Las lecciones tras la crisis del banco “startup friendly” del Valle del Silicio

Congress Failed Banks
FILE - Security guards let individuals enter the Silicon Valley Bank's headquarters in Santa Clara, Calif., March 13, 2023. Lawmakers are up in arms over the collapse of Silicon Valley Bank and Signature Bank, and they're questioning what went wrong. But while President Joe Biden has urged Congress to strengthen the rules for banks to prevent more failures, lawmakers are divided on legislation. (AP Photo/ Benjamin Fanjoy, File)

Diversificar cuentas bancarias o enfocarse mucho más en las ventas que en andar levantando capitales de riesgo constantemente. Actores del sector privado y público entregan algunas recomendaciones tras la caída de Silicon Valley Bank, un episodio que sigue generando nerviosismo entre las startups.


Si hay un sector que donde las fronteras entre países no es un tema es el de las startups, especialmente las que tienen productos, soluciones o servicios orientados a cualquier mercado. Por eso, aparte de buscar inversionistas afuera, también se comportan como las startups globales, las que tienen (o tenían) a Silicon Valley Bank (SVB) como su banco preferido. ¿La razón? Simplemente, es (o era) una entidad que habla su idioma y donde, quizá lo más importante, exigían menos requisitos que los bancos tradicionales para abrir una cuenta. Y al igual que muchos inversionistas de riesgo, aceptaba a las nuevas empresas aunque tuvieran sólo una buena idea y un atractivo pitch.

Silicon Valley Bank comenzó a caer en la insolvencia cuando sus clientes, en su mayoría empresas de tecnología que necesitaban efectivo mientras atravesaban problemas para obtener financiamiento, comenzaron a retirar depósitos. El banco tuvo que vender bonos a pérdida para cubrir los retiros, lo que derivó en un colapso. El clímax de esta historia sucedió la semana del 6 al 10 de marzo. Muchas empresas, por temor a que el banco quebrara, sacaron su dinero, llegando a una cifra de US$ 42.000 millones entre el jueves y parte del viernes. Este último día, el banco limitó la posibilidad de retiro y muchas startups se quedaron con su dinero capturado. Luego de que fuera intervenido por el gobierno federal de EE.UU., este viernes 17, el banco pidió protección federal por quiebra bajo el Capítulo 11.

A pesar que de a poco el banco ha ido liberando los fondos a algunos clientes (chilenos o de otros países) y, el gobierno de Estados Unidos ha puesto paños fríos con anuncios de soluciones rápidas, quedó un sabor amargo en el ecosistema del emprendimiento. Tanto en las startups como entre los inversionistas de riesgo. Y como es usual en este sector, rápidamente hay que apelar a la resiliencia con las lecciones aprendidas. “Ahora, el gran desafío que viene es descubrir si un buen banco tomará la oportunidad de mercado que dejó SVB: un banco startup friendly, que estaba diseñado para atender emprendedores, ya que en esa propuesta de valor hay que reconocer que el SVB era imbatible”, comenta Claudio Barahona, socio del venture capital latinoamericano Alaya Capital Partners.

En esa misma línea está el Mercury, aunque no es exactamente un banco, sino una fintech con “servicios bancarios para empresas emergentes, de cualquier tamaño o etapa”, como se presentan, los que son provistos por entidades como Choice Financial Group y Evolve Bank & Trust. También existe -entre los más conocidos- Brex, que ofrece tarjetas de crédito comerciales y cuentas a empresas de tecnología. Ambos funcionan 100% en línea.

“Situaciones como esta corrida bancaria y la fragilidad del sistema hacen sin duda reflexionar. Queda la recomendación para que en el futuro todos los emprendedores tengan múltiples cuentas, en múltiples bancos y no pongan todos los huevos en una sola canasta”, concluye Barahona.

Para Rocío Fonseca, directora de Emprende tu Mente, la primera lección tiene que ver con pensar en que cada vez que una startup planee internacionalizarse hay que tener muy claro el flujo y la trazabilidad del dinero, qué legislación rige, la institución internacional en que están confiando y sus espaldas, “y, en caso de emergencia (como este) saber cómo actuar”, dice Fonseca. “Creo que no estábamos acostumbrados a incluir de manera detallada un análisis y proceso de contingencia que detalle la ruta del dinero, su operabilidad y riesgo en caso de que vuelva a pasar lo qué pasó con SVB”, indica.

Con lo sucedido en el Valle del Silicio también queda entredicho la potencia que tenía el concepto de “Unicornio” (empresas valorizadas en más de US$1.000 millones), como la meta a alcanzar por muchas startups y sus inversionistas. Entre junio de 2021 y febrero de 2022 Chile consiguió el récord de sus primeros tres unicornios: Cornershop, NotCo y Betterfly. Los expertos coinciden que será difícil que esto pase de nuevo, por la reducción de la billetera de los inversionistas y ahora, con lo de SVB, la tesis sólo se afianzó. “Necesitamos pensar qué tipo de startups queremos desarrollar. Es mejor para nuestros países (en vías de desarrollo) crear ‘toros’ que tengan ventas, resuelvan problemas concretos, aporten a la economía local y escalen de manera sólida, valorizándose y creciendo en base a resultados tangibles”, dice Fonseca con respecto al sueño del unicornio.

Desde Alemania, Sebastián Díaz, cofundador de la plataforma europea DEEP Ecosystems Europa y exdirector de Start-Up Chile, estima que hay que luego de lo de la semana pasada, las startups deben fijarse más aun en los riesgos operativos cuando se manejan patrimonios, además de contar con instituciones sólidas, depositantes atomizados y diversificados y, evaluar jurisdicciones y regulaciones. “Desde el punto de vista de los startups, en la medida que existió un alto nivel de disponibilidad de recursos frescos, relegaba a una segunda prioridad la planificación de los flujos en el tiempo y tener una política clara para invertirlos. Hoy, ante la contracción del financiamiento se necesita una gestión mucho más acorde a cómo se usará el capital en cada momento del tiempo”, indica Díaz y agrega: “Hoy hay mucho que aprender de aquellos emprendedores que han crecido haciendo bootstrapping (emprender un negocio desde cero con el mínimo capital requerido para invertir), con ventas reales más que potenciales”.

Antes que cualquier cosa, Carmen Contreras, gerenta de Emprendimiento y Start-Up Chile de Corfo, recuerda que lo que detonó la crisis del SVB está vinculado con la gestión interna de ese banco y no con las particularidades del ecosistema de emprendimiento propiamente tal. Como sea, indica que uno de los principales aprendizajes es que tan importancia como el levantamiento de capital para apuntalar su desarrollo comercial es la gestión asociada a dichos recursos, “junto a la importancia de adoptar y ejecutar buenas prácticas para la gestión de sus reservas de efectivo. En un contexto en donde la información encuentra canales perfectos para propagarse con rapidez -por ejemplo, para el caso del SVB, Twitter fue el primer canal de información- resulta muy relevante ser prudentes en cómo las startups administran sus recursos en efectivo, poniendo especial atención en dónde se depositan, el grado de diversificación de los depósitos, entre otros”, explica Contreras.

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