Columna de Gonzalo Said: Un nuevo enfoque hacia la confianza y el diálogo

La falta de confianza se ha convertido en un elemento omnipresente en nuestra sociedad. Según un estudio realizados por Ipsos en 2022, Chile se posiciona como el tercer país de América Latina con menos confianza en los demás. Mientras que a nivel mundial el 30% de las personas afirma confiar en la mayoría de la gente, en nuestro país esta cifra apenas alcanza el 20%. Estas estadísticas revelan la necesidad urgente de abordar esta problemática y buscar soluciones para construir una sociedad más cohesionada.

Es evidente que existen profundas diferencias entre distintos sectores de nuestra sociedad: empresarios y emprendedores, trabajadores y empleadores, autoridades y sociedad civil, capital y regiones, entre otros. Gran parte de estas brechas interpersonales se originan en la falta de conexión y conocimiento mutuo. La segregación social ha dejado una profunda huella, no solo en los diferentes segmentos socioeconómicos, sino también en la distancia que cada grupo identitario siente respecto al resto de la sociedad.

En este delicado equilibrio de convivencia, cualquier discrepancia es interpretada como un desafío. Esto se ha hecho evidente en debates como el tributario, donde la opinión contraria del mundo empresarial, con relación a un elemento de discusión como el aumento de impuestos, es percibida como una negación sistemática al diálogo.

Una forma de superar las brechas al interior de las empresas ha sido fomentar instancias de conversación abierta entre los diversos estamentos de la organización. Cuando los líderes empresariales, ya sean dueños, directores o gerentes, se adentran en la empresa y se acercan a la realidad que experimentan los trabajadores, demuestran mayor sensibilidad y disposición para mejorar su calidad de vida. Esto es algo que venimos haciendo hace bastante tiempo con resultados muy positivos.

Algo similar ocurre con los encargados de la política pública, quienes muchas veces desconocen la realidad de las empresas. Si bien las nuevas autoridades han experimentado una carrera política vertiginosa, pocos son los que poseen un conocimiento exhaustivo de las labores empresariales, del ambiente existente en cada organización privada, del esfuerzo que los equipos ponen en su trabajo, del vértigo de la competencia, de los riesgos asociados a la inversión en nuevas plantas o la apertura de sucursales, así como de las dificultades que conllevan los fracasos o las crisis, y la satisfacción que brindan los éxitos.

Es fundamental conocernos mutuamente. Los ministros económicos podrían cambiar significativamente su visión si visitaran las empresas y conversaran con los trabajadores, los gerentes y los dueños. Es en terreno donde se puede palpar las distintas realidades y donde se construye la confianza. Cuando existen lazos de confianza, el desacuerdo deja de ser interpretado como un desafío y se convierte en una oportunidad para explorar otras alternativas y llegar a consensos.

Desde Sofofa, estamos comprometidos en fomentar la conexión entre las empresas y sus representantes con su entorno. Esto incluye establecer vínculos con los representantes del Ejecutivo y el Congreso, con el fin de contribuir al diseño de políticas publicas que impacten en el ámbito empresarial. Estamos convencidos de que esta tarea es esencial y debe basarse en una disposición genuina al dialogo. Solo a través del dialogo y la confianza mutua podremos superar las brechas que nos dividen y construir un futuro mas prospero y equitativo para todos.