Populistas elevan dudas en torno al TLC entre EEUU y la UE




Las autoridades de EEUU y la Unión Europea están preocupadas por el impacto que tendría el aumento del apoyo de partidos anti sistema en las elecciones europeas en las conversaciones sobre el tratado de libre comercio transatlántico, evaluando las perspectivas de retrasos a medida que se adaptan a una nueva realidad política.

Con partidos de centro derecha a favor del comercio y partidos de centro izquierda aún controlando la mayoría de los asientos en el Parlamento Europeo, las autoridades en Bruselas insisten en que tienen el apoyo necesario para ver que el pacto entre EEUU y la UE sea ratificado.

Pero tras las elecciones europeas, EEUU y UE están preparándose para un camino con obstáculos, a la espera de que jure el nuevo parlamento y que termine el regateo por la composición de la nueva Comisión Europea.

Los negociadores del tratado en ambos lados han acordado mantener los temas políticamente sensibles al margen de las conversaciones, hasta que se instale la nueva comisión. Esto también le conviene a los negociadores estadounidenses, que tienen sus ojos puestos en las elecciones de mitad de período del 4 de noviembre, en la que los demócratas más preocupados por el comercio intentarán defender su control del senado.

Sin embargo, los negociadores de EEUU ya están quejándose de que sus contrapartes europeas parecen haberse puesto más reticentes a algunas discusiones, a medida que participan en la llegada de un nuevo comisario del comercio dentro de meses.

Autoridades de la UE argumentan que los negociadores tienen sus propias preocupaciones con las elecciones de mitad de período y que no quieren que nada vagamente controversial se discuta en público.

El riesgo por ahora, dicen autoridades y analistas, es que al calor de la política en Bruselas se enfriarán las negociaciones. Esto haría que sea más difícil para la administración de Barack Obama concluir el acuerdo de gran envergadura antes de que la carrera presidencial de 2016 comience.

El resultado final de las elecciones europeas será un progreso más lento del tratado. Así, el ambicioso y exhaustivo TTIP (Acuerdo de Inversión y Comercio Transatlántico) está convirtiéndose en una ilusión transatlántica del último término del presidente Obama, dijo Annette Heuser, la directora ejecutiva del think tank Bertelsmann Foundation en Washington.

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© The Financial Times Ltd, 2011.

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