¿Es necesariamente malo que la vacuna de Oxford haya alcanzado sólo un 70% de eficacia?

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Aunque la vacuna obtuvo cifras aparentemente menores que su competencia, es menos costosa y no tiene que almacenarse a temperaturas extremadamente frías, facilitando su distribución en países en desarrollo. Un experto explica que "un 70% es razonable, y que no es necesariamente negativo".


Este lunes, la empresa británica AstraZeneca y la Universidad de Oxford se sumaron al grupo de laboratorios que adelantó los resultados de los análisis previos de su vacuna candidata para la Covid-19, con un 70% de eficacia, y en “algunos casos” al 90%, tras estudios a larga escala en Reino Unido y Brasil.

Así, AstraZeneca se convirtió en la cuarta compañía farmacéutica que da a conocer estos datos, tras Pfizer (94% de eficacia), Moderna (95%), y el Instituto Gamaleya de Rusia con su Sputnik V (92%).

La vacuna utiliza una versión debilitada de un virus del resfriado común que se combina con material genético para la proteína “spike” característica del virus que causa la Covid-19. Después de la vacunación, la proteína prepara al sistema inmunológico para atacar el virus si luego infecta el cuerpo. Pfizer y Moderna en tanto, utilizan una nueva tecnología basada en ARN mensajero, que consiste en inyectar en las células humanas fragmentos de instrucciones genéticas, para que fabriquen proteínas o “antígenos” específicos de coronavirus. Estas proteínas serán entregadas al sistema inmunitario, que producirá anticuerpos.

Los resultados no revelaron el número de voluntarios que contrajeron la Covid-19, por lo que resulta complejo evaluar la potencia estadística de estos porcentajes. Sí se observó una reducción en las infecciones asintomáticas, y no hubo casos graves ni hospitalizados entre los voluntarios.

Por otro lado, las cifras mostraron diferencias según las dosis. Si ambas eran completas, el porcentaje se reducía hasta el 62%, pero si la primera dosis se reducía a la mitad, la cifra aumentaba hasta el 90%.

A la baja

La acogida de la llamada “vacuna más avanzada del mundo” por parte del mercado fue menos entusiasta que con los demás laboratorios: tras conocerse estos resultados, las acciones de AstraZeneca cayeron un 1,42% al aproximarse a la media sesión -tras haber llegado a caer más de un 2% en la apertura-, muy distinto a lo ocurrido con Pfizer y Moderna, que vieron subir sus acciones más de un 15%.

Esto a pesar que a diferencia de sus competidores, la vacuna de AstraZeneca es menos costosa, y no tiene que almacenarse a temperaturas extremadamente frías, facilitando su distribución especialmente en países en desarrollo.

AstraZeneca, que ha prometido no obtener ganancias con la vacuna durante la pandemia, ha llegado a acuerdos con gobiernos y organizaciones internacionales de salud que estiman su costo en alrededor de 2,50 dólares la dosis. La vacuna de Pfizer cuesta alrededor de U$20, mientras que la de Moderna cuesta entre U$15 y U$25, según acuerdos alcanzados para suministrar sus vacunas al gobierno de EE. UU.

En Chile, si bien trascendió que la Clínica Las Condes podría desestimar los ensayos por un tema de costos, desde el centro médico indicaron que “‘no se ha cerrado la puerta a la vacuna’, y que sólo se ha avanzado un poco más lento de lo esperado”.

Cautela

¿Son tan negativos estos resultados? Para el Dr. Mario Calvo, médico infectólogo, académico, director del Instituto de Medicina de la U. Austral de Chile y miembro del Consejo Asesor científico para la estrategia de vacuna Covid-19, el tema no es tan simple. “Cuando comenzó la pandemia, la Organización Mundial de la Salud definió como resultado aceptable para una vacuna sobre un 50%, así que 70% es razonable. No es un resultado malo”, dice.

“Esto no es una ciencia precisa. Cuando se publicaron los resultados de la vacuna Sputnik V, se les criticó que la respuesta inmunológica en los grupos era muy homóloga, y lo que uno espera en seres humanos es que sea muy diferente. Sólo cuando se hacen pruebas en ratas de laboratorio, se pueden dar parecido. Los seres humanos somos muy diferentes dependiendo del grupo”, agrega.

Calvo señala que “es muy difícil comparar la eficacia de una vacuna si es que en el estudio no está hecho en el mismo grupo, y en Oxford el grupo de mejor respuesta fue el que usó una dosis inferior de la vacuna. Lo lógico es que al subir las dosis, tenemos mejor respuesta. Esto fue incluso incomprensible para el investigador original que desarrollo el estudio”.

“En ese promedio de AstraZeneca, quien tuvo un 90% de efectividad fue el grupo con la dosis media como dosis inicial y después la dosis completa como segunda dosis. Eso es contradictorio y no se lo explica el investigador principal, pero eso ocurre en medicina. En conclusión, es muy probable que las cifras sean inferiores, pero no es un resultado malo”, sostiene el infectólogo.

Resultados insuficientes

Por otro lado, el Dr. Calvo indica que es muy posible que las cifras entregadas por los laboratorios Pfizer y Moderna bajen cuando se publiquen los resultados de la investigación en revistas científicas, algo que hasta ahora no ocurrido en ninguno de los casos.

“El resultado definitivo va a variar dependiendo del grupo que se mida. Por ejemplo, es muy probable que en la vacuna de Pfizer los resultados finales sean inferiores a los que hemos visto, porque los primeros pacientes enrolados estaban en edades medias de vida, y los pacientes con más comorbilidades y de mayor edad fueron incluidos al final, cuando el estudio se amplió”, dice.

“Lo mas probable es que la vacuna tenga un alto grado de eficacia entre 18 y 55 años; otro promedio de respuesta entre los 50 a 65 años; otro con comorbilidades, diabéticos, y sobre eso quizá sea inferior, bajando el promedio”, afirma.

“Pero el análisis de sub grupos no lo conocemos. Por eso, quienes trabajamos en esto nos gusta leer el trabajo publicado, original, porque así sabemos el promedio de edad, enfermedades heredadas, si tomaban fármacos, obesidad, etc. Es muy importante ver el trabajo en extenso. Además, hemos visto que la presión mediática hace que cada laboratorio entregue un porcentaje cada vez más alto, capaz que lleguemos al 102% de eficacia”, dice entre risas.

“Por lo demás, hay aspectos relacionados a tolerancia, precio y disponibilidad que nos interesa tanto o más que un porcentaje de 2% o más de una vacuna. Aún así, si tenemos 70% vs 90% uno va a tender a elegir 90%, pero sólo si son del mismo grupo”, asegura.

Entonces, pensando en el caso chileno, ¿esto no afecta la decisión de una vacuna u otra? el Dr. Calvo asume que “sí puede afectar, porque la información que tenemos de todas las vacunas es incompleta”.

“Lo único que hemos visto es que las vacunas están funcionando, pero para tomar decisiones, lo que tenemos hoy es absolutamente insuficiente”, sostiene.

Próximos pasos

De acuerdo al laboratorio británico, presentará sus resultados rápidamente a las autoridades para obtener el primer visto bueno. Gracias a una “simple cadena de suministro”, la vacuna “será accesible y estará disponible en todo el mundo”, dijo Pascal Soriot, CEO de AstraZeneca, esperando que en el momento de su salida pueda fabricar hasta 3 mil millones de dosis, que estarán disponibles en 2021.

Recordemos que las vacunaciones, que comenzarán por los trabajadores de salud y personas vulnerables, deberían iniciarse a mediados de diciembre en Estados Unidos, y a principios de 2021 en Latinoamérica y Europa, con un aumento constante a medida que crezca la producción y se preparen y validen vacunas de otros laboratorios.

De las 48 vacunas experimentales contra el Covid-19 que actualmente se encuentran en ensayos clínicos en humanos, sólo once han entrado en la fase 3, la última antes de la homologación por las autoridades sanitarias, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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