M&A en tiempos de pandemia
Empresas de sectores defensivos, como el alimentario, la logística o el eléctrico, concitan mayor interés de fusiones y adquisiciones en Chile en medio del fenómeno del Covid-19. Fondos de private equity internacionales, como uno ligado a Louis Vuitton, están estudiando posibles inversiones.
El dinamismo en Chile del mercado de M&A, siglas en inglés por la que es reconocida la actividad de fusiones y adquisiciones de empresas, se ha ralentizado. La crisis económica que ha desatado el Covid-19 ha hecho que la liquidez se cuide y el riesgo de las empresas aumente, por lo que sus valorizaciones en base a sus flujos futuros no son del todo ciertas. Por esto, son varios los inversionistas que han optado por esperar y ver.
Sin embargo, siempre hay quienes están dispuestos a invertir en aguas turbulentas o momentos de incertidumbre. Muestra de ello ha sido la canadiense Innergex, que compró esta semana la planta fotovoltaica PV Salvador (70 MW) en US$ 66 millones a Etrion, Total Solar y Solventus, quienes fueron asesorados por BTG Pactual. Otra transacción de este último tipo que se dio en los días recientes fue la compra de los supermercados Erbi por parte de la cadena colombiana Justo & Bueno, que es parte del grupo Reve, donde invierte el fondo de private equity chileno Australis Partners.
El socio de la firma de finanzas corporativas Hudson Bankers, Jonathan Huckaby, explica que luego del estallido social, el fortalecimiento del dólar y la llegada del coronavirus, hay un descuento importante en los activos chilenos. Por lo anterior, constata que “los inversionistas extranjeros están buscando oportunidades de compra en sectores defensivos, como el eléctrico, alimentos, salud, logística y comercio electrónico”. De hecho, ejemplifica que hay capitales privados chinos que no tienen presencia en Chile y que están cerca de cerrar la compra de una empresa eléctrica local.
El ejecutivo también ve oportunidades de consolidación en la industria automotora, donde con el desplome de las ventas, cree que se verá a futuro “más marcas bajo un mismo operador”.
Con todo, Huckaby avizora que el grueso de las transacciones locales en época de pandemia se dará en el formato de fusiones -dada la poca liquidez-, especialmente en empresas de tamaño medio o de ventas anuales entre US$ 20 y 50 millones. De este modo, indica que empresas de un mismo rubro podrán generar sinergias y eliminar estructuras duplicadas.
Otra fuente, ligada a un reconocido banco de inversión, agrega que hay inversionistas que están buscando activamente compra de compañías cuyo precio fluctúe entre US$ 50 millones y US$ 150 millones, es decir, dependiendo del sector, con ventas entre US$ 50 millones y US$ 300 millones anuales. La gran diferencia, dice el mismo ejecutivo, entre compañías en problemas a la venta hoy respecto a antes del estallido social y el coronavirus, es que “huelen a un precio distinto” y recalca que “es distinto venir a comprar cuando el Ipsa está sobre los 5.000 puntos, a hacerlo cuando está en 3.500”.
Private equity buscando oportunidades
Hay fondos de private equity o capital privado que habían levantado recursos antes del Covid-19 y que no han invertido en nuevas compras; justamente, estos inversionistas son uno de los principales en “vitrinear” compañías chilenas.
Uno de ellos es el brasileño Patria Investments -donde la norteamericana Blackstone es una de sus principales financistas-, que levantó hace poco alrededor de US$ 3 mil millones y que compra compañías de tamaño medio. Actores del mercado local aseguran que han estado evaluando empresas para adquirir en Chile.
Otra que ha estado preguntando por activos en Chile es L Catterton, firma de fondos donde invierte el holdging francés Louis Vuitton y que ya ha comprado gimnasios en Colombia, restoranes en México, firmas de salud y belleza en Brasil, y viñas y firmas de retail en Argentina. En nuestro país estarían buscando oportunidades en viñas, retail y en el mercado del lujo.
Auge de fondos de deuda privada
El socio de la firma de inversiones Vantrust, Patricio Nazal, comenta que ante la necesidad de fuentes de financiamiento por parte de las empresas, en su compañía “hemos estado armando fondos alternativos que mezclan inversiones de deuda con otros proyectos de desarrollo inmobiliario”. Estima que ante la poca liquidez del mercado “creo que van a aparecer muchos fondos de deuda”.
Nazal indica que en esta época sus cuatro fondos de deuda están teniendo más oportunidades y más clientes, por lo que se están capitalizando más. Así, detalla que el tamaño de sus fondos creció un 50% desde el estallido social, con especial repunte desde la llegada del Covid-19, por lo que ahora totalizan alrededor de US$ 100 millones. Estos fondos no prestan dinero puro y duro, también se invierten en facturas y saldos de precios de empresas de comercio, entre otras clase de activos. Lo que destaca Nazal es que estos instrumentos “se invierten en compañías que tengan buenas garantías -que sean líquidas, como terrenos o edificios- y donde los bancos no estén dispuestos a entrar, dado que en épocas de crisis se tornan más conservadores en sus riesgos”.P
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.