Redibuk: el Uber de la segunda vivienda

Todo empezó con un departamento en Concón y la idea de crear un negocio donde todos ganaran. Hoy, Redibuk.com tiene también operaciones en Viña del Mar, Pucón y Puerto Varas y van por más destinos chilenos y peruanos. Proyectan cerrar 2019 con ventas por US$1 millón.


La idea partió en 2017, durante un almuerzo veraniego en un restaurante de Concón. De hecho, el negocio tiene mucha relación con el período estival, las vacaciones y el mar. El empresario Gonzalo Restini invitó a Roberto Lindermann para empezar a darle forma a la futura startup. Y entre picoteo y café diseñaron una estrategia.

Se habían conocido cuatro años antes en Hippocampus, una empresa del rubro hotelero en la que había invertido Moneda Asset Management. Roberto era el gerente de Administración y Finanzas y Gonzalo, el presidente del directorio. "Me compré un departamento en Concón", le contó Roberto a Gonzalo, quien lo miró extrañado como pensando: ¿para qué, si ya tiene uno en Viña del Mar?

Pero la idea del actual socio ejecutivo de Redibuk.com era probar si realmente era un negocio arrendarlo a familias que querían vacacionar en la costa. Lo hizo como inversión. "Gonzalo no vio mucho negocio al principio. Pero la verdad es que me fue muy bien", recuerda Roberto.

Pasaron los años y Gonzalo ya se había ido hace rato de Hippocampus. Alguien le comentó que estaba siendo bastante rentable comprar departamentos de segunda vivienda para arrendarlos. Seguramente, producto de la influencia y rápido crecimiento de Airbnb. Empezó a investigar más y se entusiasmó. Llamó a Roberto y luego de un buen bife chorizo tenían lista la hoja de ruta para lanzar la startup. "Yo conocía muy bien la zona donde partimos y vimos que había mucha construcción de edificios, principalmente en Costa Montemar, Concón. Cerca de dos tercios de los departamentos de cada edificio eran de segunda vivienda. O sea, estaban desocupados casi todo el año. Por lo que había una oportunidad interesante", dice Roberto.

En octubre de 2017 se concretó el primer negocio en un departamento en Costa Montemar. El 1 de enero de 2018 ya tenían 21; en el verano de 2019, 105 y para el período estival que viene, proyectan más de 230. Actualmente están en Viña del Mar, Concón y acaban de empezar operaciones en Pucón y Puerto Varas. "Antes de que termine el año queremos estar en La Serena, Cachagua y Maitencillo", agrega Roberto y Gonzalo le responde riendo: "Te voy a cobrar la palabra…".

La mecánica es bien simple. El dueño de un departamento ingresa en una página web los días que ocupará su inmueble. El resto del tiempo está disponible para que la plataforma lo ofrezca a arrendatarios esporádicos. Para ello, Redibuk.com invierte cerca del 17% de las ventas en promocionar los departamentos en los principales portales del rubro a nivel mundial. "La diferencia con sitios como Airbnb es que esta aplicación es un solo un intermediario entre el arrendatario y el dueño. Nosotros, en cambio, nos hacemos cargo de la propiedad a nombre del dueño. O sea de la administración del departamento e incluso, de pagar el IVA producto de dicho arriendo", explica Roberto, agregando: "En general esta es una actividad que siempre ha sido concebida de manera informal. Incluso, Airbnb está configurado para no pagar impuestos".

Gonzalo complementa: "El dueño puede disfrutar de su departamento en la playa cuando quiera y nosotros nos hacemos cargo solo de los tiempos vacíos. O sea, somos el Uber de la segunda vivienda. Todos ganan: el dueño, que monetiza su inversión, los arrendatarios y Redibuk.com".

La mayoría de los arrendatarios de la plataforma son familias que quieren pasar unos días fuera de Santiago, ciudad desde donde provienen en un 80%. Si vienen en auto cansados un viernes por la noche, no importa. Recibirán la ubicación por el celular y cuando lleguen, estará esperándolos en la puerta del edificio un "redibuker" en su scooter con las llaves del departamento y estacionamiento, la clave del WiFi y un sobre con toda la información necesaria. El domingo, cuando la familia vuelva a su hogar, sólo deben dejar la llave encima de una mesa y cerrar la puerta. "Hemos trabajado muchísimo en mejorar la experiencia de todo el proceso. Incluso, los usuarios pueden acceder a descuentos de restaurantes y panoramas cercanos", indica Roberto.

También hay una cantidad importante de arrendatarios argentinos, brasileños y europeos. "Nuestro primer verano (2018) teníamos muchos argentinos, ya en el verano de este año, vimos como bajaban. Creo que para 2020 serán prácticamente cero. Por eso estamos trabajando para suplir eso", cuenta Gonzalo. A pesar que la mayoría de los usuarios están en el panorama vacacional, también tienen una línea de negocio para personas que van por trabajo, principalmente a la costa central.

Redibuk.com cobra una comisión de 35% por cada arriendo. En 2018 tuvieron ventas por US$280.000 y este año proyectan llegar a US$1 millón. Si bien todo lo han levantado con inversión privada y las ventas, acaban de ganarse un fondo de Corfo y están estudiando la posibilidad de armar una ronda de inversión más fuerte.

¿La razón? Quieren empezar a mirar para afuera. Lima y Máncora, en Perú, serán la primera estación. Incluso, podrían ser un socio natural de inmobiliarias que construyen segundas viviendas. "La ventaja es que tenemos un sistema para administrar miles de departamentos. Ahora solo nos queda ir avanzando e incluyendo ciudades", dice Gonzalo Restini.

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