Reavalúo de bienes raíces: nuevo aumento de impuestos
Por Roberto Darrigrandi U. Es apropiado que el próximo Gobierno, junto con revisar la racionalidad de los aumentos de las contribuciones, también haga una aplicación gradual del alza. De esta forma no se castigará de nuevo a las empresas ni a las personas, y se cuidarán los "brotes verdes" que aparecen en la economía.
Los impuestos y las contribuciones constituyen diferentes maneras para categorizar a los tributos, y en Chile se denomina contribución al impuesto territorial, que no es otra cosa que un gravamen que afecta a los bienes raíces; el cual -lejos de constituir una contribución- es un impuesto.
En efecto, el impuesto territorial es un impuesto a la posesión de una propiedad, o un impuesto patrimonial, el que, por decir lo menos, es un gravamen bastante "discutible", ya que el contribuyente destina una fracción de su riqueza al fisco, independientemente de si ese patrimonio le haya o no generado rentas.
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Además, este impuesto muy probablemente se aplica sobre activos que se adquirieron con ingresos pasados que ya tributaron, los que, al invertirse en bienes raíces, vuelven a ser gravados. Si esta riqueza se hubiese invertido en otros activos, como, por ejemplo, obras de arte, no tendría que pagar impuestos por su mera tenencia.
Lo antes señalado tiene directa relación con el hecho de que el Servicio de Impuestos Internos (SII) informó hace algunas semanas de un nuevo proceso de avalúo de los bienes raíces no agrícolas en nuestro país, esto es, residenciales y comerciales, donde llama la atención que el valor total de estos subió nada menos que un 35% a nivel nacional en relación con el valor calculado el año 2014, habiendo casos de algunas regiones, como la de Coquimbo, donde el aumento de valor alcanza nada menos que al 65%.
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Ante esta muy relevante alza en el valor asignado por el SII a las propiedades no agrícolas en el país, y por ende en el valor de las contribuciones que sus dueños deberán empezar a pagar a partir de abril de este año, surgen -a mi juicio- varias inquietudes que al parecer los contribuyentes todavía ni siquiera se han planteado, por encontrarse de vacaciones o estar recién de vuelta al trabajo.
Entre los principales aspectos que cabe clarificar aparece, a mi juicio, el poder entender detalladamente el motivo de tan fuerte alza en el valor de los bienes raíces no agrícolas en el período 2014-2017, años donde la economía del país estuvo, por decir lo menos, ralentizada, con un crecimiento acumulado menor al 8%.
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De la lectura de la información hasta el momento entregada por el SII no queda claro si, por ejemplo, hubo un cambio en la metodología que permita explicar -al menos parcialmente- el significativo incremento del avalúo fiscal de los bienes raíces no agrícolas antes señalado, ya que, aparte de la muy necesaria transparencia, no cabe duda que esta relevante alza en este tributo patrimonial golpeará muy fuerte a diversas personas y empresas, justo en el año de plena vigencia de la Reforma Tributaria y de la -ya en marcha- esperada recuperación de nuestra economía.
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Por otra parte, el fuerte reavalúo de bienes raíces implica volver a golpear específica y negativamente a un sector relevante de la economía, como es el inmobiliario, el que ya tuvo que asumir un fuerte costo por la Reforma Tributaria aprobada por el Gobierno saliente, donde también vale la pena recordar que se incorporó el IVA para las ventas habituales de inmuebles, se redujo el crédito de IVA para viviendas y se instauró un impuesto sobre la ganancia de capital que supere las UF8.000 de bienes raíces adquiridos después del año 2004. Y como si lo anterior no fuese suficiente, está en plena discusión en el Congreso un proyecto que fija un impuesto de 10% a los terrenos, por el aumento de valor generado por el cambio de uso de suelo de agrícola a urbano.
Entendiendo que las contribuciones son relativamente fáciles de implementar, recaudar y fiscalizar por parte de la autoridad, me parece apropiado que -junto con revisar la racionalidad de los nuevos valores planteados por el SII- el Gobierno entrante debería evaluar seriamente establecer un alza gradual de las contribuciones, de manera tal de no generar un efecto tan adverso en el corto plazo sobre personas y empresas, justo cuando empiezan a florecer los anhelados "brotes verdes" en nuestra economía.
*El autor es economista.
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