Estudio de BofA analiza cómo la transición energética afectará en la economía

electromovilidad
La electromovilidad avanza grandualmente en el país.

Los precios y demanda de minerales para la electromovilidad, como el litio, aumentarán, mientras que el retiro anticipado de centrales de combustibles fósiles puede acarrear unos US$1,4 billones de ganancias perdidas en los próximos 15 años.


Los impactos negativos y positivos que tiene para la economía la adopción de prácticas sostenibles en los próximos años, es el tema que abordó un reciente estudio de Bank of America (BofA), titulado “Greenflation, pay now or pay more later” (Inflación verde, pagar ahora o pagar más en el futuro). El análisis, que está enfocado principalmente en Estados Unidos, detalla de forma objetiva, por ejemplo, lo que significa en los precios de la energía la descarbonización, o qué implica en el negocio de grandes empresas invertir en prácticas más sostenibles.

Al respecto, el informe indica que las políticas de descarbonización están agravando los problemas inflacionarios mediante controles más estrictos en cuanto a la producción de combustibles fósiles, el aumento del precio del carbón y de la demanda de minerales, además del surgimiento de normativas más estrictas. Así, según los datos que compila el documento, el retiro anticipado de las centrales de combustibles fósiles como parte de la transición energética puede acarrear unos US$1,4 billones de ganancias perdidas en los próximos 15 años, “lo que puede repercutir en la factura energética de los consumidores”, concluye BofA.

Por otro lado, el cambio hacia la energía limpia está aumentando la demanda de metales esenciales, los que han subido de precio pospandemia. Este punto podría ser una buena noticia para Chile, que posee algunas de esas materias primas esenciales para esta transición. “Por ejemplo, la adopción de vehículos eléctricos (EV) está aumentando la demanda de cobre, níquel y litio, y la demanda de este último, podría cuadruplicarse para 2030. Así, la demanda de platino, crucial para el almacenamiento de hidrógeno, podría multiplicarse por 24, según los estrategas de metales de BofA”, dice el estudio.

Eso sí, aclaran desde esta entidad, “por el lado de la oferta, la apertura de nuevas minas requiere largos plazos de entrega, lo que significa que la rigidez del mercado podría persistir hasta después de 2030″.

En la misma línea, el informe señala que las inversiones en energía eólica están impulsando la demanda de zinc, minerales de tierras raras, silicio y plata, “pero estos minerales a menudo se concentran en unos pocos países, principalmente China. Como resultado, se espera que aumenten los precios de los minerales de tierras raras y productos relacionados, lo que posiblemente afecte a los consumidores, ya que los productores enfrentan costos más altos”, sostiene BofA.

Por otro lado, y mirando también los aspectos positivos, la investigación concluye que la adopción de prácticas sostenibles suele traducirse en un ahorro de costos y una reducción de los precios para los consumidores. De la misma forma, los enfoques empresariales pueden aumentar los beneficios hasta en un 60%. “La transición hacia una economía circular está impulsando cambios y oportunidades en todos los sectores. Por ejemplo, se prevé que la reventa de ropa en el sector de la moda supere en nueve veces el crecimiento de la moda rápida, alcanzando los US$70.000 millones en los próximos 5 años”, concluye BofA.

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