez resuelta esta situación a través de la ley corta, rápidamente nos movamos a hacer cambios estructurales y así tener un sistema más sano para los desafíos sanitarios que se vienen a futuro.
¿El sistema de las isapres es viable?
-Escribimos en la introducción del informe que estamos frente a una industria que claramente debe tener cambios importantes y que tenemos que abrir la discusión para que se genere la libre movilidad y así terminar con las preexistencias, para tener un plan de salud universal y para que efectivamente tengamos un sistema que tenga lógica de seguridad social.
¿Cuáles son los puntos que más destacaría del informe?
-Uno, que es un informe que de manera rigurosa y consensuada ha fundamentado cada una de las propuestas que ahí se señalan. En segundo lugar, permite establecer propuestas que se ajusten al fallo, de tal forma que podemos generar certeza jurídica para que todos los factores funcionen mirando hacia el futuro. En tercer lugar, destacaría que dado de que se trata de un trabajo consensuado es un informe esperanzador, porque por un lado contribuye a resolver un tema que se arrastra por años, pero a su vez abre la puerta para hacer reformas más estructurales.
¿Cómo percibe el recibimiento de la propuesta entre parlamentarios y gobierno?
-Diría que les sorprendió que hayamos tenido el compromiso y la disciplina de haber mantenido en reserva todo el trabajo realizado en estos tres meses.
¿Es esta la salida de la crisis?
-Yo pienso que sí. Sin duda que hay temas que se deben resolver en el debate parlamentario, pero confío en el trabajo colectivo que hay.
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