Salario mínimo: quiebre entre las pymes tensiona avance del proyecto y diputados piden un acuerdo amplio antes de votar

El acuerdo que logró el Ministerio de Economía la noche del miércoles con un grupo de micro, pequeñas y medianas empresas sembró la esperanza en el gobierno de que ahora sí la discusión en el Congreso sería expedita y con ello acelerar el paso en la aprobación del salario mínimo. Sin embargo, esa esperanza se fue diluyendo con el correr de las horas y la discusión nuevamente se anticipa compleja.

Esto porque el grupo de representantes de las pymes que no firmaron el acuerdo levantaron la voz criticándolo y anunciaron que ahora se irán a conversar con los parlamentarios para buscar mejorar el subsidio ofrecido por el gobierno y a la vez lograr nuevos beneficios tributarios.

Entre quienes se restaron del acuerdo está la Multigremial Nacional, la Asociación de Emprendedores, la Federación de Turismo de Chile (Fedetur) y Convergencia Pymes entre otros.

Todo esto porque la propuesta del Ejecutivo incluye subir el salario mínimo a $500 mil a julio de 2024 de manera escalonada. El primer aumento será ahora en mayo, pasando de los actuales $410 mil a $440 mil, mientras que en septiembre próximo subirá a $460 mil, para en julio del año que viene alcanzar los $500 mil.

“Lamentablemente la fórmula de subsidio propuesta por el gobierno que fue mucho más baja de lo esperado. En un inicio pedimos un 100% y posteriormente flexibilizamos a un 80% para las Mipymes, pero no estuvimos ni cerca de eso si consideramos que la propuesta era descendente y sin permanencia en el tiempo. O sea, nos piden gastos permanentes sin asegurar ingresos permanentes”, sostuvo el presidente de Multigremial, Juan Pablo Swett.

Dada esta situación, 65 gremios enviaron una carta pública criticando el acuerdo. “Lamentablemente, la fórmula de subsidio propuesta por el gobierno fue más baja de lo esperado, era descendente y no consideraba permanencia en el tiempo, ignorando la máxima que indica: a gastos permanentes, ingresos permanentes”, señala la misiva.

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, por un lado valoró que el acuerdo por salario mínimo congregara el apoyo de organizaciones del mundo de la pequeña y mediana empresa a nivel nacional, y por otro criticó a las organizaciones disidentes que mostraron su rechazo a dicho tema.

“(Algunos) no estuvieron de acuerdo fundamentalmente, hasta donde entiendo, porque ellos decidieron plantear temas tributarios que no son propios del ingreso mínimo”, dijo Marcel ante la consulta de la prensa.

En ese sentido, Marcel invitó a dichas organizaciones del mundo pyme a conversar sobre materias tributarias, pero en el contexto de la reforma tributaria. “Un curso que se vio afectado en buena medida por el rechazo de la Cámara de Diputados, (una situación) que estas mismas organizaciones abogaron”, disparó Marcel.

Ante esto, el secretario de Estado interpeló a las organizaciones disidentes y acotó que, “tenemos que mostrar la voluntad de llegar a acuerdos, hay gremios que les cuesta llegar a acuerdos y el gobierno, al contrario, hemos mostrado una gran disposición a escuchar y a buscar los encuentros donde estén, pero también es importante un cierto orden y lógica de decisiones de política pública”.

De acuerdo a lo señalado por el gobierno, el subsidio representa un esfuerzo fiscal de $311.117 millones que podría ascender hasta los $386.976 millones si se activa un mecanismo de protección para las empresas en caso de condiciones de deterioro económico específicas.

El avance logrado por el gobierno poco convenció a los legisladores, quienes desde ya plantearon sus reparos a este acuerdo y solicitaron al Ejecutivo buscar incluir a quienes no firmaron la propuesta.

Uno de ellos es el diputado RN e integrante de la Comisión de Trabajo -instancia donde está radicado el proyecto- Frank Sauerbaum, quien sostiene que el gobierno no tuvo la capacidad de llegar a acuerdo con las organizaciones más importante de las pymes y llega a acuerdo con los más cercanos al gobierno. Eso es lo fácil de la negociación, hay que cuidar a la pequeña empresa porque estas enfrentan costos elevados, el gobierno tiene que hacer una propuesta mucho mas integral, y por eso nosotros pedimos una disminución transitoria de los impuestos, pero no se consideró”

Otro parlamentario que dice que el proyecto no contará con los votos de su bancada es Agustín Romero, diputado Republicano e integrante de la Comisión de Hacienda: “El proyecto entrega un subsidio que implica un reconocimiento de que nuestra economía no puede pagar ese ingreso mínimo, entonces lo veo inconveniente. El único que terminará perdiendo en el largo plazo con esta alza son los propios trabajadores”.

Para Romero, también surge otra interrogante: “Qué pasará después con este subsidio, cómo se eliminará, porque no se puede estar con un subsidio permanente para que las empresas puedan pagar sus remuneraciones... votaré en contra por esta razón, porque la economía no es capaz de pagar estas remuneraciones”.

Cristián Labbé, diputado UDI asevera que “el acuerdo sigue siendo poco representativo de la realidad y necesidades del sector pyme”. Por ello acota que “la discusión parlamentaria debe representar tanto a los trabajadores como a las pymes, creando un entorno que mejore las condiciones salariales con un sentido de realidad para que las pequeñas empresas puedan abordarlo de manera responsable y sostenible”.

Desde la DC también hay repartos. Así lo manifiesta el diputado que también integra la Comisión de Hacienda, Ricardo Cifuentes: “Nosotros estamos sorprendidos, porque la semana pasada le dijimos al gobierno que hiciera un esfuerzo adicional para que conversara con las pymes. Nos alegramos ayer cuando supimos que se logró un acuerdo, pero hoy día nos encontramos con una sorpresa de que hay una parte importante de gremios que no están conformes y además dicen que no hay un acuerdo. Todo eso será parte de lo que se discutirá la otra semana”.

El legislador puntualiza que “desde la DC y PPD hemos insistido para que las pymes sean escuchadas porque tienen un problema efectivo. Nos parece bien adelantar el sueldo mínimo, pero con una ayuda a las pymes”.

De no lograr un acuerdo amplio, los legisladores dicen que el gobierno incluso arriesga que el proyecto sea rechazado.

Para ayudar a solventar los costos laborales de la planilla de las mipymes, el Ejecutivo otorgará un subsidio que acompañe los incrementos del ingreso mínimo, extendiendo el de $32 mil que estuvo vigente hasta abril de este año, manteniendo la misma estructura y diseño de lo aprobado en 2022, pero con algunos cambios en los montos de la ayuda por trabajador. Este nuevo subsidio tendrá una vigencia entre mayo de 2023 y abril de 2025, y el monto a subsidiar por trabajador será diferenciado para micro, pequeñas y medianas empresas.

En el detalle, para el período mayo–agosto de este año el subsidio será de $45 mil para las microempresas, de $29 mil para las pequeñas y de $14.500 para las medianas. Luego, entre septiembre y diciembre, subirá a $50.500 para las micro, a $32.500 para las pequeñas y a $17.500 para las medianas, mientras que en enero–junio de 2024 será de $31 mil para las micro, de $20 mil para las pequeñas y de $9.500 para las medianas. De allí en más, los montos volverán a elevarse hasta enero de 2025 para luego comenzar descender, hasta que en abril de 2025 se entregue una suma de $7.000 para las micro, de $4.500 para las pequeñas y de $2.500 medianas.