Vaca Muerta: la eterna promesa sin cumplir de Argentina

Marcaría un antes y un después en la historia energética de Argentina y un impulso valioso para su economía, pero Vaca Muerta no ha pasado de ser una eterna promesa. En el contexto de austeridad en el Estado, pactada con el FMI, el ministerio de Hacienda informó la suspensión del modelo de Participación Público Privada (PPP), bajo el cual se desarrollarían no sólo el proyecto para explotar petróleo de esquisto en la Patagonia, sino que además iniciativas de energía renovable contempladas por la administración de Mauricio Macri.

En el caso específico de Vaca Muerta, que califica como la segunda mayor reserva mundial de hidrocarburos no convencionales, se retrasan proyectos indispensables para su avance, como el Tren Norpatagónico, el cual pretende unir a Bahía Blanca, Buenos Aires, y Añelo, Neuquén, permitiendo una baja importante en los costos de producción en los yacimientos.

Según detalla el diario argentino El Cronista, actualmente la logística contempla cientos de caminos en ruta, de manera que la tonelada de arena cuesta US$210, un precio muy superior a los US$80 que cuestan en el caso de los yacimientos de petróleo de esquisto en Estados Unidos.

El Tren Norpatagónico es considerado una iniciativa estratégica para el desarrollo de Argentina, que además de dar viabilidad a Vaca Muerta, crearía 10.000 puestos de trabajo en todo el país y permitiría un incremento de las exportaciones. En ese marco, siguen las promesas para su construcción.

"La licitación para el tren a Vaca Muerta no se suspende. Seguimos trabajando en la estructuración y estimamos que la situación va a estar estabilizada para el momento de la licitación, que será aproximadamente en abril", aseguró el ministerio de Transporte, en un tono mucho más optimista que el de Hacienda.

La suspensión del modelo PPP ya había golpeado a la construcción de la represa Portezuelo del Viento en Mendoza. Funcionarios del gobierno federal comunicaron el cese de todos los planes para el desarrollo del dique. Adicionalmente, se retrasarán ocho líneas de transmisión eléctrica, para centrales térmicas, hidroeléctricas, nucleares o renovables.