Reserva Federal vuelve a subir la tasa de interés y Powell no ve una recesión en EE.UU.
La Fed decidió elevar los tipos de interés del país en 75 puntos básicos, hasta un rango objetivo de entre el 2,25% y el 2,5%. Los expertos afirman que con este comunicado más neutral la Fed preparó el terreno para subir las tasas a un menor ritmo en la decisión de septiembre. Los índices bursátiles celebraron las señales de la autoridad.
La Reserva Federal de Estados Unidos subió las tasa de interés en 75 puntos básicos por segundo mes consecutivo, en línea con las estimaciones del mercado, y el presidente del organismo, Jerome Powell, dijo que una medida similar era posible nuevamente, al tiempo que rechazó la especulación de que la economía de EE.UU. está en recesión.
Los responsables de la política monetaria, que se enfrentan a las presiones inflacionarias más altas en 40 años, elevaron el miércoles el objetivo de la tasa de fondos federales a un rango de entre el 2,25% y el 2,5%. De este modo, el aumento acumulado en junio-julio asciende a 150 puntos básicos, el más pronunciado desde la época de lucha contra la inflación del expresidente de la Fed, Paul Volcker, a principios de la década de 1980.
“Aunque otro aumento inusualmente grande podría ser apropiado en nuestra próxima reunión”, eso dependerá de los datos de aquí a entonces, dijo Powell durante una conferencia de prensa tras una reunión de política monetaria de dos días en Washington.
La Fed también ralentizará el ritmo de las subidas en algún momento, dijo Powell. Además, agregó que los funcionarios establecerán la política monetaria en cada reunión en lugar de ofrecer una orientación explícita sobre el tamaño de su próximo movimiento de la tasa, como lo ha hecho recientemente.
Estos comentarios provocaron una subida de las acciones estadounidenses mientras Powell hablaba, y los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos cayeron junto con el dólar.
La última subida sitúa los tipos de interés cerca de las estimaciones de los responsables de la política monetaria de la Fed respecto del nivel que no acelera ni ralentiza la economía. Las previsiones de mediados de junio mostraban que los funcionarios esperaban subir los tipos hasta cerca del 3,4% este año y el 3,8% en 2023. Powell dijo que esas previsiones eran la mejor guía actual de hacia dónde se dirigía la Fed este año y en 2023.
Mientras que a muchos les preocupa que la economía esté al borde de la recesión, los funcionarios de la Fed ven el vaso medio lleno, con un mercado laboral fuerte que permite a la economía soportar un rápido ajuste monetario. Desde Bloomberg Economics creen que hay pocas probabilidades de que la Fed haga una pausa en sus subidas de tipos a finales de este año, como los mercados esperan actualmente.
Por su parte, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su siglas en inglés) dijo en su decisión de tasas que “está firmemente comprometido con el retorno de la inflación a su objetivo del 2%”, dijo en un comunicado, repitiendo el lenguaje la reunión anterior, de que está “muy atento a los riesgos de inflación”. El FOMC reiteró que “anticipa que los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados”, y que ajustará la política si surgen riesgos que puedan impedir el logro de sus objetivos.
La votación del FOMC, que incluyó a dos nuevos miembros -el vicepresidente de la Fed, Michael Barr, y la presidenta de la Fed de Boston, Susan Collins- fue unánime. La incorporación de Barr al consejo a principios de este mes hizo que éste contara con siete gobernadores por primera vez desde 2013.
Subidas contundentes
Criticados por juzgar mal la inflación y ser lentos en la respuesta, los funcionarios están ahora subiendo los tipos de interés con fuerza para enfriar la economía, incluso si eso corre el riesgo de llevarla a la recesión. La subida de los tipos ya está teniendo un impacto en la economía estadounidense. Los efectos son especialmente evidentes en el mercado de la vivienda, donde las ventas se han ralentizado.
Aunque los funcionarios de la Reserva Federal sostienen que pueden gestionar un llamado aterrizaje suave de la economía y evitar una fuerte desaceleración, varios analistas afirman que hará falta una recesión con un aumento del desempleo para frenar significativamente el aumento de los precios.
El FOMC señaló el miércoles que “los indicadores recientes de gasto y producción se han suavizado”, pero también que las ganancias de empleo “han sido robustas en los últimos meses, y la tasa de desempleo se ha mantenido baja”.
Powell dijo que no creía que la economía estuviera en recesión, citando un “mercado laboral muy fuerte” como prueba. “La demanda sigue siendo fuerte y la economía sigue en camino de seguir creciendo este año”, agregó.
Priscila Robledo, economista jefe en Fintual, sostuvo que “con este comunicado neutral la Fed preparó el terreno para subir las tasas a un menor ritmo en la decisión de septiembre. Así, aunque no se puede descartar otro aumento de 75 puntos base en dicha reunión, lo más probable es que sea un aumento de 50 puntos base. Este escenario ya estaba parcialmente incorporado en las expectativas del mercado, pero hubo un impacto positivo en los activos debido a la ausencia de sorpresas negativas”.
Y añadió que “la Fed todavía cree que su tasa de política monetaria va a cerrar este año en 3,25%-3,5%, un punto porcentual más arriba de su nivel actual. El hecho de que la Fed no haya cambiado de opinión sobre esto es buena noticia para los países emergentes, porque reduce las presiones que los bancos centrales tienen a subir sus tasas”.
El economista jefe de Itaú, Andrés Pérez dijo que Powell “sinceró que habría menos orientación de movimientos futuros en el corto plazo. Futuras alzas serán data dependientes, y tendrán que calibrar la desaceleración suave de la economía junto a un descenso decidido de la inflación”.
Los operadores consideran que lo más probable es que se produzca una subida de medio punto en la reunión del FOMC del 20 y 21 de septiembre, según los precios fijados a primera hora del miércoles en los contratos de futuros de tipos de interés. Consideran que la tasa llegará a un máximo del 3,4% a finales de año, seguido de recortes en el segundo trimestre de 2023.
Tras la decisión de la Fed, los índices bursátiles en EE.UU. se movieron con fuerza al alza, con el S&P500 subiendo 2,6%, mientras el Dow Jones lo hizo en 1,4%. El índice de acciones tecnológicas Nasdaq anotó el mayor aumento diario en más de dos años, con un 4,1%, aunque esto también fue influenciado por los resultados de Alphabet y Microsoft, reportados el martes.
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