José Miguel Ahumada: Los pasos del negociador de los tratados comerciales
La evaluación de los cinco meses del subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales es dispar entre sus antecesores. Algunos la consideran ambigua y sin avances, otros creen que seguirá adelante con la política comercial de los últimos años. Desde la repartición dicen que avanzan en las gestiones con la Unión Europea, que la polémica consulta sobre política comercial no tiene fecha y que la aprobación del TPP11 excede sus competencia. Aunque fue criticado por reunirse con Chile Mejor sin TLC, Ahumada también ha recibido a gremios empresariales.
Dos actividades que ha realizado el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), José Miguel Ahumada, han generado polémicas y críticas. El 9 de mayo se anunció una consulta ciudadana para redefinir y legitimar la política de comercio exterior, lo que generó incomodidad en el ministro de Hacienda, Mario Marcel. La segunda fue una reunión con la agrupación Chile Mejor sin TLC, el 22 de junio. Ambos episodios generaron críticas de exautoridades y privados.
Durante estos cinco meses de gobierno, Ahumada ha tenido ocho reuniones por lobby. Además de Chile Mejor sin TLC, ha recibido a la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio, Google Chile, la Cámara Oficial Española de Comercio de Chile y la Asociación de Vinos de Chile, entre otros. También presentó los lineamientos de la política comercial ante la Cámara Nacional de Comercio (CNC). En su agenda, la Subrei tiene en carpeta la modernización con la Unión Europea, y otros procesos con India, Corea del Sur y Emiratos Árabes.
Es que más que sus acciones, lo que está presente en las críticas que ha recibido, según analizan distintas fuentes, es una trayectoria académica en la que evidenció una postura crítica sobre los tratados de libre comercio.
“Al presentar el proyecto sobre el TPP-11 el Presidente Sebastián Piñera señaló que permitirá aumentar y diversificar las exportaciones nacionales e insertar empresas nacionales en cadenas globales de valor. Sin embargo, ninguno de esos dos objetivos clave se cumplirá con el acuerdo. En el contexto actual su efecto será, en el mejor de los casos neutral; en el peor, regresivo”, señaló en una columna publicada por Ciper Chile en 2019.
Más recientemente, en plena campaña presidencial, dijo a radio Universidad de Chile que “si nosotros vemos que los TLC restringen el espacio para que el Estado pueda aplicar estas políticas productivas e industriales que garantizarían una estabilidad política a largo plazo, yo diría que es menester, en nombre de la estabilidad, replantear algunos elementos específicos de estos acuerdos y que no sean retroactivos, lo que evitaría generar incertidumbre”.
Un experto en estas materias afirma que una de las críticas que Ahumada ha realizado tiene que ver con que los acuerdos comerciales no le han permitido a Chile hacer políticas industriales, o de desarrollo productivo, pero agrega que “eso no pasa por los TLC”. “No se le pueden pedir peras al olmo”, analiza sobre los pasos que está dando el subsecretario Ahumada un exalto funcionario de la Cancillería, a quien no le extraña el rumbo que está tomando la política exterior.
Otro que conoce el trabajo interno de esta repartición dice que ha dado pasos en falso, pero todavía le falta agarrar el ritmo a lo que es estar en un cargo de gobierno. “Está tratando de poner un sello a su gestión. Una idea fue la consulta pública, pero tuvo bastantes críticas y se debió replantear”, dice. Por este mismo traspié recomienda mejorar su relación con el sector privado. “Hay piezas que se deben acomodar”.
Uno de sus cercanos es el senador de Revolución Democrática (RD) Juan Ignacio Latorre, quien señala que “los ataques han sido totalmente infundados. El subsecretario ha tenido una excelente gestión, ha tenido una política de puertas abiertas para recibir a todos quienes deseen plantearle su postura sobre la política comercial, está abriendo nuevos espacios para que la ciudadanía y los distintos actores relevantes en el tema puedan informarse y entregar su visión sobre la brújula que debe seguir nuestra política comercial. Está innovando en materia de política comercial y dando un sello nuevo”.
Fuentes del gobierno reconocen que Ahumada tiene convicciones claras sobre la política comercial, pero eso no puede influir en las decisiones de Estado. “Por mucho que él haya escrito libros o haya tenido una posición clara sobre los Tratados de Libre Comercio (TLC), eso ahora tiene que quedar atrás, porque debe cumplir con un programa de gobierno, y para eso está mandatado. Él no se puede salir de esos parámetros. Es algo colectivo. Él escribió lo que escribió, pero su rol ahora es otro”.
Para el exministro de Relaciones Exteriores del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz, “la política comercial de Chile es incierta. Ha habido señales ambiguas, pero pienso que se irá consolidando la idea de que es necesario seguir adelante con la política comercial”. Muñoz agrega que, para ello, por ejemplo, se requiere cerrar lo más rápido posible la negociación con la Unión Europea.
Rodrigo Yáñez, socio de Global Trade & Investment en Deloitte y exsubrei del gobierno de Sebastián Piñera, comenta que en “estos primeros meses del gobierno de Boric se ha mostrado cierto compás de espera en materia comercial, principalmente por el plebiscito. Hubiera sido óptimo que rondas de negociación -por ejemplo- con los Emiratos Árabes Unidos, EFTA, Corea del Sur y la India hubiesen tenido lugar antes del plebiscito”.
Relaciones en el gobierno
La relación y la confianza con la ministra de Relaciones Exteriores, Antonia Urrejola, se han ido construyendo con el paso de los meses, afirman en el Ejecutivo. Ninguno de los dos se conocía antes de llegar al gobierno. Todos los lunes hay reunión de coordinación entre los equipos de la ministra y de las subsecretarías de Relaciones Exteriores y Relaciones Económicas Internacionales. En esa instancia se planifica la semana de trabajo y los lineamientos a seguir, por lo que ven poco espacio para que Ahumada pueda seguir un camino propio.
Ahumada es simpatizante de Revolución Democrática y sus contactos en el gobierno incluyen al ministro de Economía, Nicolás Grau; la subsecretaria de Economía, Javiera Petersen; el asesor del Segundo Piso Carlos Figueroa y el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Giorgio Jackson, pero su principal sostenedor es el propio Presidente Gabriel Boric, quien lo nombró como parte del equipo que elaboró el programa de política internacionales que puso de relieve la idea de revisar los tratados de libre comercio, durante la primera vuelta presidencial. Luego, tras las críticas a ese planteamiento, el equipo programático salió a aclarar que en ningún caso se pensaba realizar este proceso de manera unilateral, lo que quedó plasmado en el programa presentado para la segunda vuelta presidencial.
Sobre su visión de los TLC antes de llegar al gobierno, la Subrei responde que “el subsecretario ha señalado que los acuerdos comerciales han permitido la ampliación de la red de acceso a mercados internacionales para las exportaciones, pero que, sin embargo, deben adecuarse a nuevos estándares y criterios que están siendo hoy planteados a escala mundial”.
También su ascendencia en el Frente Amplio proviene por su cercanía con el economista surcoreano Ha-Joon Chang, quien es considerado como un referente para este sector político. Ahumada es cientista político de la Universidad Diego Portales, magíster en economía internacional de la Universidad Complutense de Madrid y doctor en estudios de desarrollo por la Universidad de Cambridge.
¿Tensión con Hacienda?
La relación entre el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales y Hacienda la definen en el gobierno como distante. Los canales de comunicación son netamente formales. La sorpresa que tuvo el ministro Marcel al enterarse por la prensa de la idea de poner en consulta la política comercial -”vamos a tener mucho interés en informarnos al respecto para saber qué se está proponiendo”, dijo- fue la misma que tuvieron de vuelta en la Subrei, donde afirman que no tienen obligación de comunicar estas materias a Hacienda, ya que son temas que se tratan a nivel de gabinete y no con un ministerio en particular. Antes, cuando existía la Dirección de Relaciones Económicas Internacionales, la injerencia de Hacienda era mayor, dicen. Pero ahora no. No obstante, quienes conocen el trabajo de ambas reparticiones sostienen que se mantiene un diálogo fluido entre los equipos técnicos, en especial porque hay un comité interministerial de negociaciones comerciales que es integrado por Hacienda y la Subrei. Ese grupo determina la estrategia de negociación de los acuerdos, por lo que todo lo que pase con los acuerdos comerciales Hacienda está al tanto.
Fuentes de Hacienda descartan que exista alguna indefinición sobre la política comercial del país y que, al final de cuentas, el tratado con la Unión Europea concluirá de buena manera y que el TPP11 se terminará votando luego del plebiscito del 4 de septiembre. Al interior del Ejecutivo afirman que el desenvolvimiento de Ahumada no ha sido del todo positivo, en el sentido que se ha mantenido en una postura más académica que práctica y pragmática. “Aún no ha entrado en la arena política”, menciona un inquilino de Palacio, quien agrega que “no ha sabido comunicar bien sus planteamientos”.
La Unión Europea y el TPP11
Hay dos temas claves sobre la agenda de la Subrei. El primero es la negociación con la Unión Europea. Desde la subsecretaría explican que, si bien fue anunciado un cierre técnico, no es una práctica internacionalmente reconocida ni es un acto jurídicamente vinculante. En ese sentido, dicen que “dicho cierre técnico es distinto a la conclusión de las negociaciones, lo que la Unión Europea llama en su sistema acuerdo en principio. En nuestro caso, Chile no tiene un acuerdo en principio con la Unión Europea. Es decir, no ha habido un acto político y oficial de conclusión de negociación ni textos publicados por la Unión Europea y Chile que reflejen aquello”.
La Subrei sostiene que se están analizando por los equipos negociadores chilenos, y trabajando con los equipos europeos, “algunos aspectos específicos de la propuesta de modernización para asegurar su compatibilidad con el programa de gobierno. En particular, se busca salvaguardar la autonomía estratégica del Estado para realizar políticas enfocadas en estimular el desarrollo de actividades económicas en áreas estratégicas y la descentralización de nuestra economía”.
Osvaldo Rosales, ex Direcon en el gobierno de Ricardo Lagos, quien fue el jefe negociador del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y del Pilar Comercial en el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, pide calma: “El gobierno está comprometido con el cierre del acuerdo con la Unión Europea, las negociaciones con India van avanzando, no veo la causa de alguna inquietud”.
El segundo tema relevante en la agenda de Ahumada es la consulta pública que originalmente se realizaría entre agosto y octubre, y que luego pasó para fines de año, ahora no hay un plazo fijo. “Existe una planificación que se ha ido modificando en tanto se fortalece la propuesta, por tanto, no se ha definido una fecha exacta de realización”, dicen desde la Subrei.
Y sobre el TPP11, descartan que sea una política que dependa de esta repartición: “Es una decisión que excede las competencias de esta subsecretaría”, responden. Coincide el senador Latorre, quien sostiene que la gestión de Ahumada debe evaluarse desde que asume como subsecretario. “Se ha criticado por el TPP-11 aduciendo a sus dichos previos a asumir como subsecretario. Pero resulta que la aprobación o no de dicho acuerdo no está en las manos de la Subrei, se encuentra en el Senado. Y quiero recordar que fue la senadora Yasna Provoste la que indicó que no veía un suficiente consenso político al respecto”.
Actualmente, Chile cuenta con 31 acuerdos comerciales, y por ello los exdirecon y excancilleres tienen una mirada positiva sobre los tratados e instan al gobierno a acelerar el paso en esta materia. Carlos Furche, quien estuvo al mando de la Direcon entre 2004 y 2010 y fue ministro de Agricultura del segundo gobierno de Michelle Bachelet, dice que si bien “los temas técnicos son opinables y debatibles, ha faltado despejar los temas ideológicos. Me parece que el TPP11 es beneficioso para Chile para competir en igual de condiciones”. Con respecto a la gestión de Ahumada, agrega que “todavía está en desarrollo. En esa evaluación será muy importante el cómo se resuelvan la modernización del acuerdo con la UE y el TPP11″.
Pero la agenda de la Subrei no se agota con esos temas: en carpeta hay una serie de acuerdos comerciales en curso, entre ellos, el Acuerdo Alianza del Pacífico y Estados Asociados, Acuerdo de Asociación Económica Integral entre Chile e Indonesia y Modernización del Acuerdo de Asociación Bilateral Chile-Reino Unido.
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