Ingresar al club de automovilismo Concours en Miami costará US$350.000

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Miami, ciudad famosa por su cultura de circular a baja velocidad, últimamente parece la mejor de los Estados Unidos para los autos.

Poco después de que la Formula 1 ganara su apuesta de organizar allí una carrera el año que viene y Grand Basel anunciara que realizará un evento automovilístico en febrero, dos desarrolladores consolidan sus planes de construir una pista de carreras de US$220 millones y un club privado a sólo 18 kilómetros (11 millas) del barrio artístico de Wynwood en Miami.

El Concours Club, que tiene previsto abrir sus puertas en el Aeropuerto Ejecutivo Miami-Opa Locka en mayo de 2019, ofrecerá más de 3 kilómetros de pistas diseñadas por Alan Wilson, además de spa completo, almacenamiento para vinos y cigarros, restaurante y servicios de conserjería completos.

"Los amenities son lo que nos distingue", dijo el cofundador Neil Gehani. "Queremos asegurarnos de atraer a las personas indicadas y queremos que todas permanezcan aquí una vez que ingresan".

Gehani y el copropietario Jay Pollak ofrecerán 40 membrecías para fundadores a un costo de US$350.000, sin cuota anual. Los miembros fundadores luego invitarán a amigos y a adquirir "membrecías especiales" para sólo 150 personas. Estas costarán US$125.00 más cuotas anuales.

Si todo esto parece una fuerte apuesta es porque lo es. Pero es congruente con el precio de otras pistas privadas de todo el mundo como el Thermal Club de las afueras de Palm Springs, California, y el Monticello Motor Club del exuberante Valle del Hudson en el estado de Nueva York. Para ponerlo en perspectiva, es menos que el costo de uno de los autos –un Pagani Zonda cuesta US$1,4 millones, por ejemplo, un Koenigsegg Agera cuesta US$2,1 millones- que poseen los posibles miembros, que serán una mezcla de adinerados coleccionistas internacionales y entusiastas locales de los autos con buenas conexiones.

"Esto es un nicho dentro de un nicho, pero es uno de importancia crucial porque, como rostro de los cambios automovilísticos, la alta gama se va a consolidar y siempre tendrá un mercado", dice Wilson. Hace poco regresó a los EE.UU. después de trabajar en varias pistas en Europa. "Es como si los gobiernos vinieran y dijeran que todos los restaurantes tienen que ser veganos: siempre habrá personas que quieran un bistec. Siempre habrá un mercado para el bistec", sostiene.

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