Sergio Bitar: "Yo no conozco a ningún político, que realmente tenga vocación política, que se retire"

Para el próximo Consejo Nacional del PPD, el ex ministro y ex presidente del partido Sergio Bitar, presentará su documento reflexivo sobre las razones de la derrota electoral. En plena catarsis colectiva asegura que el análisis interno se debe hacer con tiempo y que los comicios para definir a la nueva directiva no deben apurarse. "No hay iluminados" para resolver la crisis de su tienda ni la del oficialismo dice el ex senador y que por ello, antes de entenderse con el Frente Amplio, hay que fortalecer los lazos con quienes se ha gobernado hasta hoy, desde la DC al PC.

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Alejandro Guillier señaló que fue derrotado el "estilo de hacer política" ¿Hay un tema generacional que no supo leer el nuevo ciclo?

-Cuando uno analiza las cifras ve que el grueso de los electores son de más de 40 años. También observa que los de 18 a 35 años, en general votaron más por el Frente Amplio (FA) e incluso votaron en segundo lugar más por Sebastián Piñera que por Guillier, es decir, que la Nueva Mayoría (NM) como coalición no es atractiva para los jóvenes. El cambio generacional aporta un cambio de mirada, pero una fuerza política tiene que ir más allá, tiene que mirar a los que realmente votan. Además en un periodo de tiempo que la vida se alarga, la gente de más edad va a estar jugando un tiempo largo en política.

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¿Comparte el llamado del ministro del Interior, Mario Fernández, a sus compañeros de generación a "ir retirándose"?

-Depende de lo que uno entienda por retirarse. No conozco a ningún político, que realmente tenga vocación política, que se retire. Uno lo que puede hacer y es lo que estoy haciendo, es hacer un aporte de otra manera, no ocupando un cargo. Tenemos que buscar formas de participación más activa de mujeres y de jóvenes, por lo menos en el progresismo, y ver cómo el FA aporta. Chile debe usar todos sus talentos y lo que está escaseando es talento joven no porque no existan, sino porque no están los espacios todavía. Ahí tenemos que ayudar. Uno en política tiene que saber entrar y saber salir, no salir a empujones.

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Pero el escenario que dejaron las parlamentarias ¿no fue un poco salir a empujones?

-No soy de los que creen que es un tema generacional, lo que sí creo es que hay un déficit y que tiene que suplirse con más presencia de jóvenes. Desde la última elección se levantó el velo del binominal y, tal vez, esos fenómenos estaban ahí latentes. Por ejemplo, el FA es más bien un tema de marca que de proyecto. La gente está cansada de lo anterior y la marca FA es más limpia y transparente y Beatriz Sánchez fue una buena expresión de aquello, pero hay un vacío de sentido. Estos 14 grupos ¿cómo se van a entender entre ellos?, ¿el purismo sirve para el ejercicio de la política o es bueno en los conventos? Eso tenemos que verlo en la práctica. Otra cosa es con guitarra.

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De hecho, la nominación de Andrés Zaldívar al consejo de asignaciones parlamentarias fue la primera prueba y provocó un quiebre en las negociaciones entre el FA y la NM

-Que la DC pudiera buscar un entendimiento con la derecha para la conducción de ambas Cámaras, lo encuentro preocupante y daría a entender de que las direcciones de los partidos no están haciendo lo que tienen que hacer. No entienden cuáles son las condiciones colaterales de lo que hacen. Al menos en mi experiencia política, no hay opción de construir mayorías sin un acuerdo de centroizquierda. La izquierda sola no puede.

Dentro de la crisis del PPD, se opina que parte de las banderas que levantaron en el pasado fueron tomadas por el FA. ¿Perdió el PPD en manos del FA?

-Hay que hacer una autocrítica. Es un partido que empieza a girar más hacia los cargos que hacia las ideas. Esto que digo con más autoridad, porque he sido presidente del partido tres veces y nadie va a desconocer mi lealtad, pero lo mismo vale para los demás partidos. Perdimos ese contacto de interpretar a la sociedad. No supimos recoger líderes sociales para llevarlos a la política. No hemos formado jóvenes. Hay fallas nuestras, obviamente, que uno no puede decir que otro se avivó y te tomó las banderas, no, tú perdiste las tuyas.

Dentro de los eventuales nombres para dirigir al PPD están el canciller Heraldo Muñoz, el senador Harboe o el diputado Núñez, entre otros, pero todos con un perfil político tradicional.

-Eso pasa en todos los partidos y no hay iluminados que indiquen por dónde ir. Lo que hemos logrado y espero que ocurra este sábado en el Consejo Nacional es poner primero el proyecto, las causas de la derrota, el rol del PPD para el futuro y luego ir a las elecciones. Todos los que están de candidatos pueden ser buenísimos, pero si no sabes por qué causas luchas, no podrás hacer nada. Tiene que producirse un proceso de reflexión largo, pero puede tener una primera escala, donde se presenten las conclusiones para que se discutan en otro Consejo y ahí fijar fechas para las elecciones.

La directiva actual propuso el 15 de abril...

-Hay cierto consenso de que se mandate a un grupo especial técnico-político que conduzca esa reflexión con gente que sepa dirigir estas reuniones, no dirigentes políticos que hagan discursos. Y que eso fructifique por abril o mayo y luego vamos a una elección que puede ser a fines de mayo o junio. Ese podría ser un diseño.

El PS dice que se entenderá desde la DC al FA. ¿El PPD también necesita tener esa amplitud?

-Hay que aglutinar lo propio. Eso significa la mejor coordinación posible de lo que fue la NM. Digo lo que fue, porque hoy sería un acuerdo parlamentario, que ojalá se asiente en lo que es la NM, es decir, desde la DC hasta PC y si hay que hablar con el FA, es este grupo el que tiene que hablar con ellos. Si no eres capaz de poner en coordinación con los que han gobernado tanto tiempo, disminuye tu capacidad de entenderse con otros.

¿Hay espacio para revivir la federación con el PS?

-Si hay algo que siempre he tenido en el corazón, es que estuviéramos juntos, por lo menos, los que son parte de la socialdemocracia internacional: PS, PPD y PR. Pero hay que ir mucho más lejos. Tiene que trabajarse con sectores nuevos, con independientes, más cercanos a las organizaciones civiles y a los movimientos sociales. Lo hemos hablado tantas veces. Por eso no lo descarto, si pienso en Chile. Si pienso en mi posición personal, tal vez, descarte muchas cosas y puedo estar cantando la canción nacional desde la oposición unos 15 años.