Se dispara el temor a un impago de la deuda argentina

Alberto Fernández
Alberto Fernández durante el lanzamiento de su campaña en Río Gallegos, provincia de Santa Cruz. Foto: AFP

El vecino país afronta vencimientos por US$ 30.000 millones en lo que queda de año.


La sorpresiva victoria del peronista Alberto Fernández en las elecciones primarias del domingo, que deja al candidato con la victoria en las presidenciales de octubre prácticamente amarrada, provocó ayer un lunes negro en los mercados financieros del país, con desplomes históricos de la Bolsa, un 37%, y el peso argentino, hasta un 32%. Los inversores huyen de los activos argentinos ante el riesgo de nuevos controles de capitales o un impago de la deuda.

Los bonos cotizados en moneda extranjera perdieron ayer una cuarta parte de su valor, y se pueden comprar ahora por un 55% de su valor facial, es decir, de lo que la República Argentina está obligada a devolver a vencimiento. Los seguros de crédito o CDS, que miden lo que le cuesta a un inversor asegurarse contra el impago de un bono, reflejan que la proabilidad de un default en los próximos cinco años está en el 75%, según Bloomberg. El viernes esta probablidad era del 49%.

Argentina afronta en lo que resta de 2019 más de 30.000 millones de euros: 14.000 en vencimientos de deuda en divisa extranjera y otros 16.600 en deuda en pesos. De momento, ayer el Banco Central tuvo que subir tipos al 74% e intervenir en el mercado de divisas para contener el desplome de la moneda. Los tipos de interés en los tramos más cortos rondan el 40%, mientrs que bajan al 15% en plazos largos. Una señal de que el riesgo de impago se percibe como inminente.

El ganador de las elecciones, Alberto Fernández, compareció ayer públicamente para asegurar que no quiere entrar en impago y culpar al actual Gobierno de la situación: "Nadie cree que Macri pueda pagar la deuda. Los precios de los bonos indican que los inversores ven al país en default". No hizo más comentarios de contenido económico en su discurso post electoral, más allá de acusar a Macri de haber sido capaz solamente de atraer "dinero caliente y especuladores" con sus políticas.

Giro total

Los analistas dan por hecho un giro de 180 grados en la política económica, después de un mandato en el que Macri ha intentado controlar la inflación, recuperar la confianza de los mercados y reactivar la economía a través de la inversión empresarial, sin conseguir ninguno de sus objetivos: la economía está en recesión (el PIB bajó el 2,5% el año pasado) y la inflación es del 55%, y el castigo sobre la deuad y el peso obligó al rescate del FMI. Las elecciones, con todo, han disparado la desconfianza, pues el mercado desconfía más de las recetas de Fernández, quien aseguró en campaña que quiere renegociar el acuerdo con el fondo.

Macri, por su parte, aseguró el lunes ser capaz de dar la vuelta al resultado electoral: "Tendremos un resultado ajustado que nos llevará a la segunda vuelta", apuntó. En una rueda de prensa tras reunirse con su Gabinete de ministros, culpó además al kirchnerismo, que venció en estas primarias, por la reacción adversa en los mercados al sostener que "no tienen credibilidad en el mundo".

El presidente argentino descartó cambios en el gabinete y señaló que las medidas que tomará serán para "que este proceso electoral no castigue aún más a los argentinos", pero evitó dar detalles de las acciones bajo estudio.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.