Ruido en Santiago durante la noche disminuye 75% producto de las medidas sanitarias
Según un informe elaborado por la Universidad Autónoma y el Ministerio del Medio Ambiente, el nivel de ruido en las estaciones de monitoreo de Av. Santa Isabel y Avenida Irarrázaval descendieron en 6 decibeles durante la noche después del 21 de marzo. El principal responsable de la contaminación acústica son los automóviles y el transporte público.
Basta con abrir la ventana en un departamento en Santiago para darse cuenta de la tranquilidad nocturna producto del aislamiento por el coronavirus (Covid-19). Según un reporte elaborado por la Universidad Autónoma de Chile y patrocinado por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), el ruido en la capital durante la noche disminuyó un 75%, considerando la medición de dos estaciones de monitoreo claves: una ubicada en Av. Santa Isabel, próximo a esquina Salvador (Providencia); y la otra, en Av. Irarrázaval, cerca de Pedro de Valdivia (Ñuñoa).
Para la investigación, se compararon los niveles de ruido antes y después del inicio de las medidas que ha establecido la autoridad sanitaria para el control de la pandemia, comparando por hora y haciendo la separación entre el día (07.00 a 23.00 horas) y la noche (23.00 a 7.00 horas).
De esta forma, ambas estaciones registraron en promedio una baja en 6 dB (decibeles) durante la noche, con respecto al período anterior, lo que corresponde al 75% de disminución, tomando en cuenta que el ruido se mide en una escala logarítmica. “La disminución del ruido ambiental durante la noche es realmente significativa”, concluye el informe titulado “Análisis de los niveles de ruido en Santiago período de contingencia sanitaria marzo 2020”, y agrega: “Es esperable que esta tendencia se repita en el resto de las vías de la ciudad”.
Así, los datos muestran que, por ejemplo, en la estación de Santa Isabel, en promedio se produjo una caída de 2 dB en el día durante el segmento estudiado, lo que corresponde a 35% menos. Mientras que, en la estación de Irarrázaval, el descenso fue de 1 dB (20%).
Llama la atención que, durante el día, la baja no es tan significativa como en la noche. Según la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, tiene que ver por el movimiento de personas. “La diferencia se explica porque la mayor parte del ruido es de responsabilidad del tránsito y la locomoción colectiva. Por lo tanto, mientras siga habiendo gente en la calle, el ruido durante el día disminuirá menos”, dice la jefa de la cartera.
De hecho, en términos generales se estima que el 70% del ruido de la ciudad es responsabilidad del tráfico vehicular y, claramente, esta medición lo demuestra. “Si bien esta reducción se genera a partir de medidas tomadas a raíz de la crisis sanitaria, nos permiten entender que el ruido es un contaminante que está presente diariamente en nuestras vidas y afectan nuestro bienestar”, explica Igor Valdebenito, jefe del departamento de Ruido, Lumínica y Olores del MMA.
Diferencia entre estaciones.
Hilando más fino en el análisis, en la estación de Providencia, se identificó una disminución notoria de los niveles de ruido a partir del sábado 21 de marzo, lo que se acentuó dos días más tarde, cuando la autoridad sanitaria decretó toque de queda para la Región Metropolitana.
Con respecto a la de Ñuñoa, el descenso importante fue a partir del lunes 23 de marzo en la madrugada. “A diferencia de Santa Isabel, esta avenida tiene una mayor carga de transporte público, siendo la fuente más influyente en los niveles de ruido en su entorno. Ello explica que se haya observado un cambio a partir del toque de queda y no antes”, dice la investigación.
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