Rusia ordena bloquear aplicación de mensajería Telegram

La justicia rusa ordenó el viernes el bloqueo de la aplicación de mensajería cifrada Telegram en Rusia por no facilitar a los servicios especiales acceso a los mensajes de los usuarios de la aplicación.

La aplicación denunció una "guerra contra el progreso y la libertad". Con 200 millones de usuarios en todo el mundo y cuyos fundadores son de origen ruso, Telegram es conocida por ofrecer una alta confidencialidad y rechaza desde hace meses plegarse a los requerimientos de las autoridades rusas, que ejercen una creciente presión sobre internet estos últimos años.

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En un tribunal de Moscú, la juez Yulia Smolina ordenó el bloqueo de la aplicación en su territorio hasta que cumpla "la obligación de brindar a los servicios de seguridad la información necesaria para descodificar mensajes electrónicos escritos, transmitidos, recibidos" por sus usuarios.

El organismo de control de comunicaciones Roskomnadzor, que recurrió a la justicia, advirtió el jueves que la decisión se implementaría "inmediatamente" una vez se conociera el veredicto.

La audiencia se celebró sin los representantes de Telegram, que dijeron no querer participar en una "farsa".

El bloqueo de Telegram "no era un objetivo en sí", afirmó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. "Existen disposiciones

legislativas que exigen proporcionar una serie de datos (...) y desgraciadamente no se ha llegado a un acuerdo".

El abogado de la aplicación Pavel Chikov denunció una decisión que "demuestra una vez más que la justicia sirve fielmente a los intereses del poder, sin preocuparse de guardar las apariencias".

Este juicio "acerca a Rusia a los países donde se impone el odio, donde se cortan cabezas y se lucha contra el progreso y la libertad", añadió en su cuenta de Telegram.

El 20 de marzo, Roskomnadzor dio 15 días a Telegram para facilitar sus claves de cifrado.

"Las amenazas de bloquear Telegram si no facilita los datos personales de sus usuarios no tendrán resultado. Telegram defenderá la libertad y la confidencialidad", escribió en Twitter Pavel Durov, cofundador de Telegram.

Amnistía Internacional ya había denunciado desde el jueves "el último ataque hasta la fecha del gobierno contra la libertad de expresión en internet".