Así puede reconocer si su hijo tiene PIMS; vacuna Sinovac está funcionando en Chile y variantes de Nigeria y California ya fueron detectadas en el país: tres cosas que aprendimos del coronavirus esta semana
Existen algunos síntomas que le permitirán reconocer esta enfermedad asociada al Covid-19 que puede ser mortal en niños, y los primeros resultados del ensayo de Sinovac mostraron una alta efectividad.
1. Así puede reconocer si su hijo tiene PIMS
A diferencia de otras enfermedades respiratorias, el SARS-CoV-2 no afecta con mayor gravedad a los niños. Las cifras y estadísticas sanitarias lo demuestran.
En nuestro país, considerando los números emitidos en febrero por el Ministerio de Salud, desde que arribó la enfermedad al país (hace un año), los niños contagiados con Covid-19 superan los 73.529. Del total, 16.154 lo hicieron entre noviembre de 2020 y enero de 2021.
A pesar de que en este rango etario la gravedad del virus no es tal, los síntomas son similares a los que presentan los adultos. Los más frecuentes han sido la cefalea (39%), tos (36,2%) y fiebre (34,2%), establece el propio Minsal.
De los más de 73 mil contagiados, solo el 2,57% fueron hospitalizados y 57 murieron, lo que establece una letalidad de 0,08% y una mortalidad de 1,2 por cada 100 mil niños, niñas y adolescentes.
Pero no todo es positivo, ya que después de una infección sintomática o asintomática por el virus se han presentado algunos casos en niños de lo que se conoce como Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS, por sus siglas en inglés).
PIMS fue descrito por primera vez en mayo de 2020 en un grupo de niños ingresados en cuidados intensivos en el sur de Londres (Reino Unido), que evidenciaban un estado hiperinflamatorio multisistémico con características similares a la enfermedad de Kawasaki y el síndrome de choque tóxico.
El reconocimiento oportuno de este síndrome es fundamental, señalan los especialistas para poder aclarar las opciones terapéuticas adecuadas.
El infectólogo y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago de Chile, Ignacio Silva, explicó en un artículo a Qué Pasa que este síndrome no es una manifestación del virus propiamente tal, y que, si afecta más a niños y adolescentes, es porque su sistema inmunológico se encuentra en desarrollo.
La enfermedad es resultado de una respuesta exagerada ante un estímulo que, en este caso, señala Silva, sería el Covid-19. “Es importante educar a la población en el reconocimiento de los síntomas probables para llevar a los niños a la urgencia a tiempo. Responden bastante bien al tratamiento si se identifica tempranamente”, afirmó.
Fiebre alta, escozor, hinchazón de los ganglios en el cuello y enrojecimiento de la piel, son algunos de los síntomas del PIMS, ligada al Covid-19 y que ha afectado principalmente a menores de 10 años.
Síntomas en piel y mucosas
En una investigación publicada en diciembre de 2020 que consideró los casos de 35 niñas y niños hospitalizados que cumplían con los criterios de definición epidemiológicos para PIMS, determinó que el 83% presentaban síntomas mucocutáneos (en piel y mucosas) que duraban de horas a días.
¿Cuáles eran los más frecuentes? El trabajo determinó que la inyección conjuntival (ojos rojos), eritema palmoplantar (palmas y plantas rojas), hiperemia labial (labios rojos e irritados por mayor vascularización), eritema y edema palpebral (párpados hinchados y enrojecidos), lengua hinchada como frutilla y eritema malar (erupciones cutáneas en las mejillas), fueron los hallazgos más comunes hasta en el 74% de los pacientes hospitalizados con PIMS.
El estudio indica que todos esos hallazgos mucocutáneos, aunque son variados y transitorios, pueden ayudar en el reconocimiento de PIMS.
El sitio de afectación de los síntomas también varió. Algunos pacientes mostraron afectación acrofacial localizada (afecta a cara, cabeza, manos y pies), mientras que otros manifestaron erupciones más generalizadas.
Los hallazgos como conjuntivitis, hiperemia o agrietamiento de los labios y eritema palmoplantar (manos y pies) se distribuyeron uniformemente en todas las edades, mientras que otros síntomas presentaron una predilección por edad más pronunciada. Se observaron erupciones de urticaria en los menores de 2 años y edema en párpados y palmoplantar en los menores de 6 años.
También se han detectado síntomas de presentación comunes como fiebre, náuseas, vómitos, dificultad para respirar, dolor abdominal, el dolor de cabeza y el dolor de garganta, detallan investigaciones en Reino Unido. Trabajo que detalla además que las comorbilidades más frecuentes fueron neurológicas (11%), hematológicas u oncológicas o inmunológicas (8%) y asma (7%).
Paulina Silva, pediatra y académica de la Facultad de Ciencias Médicas Usach, explicó que el síndrome se produce por el desencadenamiento de la respuesta inflamatoria exagerada en los niños, secundaria a la infección por coronavirus, llamada tormenta de citoquinas y que afecta a múltiples órganos de forma simultánea que le da la gravedad a la patología.
“Aún no se sabe con ciencia cierta el por qué los niños y niñas desarrollan esta patología y no los adultos, aunque hay algunos casos reportados en adultos jóvenes que presentan un síndrome muy parecido. Desgraciadamente, como el Covid-19 es una enfermedad nueva, todavía estamos expuestos a encontrar múltiples formas de presentación tanto en niños como en adultos”, señaló la pediatra.
2. Resultados del estudio clínico de Sinovac en Chile: 90% de los vacunados genera anticuerpos contra el virus después de la segunda dosis
En Chile, las personas vacunadas ya superan los 5 millones. Una de las vacunas de mayor aceptación y difusión en el territorio nacional, es una de origen chino: CoronaVac del laboratorio Sinovac.
Con el virus aún en desarrollo, los estudios clínicos no han cesado. Uno de ellos (Fase 3), liderado por un grupo de científicos e investigadores de la Universidad Católica, se trabaja desde noviembre de 2020.
Y este miércoles, fueron presentados públicamente los primeros resultados del estudio, que contó con la participación de casi 2.300 voluntarios sanos. La información fue entregada por las autoridades del Ministerio de Salud y del Ministerio de Ciencia, con datos relacionados con la calidad, inmunogenicidad y seguridad de esta vacuna.
El académico de la Universidad Católica y director del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, Alexis Kalergis y director del ensayo clínico destacó la importancia de realizar este estudio, ya que al ser aplicado en población nacional entrega, de primera fuente, información sobre la seguridad de la vacuna y la inducción de inmunidad en nuestra población.
Los participantes serán seguidos durante un año y tiempo en el que se medirá anticuerpos y linfocitos T que son parte de la inmunidad adquirida y que permitirán definir, por ejemplo, si la inmunidad permanece por más de un año. “Si llegasen a bajar los niveles de anticuerpos neutralizantes y de linfocitos T, significaría que pudiera necesitar una nueva dosis de la vacuna”, explica Kalergis.
La infectóloga Katia Abarca, directora clínica del estudio, señaló que en cuanto a seguridad de los participantes, se registraron muy pocos efectos adversos en frecuencia y todos ellos leves. El que más se repetía era dolor en la zona que pasaba en uno o dos días, menos del 5% de las personas tuvo fiebre baja, otros indicaron otras molestias leves y no se registró ningún adverso serio, por lo que la vacuna “tiene un muy buen perfil de seguridad”.
Resultados: anticuerpos tienen capacidad neutralizante
En términos generales, el estudio evaluó la respuesta inmune en un subgrupo de los voluntarios que recibieron vacuna o placebo. Los resultados indican que 14 días después de la primera dosis, se observa aumento de anticuerpos contra la proteína S de SARS-CoV-2, la proteína que permite la unión del virus a las células humanas , sólo en una fracción de los vacunados. Sin embargo, dos semanas después de la segunda dosis se observa presencia de anticuerpos en el 90% de los vacunados.
Además, se observa que estos anticuerpos presentes después de la segunda dosis tienen capacidad neutralizante, es decir, impedirían el ingreso del virus a las células humanas.
Susan Bueno, directora científica del proyecto, dijo que se demostró que la vacuna induce anticuerpos que aumentan significativamente después de la segunda semana de la segunda dosis, y son anticuerpos con capacidad neutralizantes. Con la primera dosis, un poco menos del 50% de los vacunados, hizo anticuerpos.
Otro aspecto que destacó la investigadora, es que la vacuna no solo está dirigida contra una proteína del virus, ya que al inocular el virus completo pero inactivo, el sistema inmune genera anticuerpos contra otras proteínas del virus.
Respecto de diferencias en la inmunidad generada entre los mayores de 60 años y los menores de esa edad, Bueno dijo que no se registraron variaciones. Tampoco hubo diferencias entre hombres y mujeres.
En la ceremonia de entrega de resultados, realizada en la casa central de la Universidad Católica estuvieron presentes el ministro de Salud, Enrique París; la subsecretaria de esta cartera, Paula Daza; el ministro Ciencia, Tecnología, Conocimiento e innovación, Andrés Couve, el rector de la UC, Ignacio Sánchez y el director del Instituto de Salud Pública (s), Heriberto García.
Couve, agradeció a los más de 2 mil voluntarios y voluntarias que forman parte de este ensayo clínico, que “nos han permitido estudiar la vacuna en nuestro país, y que la investigación y desarrollo sean parte de este proceso de vacunación”.
El ministro de Ciencia, añadió que a diferencia de otros procesos que ocurren en nuestra sociedad, en nuestra economía, este proceso de vacunación en Chile ha tenido incorporada la investigación y desarrollo a través de ensayos clínicos. “Un proceso de inmunización que de manera inédita ocurre simultáneamente con los procesos de estudio, de validación y autorización de las vacunas” y que permite “conocer la vacuna, dar un respaldo técnico con nuestros equipos clínicos y científicos, nos permite participar de las mejoras para que lo que aprendamos en investigación, se pueda transmitir prácticamente de forma simultánea al proceso de vacunación”.
En el estudio liderado por la Universidad Católica, también participó el Consorcio Científico para Evaluar Vacunas COVID-19, con centros como el Hospital Sótero del Rio, Clínica San Carlos de Apoquindo, Hospital Gustavo Fricke y Clínica Alemana, Clínica U. Andes, Hospital Félix Bulnes junto a la Universidad San Sebastián y la Universidad de Antofagasta.
Según el reciente Reporte Circulación de Variantes Sars-CoV-2 en Chile, dado a conocer el viernes pasado, a las variantes que se habían encontrado en el país, se añaden dos más.
Para conocer las mutaciones que ha tenido el virus Sars-CoV-2 presente en una muestra, respecto de la versión original del virus que se detectó en Wuhan el año pasado, se realiza una secuenciación del genoma del virus.
Por lo tanto, un examen más específico que el PCR que se indica para el diagnóstico de Covid-19 y que revisa detenidamente cada una de las 30 mil esferas (nucleótidos) que conforman el material genético del coronavirus.
Esta es la forma en la que se han secuenciado preocupantes mutaciones que se han encontrado en la variante británica (B.1.1.7), sudafricana (501Y.V2) o del Amazonas brasileño (B.1.1.248, también conocida como P.1).
El 3 de marzo de 2021 se informó por primera vez la secuenciación de la variante B.1.427/429 (California, Estados Unidos). A la fecha, sólo se ha reportado un caso que se importa a través de un viajero que presentó síntomas leves en el transcurso de la enfermedad, sin requerir hospitalización. El caso es residente de la región Metropolitana de Santiago y procede de viaje desde Estados Unidos, señala el informe del Minsal.
A ella se suma, que hace justo una semana (9 de marzo) se informó la secuenciación de la nueva variante B.1.525 de SARS-CoV-2 (Nigeria). “A la fecha sólo se ha reportado un caso que se importa a través de un viajero, que presentó síntomas leves la primera semana de la enfermedad, sin requerimientos de hospitalización. El caso reside en la región Metropolitana de Santiago y procede de Colombia”, indica el texto.
Respecto de la variante británica, detectada por primera vez en el Reino Unido el 14 de diciembre y el 4 de enero ya en Chile, hasta ahora se cuenta con la identificación de 38 casos de la variante B.1.1.7. Donde 29 de ellos son casos primarios y 9 son casos secundarios. Un 76% corresponden a casos de nacionalidad chilena. El 63% son mujeres y el 53% de los casos corresponden a adultos, entre 20 y 39 años. El 32% de los casos son sintomáticos; se hospitalizaron cuatro casos (10%), internados en unidades básicas para tratamiento y aislamiento, todos de alta a domicilio por lo que no se registran fallecidos a la fecha. Según el informe del Minsal, existen dos casos comunitarios aislados sin nexo epidemiológico con viajeros con la variante B.1.1.7 y uno de ellos genera cuatro casos secundarios.
Respecto de la variante brasileña o P1, el informe reconoce fue detectada por primera vez en Chile el 30 de enero y que a la fecha, se han reportado 24 casos con esta variante. De ellos, 22 corresponden a casos primarios y los dos restantes a casos secundarios. El 88% de los casos son de nacionalidad chilena. El 79% de los casos corresponden a adultos entre 20 y 39 años.
Con respecto a la presentación clínica, el 63% presentó síntomas, mientras que sólo un caso requirió hospitalización en unidad básica, y no se han reportado fallecidos.
Nuevas variantes del virus
Para Ricardo Soto-Rifo, virólogo del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, estas variantes son “de preocupación” y “no se deben tomar a la ligera” porque las mutaciones han conferido ciertas características “beneficiosas” para la resistencia y viabilidad del virus en el ambiente.
La variante “nigeriana” indica Soto-Rifo, tendría mutaciones similares a las vistas en la del Reino Unido, concediendo un mayor “escape inmunológico”, y una reducción en la capacidad de neutralizarlo.
La “californiana”, según el virólogo del Instituto de Ciencias Biomédicas, tiene una mutación en la proteína Spike del virus, y en Estados Unidos, se vio que podía disminuir la respuesta de los anticuerpos generados por las vacunas que se están utilizando para inmunizar a esa población.
La variante “nigeriana” según Nicolás Muena, investigador de la Fundación Ciencia & Vida, se detectó por primera vez a mediados de diciembre de 2020, y rápidamente se empezó a encontrar en otras partes del mundo como Reino Unido, Francia y ahora en Chile.
Su particularidad, sostiene Muena, es que tendría dos mutaciones que se encuentran en los extremos de la proteína Spike y que son únicas para esta variante en particular, que no se habían detectado anteriormente. Serían “preocupantes” de acuerdo al investigador, ya que están en la zona de la proteína Spike, entonces, esta podría afectar en cómo funciona en relación a la unión a la célula y su entrada al organismo. No obstante, indica que todavía no se sabe con exactitud cómo está afectado.
Secuenciación genómica
Si bien se identificaron dos casos aislados, Soto-Rifo advierte que es imposible saber con certeza si “se escapó” otra persona con alguna de estas variantes identificadas recientemente ya que la secuenciación a nivel nacional es baja y las fronteras siguen abiertas.
El investigador menciona que a nivel país se han realizado 1.232 secuenciaciones genómicas. El Instituto de Salud Pública (ISP), organismo mandatado a hacerlo, ha realizado 758 de estas secuencias. Las universidades (U. de Chile, Católica, Andrés Bello y de Magallanes) se ha encargado del resto de las muestras (474 secuenciaciones).
“Deberíamos aumentar la secuenciación. Hay que tener una vigilancia genómica que vaya acompañado de estudios que permitan saber si efectivamente estas variantes van a tener un impacto en la inmunidad generada por la población, esta sea por infección natural o la causada por la vacunación”, precisa Soto-Rifo.
Muena advierte que desde que se detectó hasta la actualidad, la variante nigeriana representa cerca del 20% de los total de los genomas que se secuencian en Nigeria. Es decir, ha aumentado considerablemente en un periodo de solo dos meses.
Por lo cual, se sospecha que las mutaciones que tiene pueden estar incrementando la transmisión del virus.
“Además, tiene otras mutaciones que están en otras regiones que no son la Spike, y que también hay expertos que están pensando que esas mutaciones podrían afectar el cómo el virus se replica dentro de las células. Cuando las mutaciones empiezan a acumularse en otras regiones que no son la Spike, las vacunas que están basadas en virus completos, como la de SinoVac, podrían ser evadidas por variantes que están mutando de esta forma”, explica el investigador de Ciencia & Vida.
El Ministro de Ciencia y Tecnología, Andrés Couve, ha señalado que en Chile se secuencia el 0,12% de las muestras, por debajo de otros países como Estados Unidos, que secuencia el 0,49%, y muy distante de Reino Unido, referente en materia de secuenciación genómica, que llega a un 6%.
Una de las modificaciones que podría tener el actual plan de secuenciación genómica, de acuerdo al Soto-Rifo, es que se sumara los screenings rápidos que permiten identificar mutaciones puntuales y las muestras que den positivo, secuenciarlas completamente para analizar si corresponde a la misma variante u otra que posea alguna mutación distinta, y así tener un mayor conocimiento y certeza sobre las variaciones del virus que estarían presentes en el país.
Muena afirma por otra parte que las variantes están surgiendo continuamente en todas partes del mundo porque el virus muta por “errores” al momento de su replicación. Y que tampoco existe evidencia de que en algún país o etnia en específico sea más probable que aparezcan más variables que en otra.
Las particularidades que sí se han registrado son personas que se han infectado de manera crónica (más de dos meses con el virus), y teniendo su sistema inmune más debilitado, no pueden neutralizar tan rápidamente el virus. Y, cuando el cuerpo se ve infectado por una variante, el sistema inmune igualmente “se defendería” contra el agente patógeno que intenta traspasarlo. “En estos casos se ha visto que ocurren más mutaciones que en un paciente promedio y se pueden acumular más en un menor espacio temporal”, agrega Muena.
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