El pasado jueves fue lanzado por Ediciones UC y la empresa Aguas Andinas el libro “Historia del agua potable en Santiago” que fue escrito por el historiador David Home.

La obra empieza situando al lector en el año 1541, cuando el desafío era satisfacer la demanda de agua para el consumo en el período colonial.

En 245 páginas, la narración continúa ahondando en el establecimiento de la empresa de agua potable de Santiago, las transformaciones de los servicios sanitarios en el siglo XX y finaliza detallando la evolución hacia una empresa de servicios ambientales.

“La historia de la provisión de agua potable y servicios sanitarios en Santiago da cuenta de múltiples desafíos y numerosos proyectos que han buscado contribuir al mejoramiento de la salubridad y el bienestar de la población”, se describe en el libro que está dividido en cuatro capítulos.

En una primera fase se detalla el descubrimiento de las fuentes de agua para transportarla y almacenarla en las debidas condiciones, para continuar con el hito de la distribución domiciliaria por redes en los inicios de la empresa de Agua Potable de Santiago que luego se convirtió en Aguas Andinas hace 162 años.

Otras de las labores que se realizaron a lo largo de la historia en la capital fueron las obras de acueductos y embalses ante el crecimiento urbano en el siglo XX, junto a la construcción del alcantarillado, el tratamiento de aguas servidas y finalmente el aprovechamiento de los derivados de ese proceso bajo el concepto de biofactorías.

En un foro que fue moderado por el periodista Rodrigo Guendelman, el historiador David Home compartió algunas de sus reflexiones sobre su trabajo en una conversación en la que también participó el director de Asuntos Legales, Regulatorios y de Gobierno de Aguas Andinas, Camilo Larraín.

Uno de los desafíos que Home dijo ha sido una constante a la hora de abastecer de agua potable a Santiago tiene que ver con el incremento demográfico. “El crecimiento poblacional y espacial de la urbe no es una problemática reciente. Siempre hemos tenido que buscar cómo entregar el recurso a millones de personas”, puntualizó.

Otro aspecto tiene que ver con el financiamiento. Según el escritor, “ahora están contemplados los recursos económicos necesarios para abastecer a la población de recursos sanitarios y agua potable, pero no siempre fue así”. También recordó una famosa frase de una campaña publicitaria del siglo pasado: “Producir agua potable cuesta millones. Derrochar no cuesta nada”.

En cuanto a las tareas que impone la realidad del cambio climático, David Home señaló que en un país afectado por terremotos y una larga sequía, “tenemos una manifestación de la naturaleza mucho más oyente que es el cambio climático que afecta la producción de agua potable”, a lo cual agregó que esto “obliga a las empresas a adaptarse a este fenómeno”.

Por su parte Camilo Larraín, de Aguas Andinas, opinó que existe un desafío “enorme” con el cambio climático. Según señaló, este se ha manifestado en los últimos años en casos como el de las lluvias con isoterma cero alta, que “barren todo con ríos con altas turbiedades”. Eso ante episodios que se han registrado en sectores como San José de Maipo en los últimos meses en la Región Metropolitana, con problemas como los deslizamientos de tierra.

Larraín también dijo que en relación con el agua de las bio factorías provenientes del río Maipo y aguas subterráneas, “parte de nuestro proyecto es aprovechar esas aguas para que vuelvan al ciclo sanitario o más adelante desarrollar un sistema para regenerar el agua como en las ciudades europeas”.