El otro episodio de manipulación a las cifras del IPC

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Un estudio de hace más de tres décadas de René Cortázar y Jorge Marshall afirma que entre el período 1976 y 1978 hubo manejo de las cifras.


La información entregada por el INE ayer, respecto de una supuesta manipulación de las cifras de IPC de agosto y septiembre de 2018, causó sorpresa en el mercado, los cuales consideraron la situación como inédita. Y si bien, efectivamente nunca el propio organismo estadístico había reconocido un hecho como este, no es la primera vez que habría habido este tipo de problemas.

Sin embargo, no ha sido la única vez que ha pasado algo así. En el documento "Los dos Chiles, o la importancia de revisar las estadísticas oficiales", de René Cortázar y Patricio Meller, publicado en la colección Estudios Cieplan de junio de 1987, se relata una manipulación realizada a las cifras de IPC entre 1976 y 1978, en base a un trabajo detallado del mismo Cortázar con Jorge Marshall realizado en 1980.

En ese estudio se habla de las causas de los errores estadísticos y una de las causas de estos son justamente la manipulación de datos. Ahí, se ejemplificó con lo que ocurrió tanto en el último trimestre de 1973, justo después del golpe de Estado, y en el período 76-78.

El trabajo de los economistas indicaba que en aquel entonces el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) "obtiene la información sobre precios a partir de encuestas a establecimientos comerciales; esto significó que se produjera una subestimación de las tasas de inflación tanto en el año 1972 como en los primeros nueve meses de 1973. Dichas encuestas no podían captar el impacto sobre el costo de vida de la presencia de mercados "negros" para muchos de los productos considerados en el IPC, que se observó durante ese período".

Esa subestimación debería haber sido revertida tras el golpe, cuando se liberaron la mayor parte de los precios que incluía la canasta del IPC y desaparecieron los mercados negros, que se habían creado por la política de control de precios de la UP. Pero eso no ocurrió, ya que el INE cambió la metodología con la que estimó la inflación del octubre-diciembre del 73, pasando a una en la que se encuestaba a hogares respecto de cuánto pagaron por productos. Los autores afirman que si bien eso permitió tomar de mejor forma la inflación del último trimestre de ese año "escondía la inflación reprimida acumulada a septiembre de dicho año, la que era captada en las encuestas ahogares, pero no así en aquellas realizadas a locales comerciales, subestimando gravemente el nivel absoluto de precios de enero de 1974". Así, con la metodología tradicional la inflación de 1973 habría sido cercana a 800%, muy por encima del 508% oficial. Ese cambio en la forma de medir no fue hecho público por el INE y sólo empalmó los índices.

Luego, cuando se quiso analizar el período entre 1976 y 1978, el INE se negaba a entregar la totalidad de precios que componían el índice, afirmaban los expertos en el documento, lo que les tomó casi todo un año (1979) conseguirlos.

Al analizar los datos, los expertos desprendieron que la tasa de la inflación oficial y una realizada por ellos tomando la canasta de productos informada en 1969 eran muy parecidas, eso hasta el período 76-78, cuando las diferencias eran notorias. Lo mismo pasaba considerando la canasta de 1974. Así, los autores concluían que "de existir cambios de significación en los vectores de ponderaciones, se debieron de haber producido con posterioridad a dicha fecha". De hecho, con la canasta en base a diciembre de 1978 tampoco había coincidencia.

Asi, si la cifra oficial mostraba una inflación de 174,3% en 1976, las muestras alternativas se empinaban hasta 201,6%. En 1977 se informó 63,5% y las otras muestras hasta 87,6%, y finalmente en 1978 era 30,3% la oficial y las comparaciones hasta 41,4%. (ver tabla)

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"El orden de magnitud de las diferencias entre los tres índices alternativos y el IPC oficial en el período 1976-1978; la similitud de los resultados a los que se llegaba a partir de las tres "canastas alternativas consideradas; el hecho de que las dificultades en el acceso a la información básica surgieran precisamente en los meses en que se producían las discrepancias comentadas y la respuesta negativa que recibimos de las autoridades del INE cuando quisimos discutir con ellos los resultados de nuestro estudio, sugerían la presencia de un problema de manipulación de la información oficial. Sin embargo, la atribución que tenía el INE para modificar las ponderaciones hacía que pudiera, al menos en teoría, darse el caso de que las discrepancias fueran el resultado de "errores" técnicos en los ajustes de dichos coeficientes de ponderación", señalaba el estudio.

Esta interpretación sin embargo quedó descartada cuando el nuevo director del INE, Andrés Passicot, nombrado en 1982 afirmó que las ponderaciones no habían tenido modificaciones importantes entre el 74 y el 78.

"El IPC es una simple suma ponderada de precios. Dado que los precios utilizados en nuestra investigación coinciden con aquellos recolectados por el INE", y dado el reconocimiento explícito de que no ha habido modificaciones de importancia en el vector de ponderaciones, sólo es posible concluir que hay una presunción fundada de que los errores comentados son la consecuencia de una manipulación", concluyen.

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