Pagos que recibe Corfo por el litio del salar de Atacama cayeron en más de US$1.000 millones en 2023
Los montos percibidos por la agencia estatal, en virtud de los contratos de arrendamiento, se vieron afectados por la disminución en el precio del oro blanco. La baja se explica por SQM, cuyos aportes retrocedieron en 43% durante el ejercicio pasado. Por su parte, la otra firma que opera el salar, la norteamericana Albemarle, aumentó sus pagos en casi 30%.
La negativa tendencia que afectó a los precios del litio durante 2023 en los mercados internacionales, tuvo su correlato directo en las rentas que percibe Corfo, la dueña de las pertenencias mineras en el Salar de Atacama, y que son arrendadas por SQM y Albemarle, en sendos contratos que les permiten ser los únicos dos productores del oro blanco en Chile.
De acuerdo con los registros de la agencia estatal, los pagos que ambas compañías realizaron durante 2023 llegaron a los US$2.763,5 millones. La cifra supone una merma del 28% en relación a los US$3.846,7 millones que cancelaron las firmas en el 2022. Así, se tiene que entre un año y otro, se observó una diferencia negativa por un total de US$1.083,2 millones.
De la cifra total, US$998,7 millones corresponden a Albemarle, mientras que US$1.764,8 millones a SQM. En el caso de la chilena, la cifra marca un descenso del 43%. En el de la norteamericana, en tanto, se observa un alza del 29%.
Eso sí, el resultado anual llega tras un cuarto trimestre en que ambas compañías reportaron una marcada disminución en sus pagos, al comparar con el mismo período de 2022. Si a fines del último cuarto de ese año, SQM realizó pagos por US$910 millones, para fines de 2023 éstos bajaron a US$145,5 millones, marcando una caída del 84%.
El desempeño de Albemarle mostró una magnitud menor, pero con tendencias en la misma dirección. En el último cuarto de 2022, la norteamericana pagó US$317,7 millones a Corfo, mientras que en igual lapso de 2023, entregó US$165 millones por concepto de arriendo.
Todo, en medio de una marcada disminución de la cotización del carbonato de litio en el mercado chino, el principal consumidor global del producto. Durante 2022, cada kilo de oro blanco promedió US$49,6, mientras que en 2023 ese nivel se hundió hasta los US$26.
Sin embargo, las ventas de SQM y Albemarle tienen precios de comercialización diferentes. Según reportó la minera privada chilena, su producción de litio en todo el año se vendió a un promedio anual de US$33 por cada kilo. Albemarle no detalla dicha información en sus balances, pero desde 2021 los cambios en su estrategia comercial en que pasó de establecer contratos de suministro de litio con precios fijos, a una basada en índices que siguen los precios en el mercado de corto plazo, han aumentado los montos de los pagos entregados a Corfo.
Según la renegociación de contratos de 2017 y 2018, ambas empresas pagan una escala de aportes que se empina a una tasa marginal que supera el 40% cuando el precio de la tonelada es mayor a US$10 mil.
Volumen de ventas estables
Más allá de los pagos, las empresas que le arriendan las pertenencias mineras a Corfo también están obligadas a reportar sus niveles de ventas, medidas en miles de toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE, por sus siglas en inglés).
Así, las cifras entregadas por cada compañías a la agencia estatal revelan que los volúmenes de ventas se empinaron hasta las 218,98 mil toneladas LCE en 2023, un 4% más que lo reportado en 2022. De ellas, 168,59 mil toneladas corresponden a SQM, mientras que 50,39 mil toneladas a Albemarle.
En términos anuales, ello significó para la minera chilena un aumento del 5% entre un año y otro, mientras que para en el caso de la firma estadounidense no hubo variaciones. En tanto, al considerar las cifras trimestrales, en el último cuarto se observa una leve alza de 1% en el volumen de ventas informado por Albemarle, por 12,84 mil toneladas LCE, y una disminución de 15% en el volumen de ventas informado por SQM, por 37,12 mil toneladas LCE.
En todo caso, desde que los contratos de arrendamiento fueron modificados con cada empresa, los datos dan cuenta de un aumento sostenido en los niveles de ventas de carbonato de litio.
La primera en ver dichos efectos fue Albemarle. Desde 2017 a 2023, pasó de informar ventas anuales por 25,46 mil toneladas a 50,39 mil toneladas. Un salto del 98% en cinco años.
Para SQM, cuya renegociación tuvo efectos a partir de marzo de 2018, el salto productivo es mucho mayor. En 2019, el primer año completo bajo la nueva estructura contractual, sus volúmenes de ventas llegaron a 54,47 mil toneladas LCE. En 2023, ascendieron hasta las 168,59 mil toneladas. Un 210% más en dicho período.
No obstante, el aumento en los volúmenes visto en 2023 fue el más bajo en el período. En los años anteriores, el alza fue de 33% en promedio.
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